Redacción Guayaquil
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11:11 no tiene horario para crecer en la alta costura

La experiencia en elaborar prendas de vestir, con un enfoque de alta costura, fue el primer nicho de mercado que explotaron las amigas Doménica Andrade y María José Prieto. Ellas producían sus propias creaciones, incluso, antes de estudiar en el Inst. Tecnológico Eurodiseño de Guayaquil. No obstante, en el 2011, decidieron juntarse y sacar la marca 11:11 Trends. El objetivo era crear diseños con un enfoque de alta costura, pero con la meta de llegar a los consumidores de una forma comercial y masiva.

En el 2011, las amigas alquilaron un espacio en la ciudadela Los Ceibos, en el norte de Guayaquil, y llevaron maquinarias que ambas habían comprado de forma individual. El valor de la inversión en equipos llega a los USD 8 000. Luego eligieron el nombre de la marca. “11:11 es la hora universal para pedir un deseo. Representa unanimidad”, dice Andrade.

Así, comenzaron a producir colecciones basadas en las tendencias y estilos del mercado. Andrade comenta que la experiencia inicial las motivó a emprender el nuevo proyecto. “La mayoría de nuestros clientes nos ubican a través de redes sociales como Facebook o Twitter”, afirma.

Una de estas clientes es María Leonor Boloña, quien define la ropa de 11:11 como productos cómodos, de precios asequibles y de alta calidad. Boloña asegura que las prendas tienen calidad de alta costura. “Los modelos son realmente originales; son diferentes a otras opciones que hay en el mercado”. Además, señala que las telas utilizadas son ‘frescas’. “Es difícil conseguir prendas adecuadas para el clima cálido de Guayaquil”, opina la clienta.

La exposición en las redes sociales y ‘show rooms’ que organizan en viviendas particulares motivaron a que se vendan sus primeras colecciones desde noviembre del 2011. Según Prieto, las ventas dependen del lanzamiento de las colecciones que pueden ser de una a dos por mes. Sin embargo, cita Andrade, en diciembre del año pasado lanzaron una colección que tuvo acogida.

Esa colección tenía blusas ‘extralargas’ que pueden ser usadas para cualquier edad o contextura física. “Las usan porque se pueden combinar con shorts, jeans y otro tipo de prendas”, afirma Prieto.

Por cada colección facturan hasta USD 1 500. La ropa se comercializa a particulares, como también a boutiques como La Madriguera (Cuenca). Andrade comenta que ellas hacen los diseños, patrones, cortes..., pero contratan a costureras especializadas en diferentes tipos de telas.

Las diseñadoras afirman que el siguiente paso es alquilar un local para las exhibiciones, debido a que el actual es adecuado solo para la producción. Las colecciones están dirigidas a mujeres entre los 15 y 35 años. No obstante, las diseñadoras quieren ampliar la fabricación de prendas para hombres e incluso, abrir una franquicia.

Sobre los productos

Los materiales. Las telas, botones, hilos y demás implementos utilizados para la elaboración de la ropa, son de producción nacional.
La elaboración. El primer paso es el diseño de las prendas; este es ideado por las socias. La costura es realizada por tres costureras especializadas, según el tipo de material que se utiliza en el diseño.