Un inmigrante venezolano ofrece tizanas, una bebida hecha con jugos y trozos de frutas como fresas, sandía y mandarinas. Foto: Ernesto Arias / EFE

Un inmigrante venezolano ofrece tizanas, una bebida hecha con jugos y trozos de frutas como fresas, sandía y mandarinas. Foto: Ernesto Arias / EFE

Las arepas de Venezuela se imponen en Lima

24 de abril de 2017 15:37

Las arepas y la tizana de Venezuela son la última sensación en las calles de Lima, gracias a los numerosos venezolanos llegados a Perú en los últimos meses con el propósito de progresar lejos de la grave crisis económica que afronta su país.

Estudiantes, ingenieros, mecánicos y periodistas venezolanos, entre otras muchas profesiones, encontraron en la venta callejera de su comida popular un primer paso para establecerse en Perú, ganar alrededor del triple de lo que recibían en su país y aspirar a una mejor calidad de vida.

Esa presencia venezolana en Lima es notoria en el Centro Histórico de la ciudad, que cada tarde se llena de decenas de venezolanos, la gran mayoría hombres, con cajones llenos de arepas al hombro o con un balde de tizana a rastras, y que triunfan con su propuesta.

A pesar de la variada competencia de comida al paso que existe en la capital peruana, como el cebiche, los anticuchos, el arroz chaufa y las papas con huevo, las arepas y la tizana levantan la curiosidad de los limeños, ya que muchos las saborean por primera vez.
“La tizana se queda en el Perú porque a la gente le gustó muchísimo”, asegura Byron Mendoza, de 26 años, llegado a Perú hace un año, mientras sirve en el Jirón de la Unión, la calle mayor del Centro Histórico de Lima, vasos a 2 soles (USD 0,60) de esa bebida hecha con jugos y trozos de frutas como fresas, sandía y mandarinas.

A pocos metros está Daniel Vera, de 25 años, natural de Barquisimeto, y técnico en seguridad industrial, quien vende arepas a 5 soles (USD 1,54) junto a un amigo.

Como ellos, son cada vez más los venezolanos que llegan a Lima para buscar una mayor prosperidad, emprendiendo un viaje que muchos peruanos hicieron a la inversa cuando la acuciante crisis de Perú a finales de los 80 llevó a miles de ellos a establecerse en Venezuela. Según la Cancillería peruana, a finales de 2016 había unos 6 000 venezolanos en Perú, cifra que se incrementó en los últimos meses.