Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES

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Stives Reyes
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Caterina Costa: ‘La industria espera ser escuchada’

6 de marzo de 2017 12:32

Caterina Costa, presidenta de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG) habla sobre sus planes al frente de los industriales, la actual situación económica del país y las oportunidades para el sector durante este año. Además, opina sobre el liderazgo de las mujeres.

¿Qué planes tiene al frente de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG)? 

Los planes son los mismos en esta institución que cumplió 80 años en el 2016. Estos se relacionan principalmente a la generación de plazas de trabajo y fuentes de empleo, a lograr que se mantengan siempre las reglas claras y velar por la seguridad jurídica para de esta manera defender los intereses de nuestros socios y lograr su crecimiento, pero todo como un ente técnico y propositivo.

¿ Qué espera la CIG del nuevo gobierno que se posesionará en mayo de este año? 

Esperamos que el nuevo gobierno gire su mirada hacia el sector productivo. Nosotros decimos que el mejor programa social es aquel que genera empleo productivo por lo que necesitamos recuperar las ciento de miles de plazas de trabajo que se han perdido. Es importante generar confianza y competitividad, esto va a requerir dejar de pensar en un modelo netamente extractivista y voltear hacia a nuestro sector. 

¿El nuevo gobierno deberá cambiar el modelo actual? 

Estamos seguros de que toda vez que el precio del petróleo finalmente se estabilice y tras la época de bonanza, el nuevo gobierno tendrá que mirar hacia el sector productivo porque de lo contrario esta economía no da para más. Además se tendrá que dejar ciertas cargas ideológicas que han caracterizado al Gobierno actual para tomar decisiones. 

¿Cómo califica la situación económica de los industriales durante en la última década?

Durante este tiempo vimos cuatro políticas industriales que salieron de ministerios y ninguna se implementó. Lamentablemente fueron políticas que se hicieron sin considerarnos y quedaron en papel. No se llevaron a cabo porque no puede una persona decidir por intuición, sino que se necesita al empresario para ver cuáles son los proyectos viables y cuáles son los que tienen posibilidades. 

¿Califica como negativa la situación en estos 10 años?

Pienso que hubiésemos podido potenciar la situación, no solo en el sector industrial, sino también en el exportador; ambos tuvieron dificultades. Se ha dicho que el país ha crecido y puede ser que sea un crecimiento grande, pero si nos comparamos con el resto del mundo tal vez no fue tan grande.

Entonces, ¿sería ineficiente?

No. Pienso que se concentraron en temas que, dada la bonanza del petróleo, no eran tan importantes como sí lo eran la generación de empleo y el fortalecimiento del sector productivo. Tenemos estadísticas terribles que señalan haber perdido cerca de 250 000 plazas de empleo adecuado. Estamos regresando a las cifras del 2007, antes de la bonanza. 

¿Cuáles fueron las dificultades y qué estrategias se aplicaron para sortearlas?

Con el presidente Rafael Correa se pidieron algunas reuniones. Una fue el 2 de agosto de 2012 donde se logró reiniciar las negaciones para el acuerdo con la Unión Europea (UE); después hubo otra reunión el 2 de marzo de 2015 en la que se hicieron 37 propuestas de las cuales se implementaron una o dos. Estoy segura que la situación del país sería distinta si las propuestas se hubiesen llevado a cabo cuando se las propuso.

¿Qué estrategias utilizaron para cumplir sus propuestas?

El diálogo se ha mantenido allí, pero no es de doble vía. Entonces lamentablemente creo que en este período hubo una carga ideológica que no permitió implementar los cambios que se requerían.

¿Cómo ve la CIG la actual situación económica del país?

Nuestro sector muestra una caída del 2,2% en crecimiento y la situación no cambia. Estamos trabajando en propuestas para el nuevo gobierno y esperamos que sean escuchadas, recuperar la confianza y la competitividad que tanto necesitamos.

¿El país está mejor, igual o peor que hace un año atrás?

Según los indicadores hay muchos sectores contraídos. La recaudación tributaria se ha
afectado, la liquidez que había en el sector privado ha pasado al sector público y la confianza de la inversión extranjera directa es menor. Si nos comparamos con nuestros vecinos, la situación es preocupante porque ellos han avanzado en temas como los acuerdos con la UE y con los Estados Unidos.

¿Las salvaguardias y las últimas reformas laborales los han afectado?

Definitivamente. Las salvaguardias y la carga tributaria han hecho de Ecuador un país caro. Si uno ve como se ha acumulado la inflación en Ecuador respecto de EE. UU., que tiene la misma moneda, vemos que en 10 años nos hemos encarecido 30 puntos más en inflación. Las reformas laborales afectaron los indicadores de empleo. Está bien que se den beneficios, pero tenemos que pensar en quienes no tienen trabajo.

¿Cuáles son las oportunidades para el sector industrial durante este 2017?

Las oportunidades están en la medida en que el país genere confianza y competitividad. El acuerdo con la UE es un espacio para trabajar. Allí hay muchas formas de hacer alianzas. Nos tocará hacer alianzas con industrias de la región o países vecinos, porque allí hay como acumular origen.

¿En qué sectores cree que hay oportunidades?

En todos los sectores, partiendo por los que están importando desde la UE. Nosotros sabemos que en Colombia, cuando se firmó el acuerdo con la UE, lo primero que creció en exportaciones fueron los vegetales y las frutas frescas y en seguida artículos de plástico y textil. Entonces, tenemos que buscar esos espacios para crecer.

El acuerdo con la UE genera expectativa, ¿qué faltaría para perfeccionar el convenio?

Necesitamos que las autoridades generen confianza a través de la estabilidad jurídica. Necesitamos reglas claras y no un cambio constante de esas reglas.

¿Se considera una líder?

Soy parte de una cadena, me siento un eslabón más y hay ciertas cosas que no las pienso sino que las hago con cariño y convicción. Creo que soy una persona normal como cualquier otra, tan ordinaria o extraordinaria como puede ser un ser humano.

¿Qué hace falta para que más mujeres sean líderes?

La mujer tiene que entender que su participación profesional es necesaria para el crecimiento del país y que en ese espacio ella no pierde su esencia, sino más bien aporta con sus diferencias. En todos los espacios de la vida se requiere de esa diversidad.