Su próxima gran apuesta es Windows 10, que saldrá a la venta a finales de octubre y que será una base común para cualquier tipo de dispositivo. Foto: EFE

Su próxima gran apuesta es Windows 10, que saldrá a la venta a finales de octubre y que será una base común para cualquier tipo de dispositivo. Foto: EFE

Agencia DPA
Christoph Dernbach/ Andrei Sokolov
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Microsoft apuesta a vientos de cambio en su 40 aniversario

2 de abril de 2015 11:22

Microsoft llega a la adultez con aires renovadores. Tras años en los que parecía que perdía su pujanza como empresa líder del sector tecnológico, el próximo 4 de abril cumple 40 años con un cambio de rumbo ordenado por su director ejecutivo, Satya Nadella.

Al final de la era de Steve Ballmer hace un año, parecía que el gigante del software languidecía tras su largo dominio en el sector. Mientras que Apple y Google se repartían el negocio en expansión con los smartphones y las tabletas -con sus iPhones, iPads y los modelos con sistema operativo Android-, Microsoft estaba prácticamente ausente del sector móvil. La empresa se mantenía gracias a sus fuentes tradicionales, el sistema Windows y los programas para oficina Office, pero la venta de PCs y portátiles caía sin cesar y ante la ausencia de los programas de Microsoft en los dispositivos móviles, los usuarios se acostumbraban además a arreglárselas sin ellos.

Nadella ha cambiado todo eso. En vez de seguir presionando con todas sus fuerzas para meter en el mercado sus propias plataformas, Microsoft quiere estar presente con sus servicios y programas en los aparatos de la competencia. El elemento clave son los servicios de cloud (en la nube), a través de los cuales el usuario puede sincronizar todos sus datos en diferentes dispositivos.

Y aquí la empresa creada por Bill Gates cuenta con una herramienta clave, Azure. Es la siguiente de las muchas transformaciones de Microsoft en las últimas décadas. Bill Gates y Paul Allen, que eran amigos desde la infancia, crearon en 1972 su primera empresa, con el objetivo de analizar datos del tráfico. Pero la idea que sería decisiva para su futuro se les ocurrió al ver en 1975 la edición de enero de la revista 'Popular Electronics', en la cual se presentaba la "microcomputadora" Altair 8800.

"Leímos entusiasmados sobre la primera computadora personal, y aunque no teníamos una idea clara de para qué se podría usar, enseguida nos quedó claro que nos transformaría a nosotros y al mundo de la informática", escribió Gates 20 años después en su primer libro, 'Camino al futuro'. "La revolución comenzó y transformó la vida de millones de personas. En ese momento no nos podíamos imaginar hacia dónde nos iba a llevar".

El 4 de abril de ese mismo año Gates y Allen crearon la firma que al principio se llamó Micro-Soft, y aunque no es una fecha oficial, la compañía rinde homenaje a la historia con un video.

Gates fue el primero en comprender que había que separar hardware y software, que hasta entonces se ofrecían en un paquete único. Al ganar casi por casualidad el encargo por parte de IBM en 1980 para dotar de software a la primera PC de la firma, Allen y Gates pusieron las bases del legendario ascenso de Microsoft. Y fundaron también de facto la industria del software.

Paul Allen se fue de la firma ya en 1983 después de que le diagnosticaran un tumor linfático maligno que en los años siguientes pudo ser tratado con éxito. Y así entró como mano derecha de Gates el fornido Steve Ballmer. La visión de Gates y la habilidad en ventas de Ballmer no solamente llevaron "una PC a cada escritorio", sino que, más adelante, con Windows 95, hicieron realidad para muchos usuarios la promesa de obtener "Information At Your Fingertips" ("información al alcance de la mano", en este caso, sobre el teclado).

Sin embargo, mientras hacían crecer a Microsoft hasta convertirse en la mayor compañía de software del mundo, los dos cometieron también graves errores. Gates no reconoció hasta mediados de 1995 la importancia del Internet abierto y en vez de ello apostó por el servicio cerrado MSN. El competidor Netscape, que con el primer navegador que se volvió popular hizo tambalear las relaciones de poder en la industria del software, fue aplastado en una sucia guerra comercial. Como consecuencia de ello Microsoft estuvo a punto de ser obligada a dividirse en diferentes empresas por orden de las autoridades estadounidenses antimonopolio.

Dos semanas antes de que Bill Gates traspasara el sillón de mando a Ballmer el 13 de enero de 2000, las acciones de Microsoft alcanzaron su nivel máximo. Y con Ballmer la firma pudo multiplicar su facturación anual de USD 25 000 a USD 75 000 millones. Pero Ballmer no pudo impedir que Google y Facebook tomaran el mando en Internet. Y sus burlas sobre el primer iPhone en 2007, uno de los errores de apreciación más grandes en la historia de la industria de la tecnología de la información, es hoy uno de los videos de mayor éxito en YouTube.

Hace algo más de un año Ballmer abandonó la dirección de la empresa y con una parte de su fortuna compró el equipo de baloncesto profesional LA Clippers. Con Nadella, Microsoft se ha esforzado por sacudirse la imagen de dinosaurio de la industria. La empresa compró por
USD 2 500 millones el popular juego Minecraft y presentó las gafas inteligentes Hololens, que pueden proyectar holografías al entorno.

Pero, pese a todos estos cambios, aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, Microsoft perdió en los últimos años varios miles de millones apostando por su buscador Bing en un infructuoso esfuerzo por hacer sombra a Google. Su participación en el mercado de smartphones sigue siendo pequeña aunque haya comprado el sector de telefonía móvil a Nokia. Su próxima gran apuesta es Windows 10, que saldrá a la venta a finales de octubre y que será una base común para cualquier tipo de dispositivo.