Guido Caicedo, de la Espae, presentó  los resultados del GEM 2015 para Ecuador. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES

Guido Caicedo, de la Espae, presentó los resultados del GEM 2015 para Ecuador. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES

Washington Paspuel
y Redacción Quito (I)
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El nuevo emprendedor tiene retos por superar

6 de junio de 2016 10:33

En el 2015, uno de cada tres adultos en Ecuador había emprendido en un negocio nuevo o estaba en proceso de hacerlo. Los nuevos emprendimientos y los que estaban en gestación carecen, sin embargo, de muchos de los ingredientes que conducen a la consolidación de un negocio a largo plazo. De hecho, buena parte de esos emprendedores ecuatorianos no llegaron a concretar un negocio consolidado, pues el 7% de ellos lo cerró en los últimos 12 meses.

La situación de la Actividad Emprendedora Temprana (TEA, por sus siglas en inglés) en Ecuador, se analiza en la nueva edición del Global Entrepre­neurship Monitor (GEM), documento que fue presentado el pasado miércoles 1 de junio. El reporte arroja cifras del ­panorama del emprendimiento temprano en 62 países, con economías en distintas fases de desarrollo.

En Ecuador, la investigación que aporta al GEM 2015 estuvo a cargo de la Espae Graduate School of Management, la escuela de negocios de la Escuela Politécnica del Litoral. Los datos compilados en este documento ubican a Ecuador con la TEA más alta de los países de América Latina, seguido por Chile y Colombia, en ese orden. Ecuador registró un TEA de 33,6%. De ese porcentaje, el 25,9% correspondió a negocios nacientes y un 9,8% a negocios nuevos.

“Este proyecto mira a los emprendedores nacientes y nuevos, de hasta 3,5 años, y no a las compañías. Lo que tratamos de identificar son factores de la persona y del entorno que pueden convertirse en obstáculos para el emprendimiento”, explica Virginia Lasio, investigadora de la Espae y quien preside el GEM en Ecuador. Lasio matiza el elevado porcentaje de emprendimientos nuevos en Ecuador, con el hecho de que tener muchos emprendedores “no quiere decir que haya un impacto de estos en el crecimiento del país”. A su criterio, Ecuador se caracteriza en favorecer el emprendimiento, pero el impacto de este no se evidencia en la economía.

Los nuevos emprendimientos, como también los nacientes, tampoco están reduciendo la brecha del desempleo en el país, porque muchos no alcanzan a consolidarse a lo largo del tiempo. Esto tiene que ver, para los investigadores, con las motivaciones para emprender en un negocio, como también el tipo de emprendimientos que se ejecutan.

Guido Caicedo, también investigador de la Espae, considera que frente a la cifras, se requiere hacer que las personas que visualizan ideas emprendedoras, lleguen a cristalizar el inicio de una operación. “No sabemos qué ocurrirá cuando se publiquen los resultados del GEM 2016, porque los cambios macroeconómicos (actuales) sí impactan en la actividad emprendedora”.

El GEM también analiza el clima emprendedor, los factores del entorno que proveen las condiciones para el desarrollo de la actividad emprendedora, resume el documento presentado la semana pasada. Para analizar ese entorno, el GEM echa mano de la Encuesta Nacional de Expertos. Se trata de un conjunto de 36 profesionales en cada país que analizan, bajo su experiencia en políticas, financiamiento, mercados, educación, etc., el estado de la contribución al emprendimiento. Ese análisis de los profesionales se hace sobre factores considerados críticos: apoyo financiero, capacidad para emprender, programas de gobierno, apertura de mercados, clima económico, entre otros.

Asentado en Ecuador, el análisis de los profesionales considera que han surgido iniciativas privadas “que permiten mejorar el ecosistema emprendedor”. Entre esas iniciativas, se destacan las de financiamiento, mediante capital de riesgo o a través de inversores ángeles. Allí están también incubadoras de emprendimiento como Innobis, creada este año en Guayaquil, con financiamiento del grupo empresarial Nobis.

De parte del Gobierno, se destaca el apoyo de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación con su proyecto Banco de Ideas, que facilita capital semilla para emprendedores.

¿Dónde emprender ante el freno económico?


En la actual situación económica que atraviesa el país aún existen oportunidades o espacios para emprender con posibilidades de éxito. Álvaro Castillo, director del centro de emprendimiento Prendho de la Universidad Técnica Particular de Loja, señala que uno de los sectores con potencial para emprender es el agroindustrial. “Allí se puede desarrollar productos con valor agregado que no tengan solo un enfoque local, sino que puedan competir a escala regional o global”.

Castillo considera que si las universidades y centros de investigación trabajan juntos se pueden obtener productos con mayor grado de innovación, que los que ya se producen. “Si esa filosofía de trabajar en equipo se inculca en sectores como agroindustria, tecnología, turismo, podemos desarrollar productos o servicios con posibilidades de éxito y los emprendimiento no dependerán de la situación del país”.

Una visión similar es la de Giovanni Rosania, coordinador de emprendimiento de la Universidad San Francisco de Quito. Él asegura existen dos frentes para emprender: el primero es agregar valor y pensar en productos elaborados a partir de materias primas tradicionales. El segundo frente, que señala Rosania, es aprovechar la biodiversidad y la diversidad cultural que tiene el país para impulsar al turismo. “Esa es una ventaja comparativa que tiene el Ecuador este momento”.

Gary Flor, consultor en temas de emprendimiento, cree que en tiempos de crisis los emprendimientos deben apuntar a sectores como alimentos, desarrollo de software y servicios como reparación de equipos electrónicos. “la gente no deja de comer y el desarrollo de software sirve solucionar problemas específicos de las empresas y es relativamente factible de emprender”.

Otra opción que recomienda Flor está en reparar equipos básicos como electrodomésticos, computadoras, televisores, celulares. “Podría ser una interesante línea de emprendimiento ya que la población no tiene recursos para comprar equipos nuevos”.

Según el estudio GEM 2015, el año pasado se encontraron casos exitosos de emprendimiento que son parte de la llamada economía digital. El informe sostiene que lo importante es que el ecosistema emprendedor sirve para motivar pueden motivar a otros que están empezando. “Su importancia radica en el efecto multiplicador que tienen en la cultura emprendedora como modelo de rol y en la atracción de inversionistas hacia emprendimientos no tradicionales con potencial de crecimiento”.

La calidad de las iniciativas aún tiene requisitos que cumplir

Ana María Segovia sueña con poder exportar. Esta joven universitaria de 24 años, estudiante de la carrera de Ingeniería Comercial en la Universidad de Guayaquil, montó hace dos años un negocio de venta de carteras y accesorios de mujer, elaborados con fibras sintéticas. El año pasado Segovia abrió un local en la ciudadela Urdesa, en Guayaquil con un préstamo bancario.

Ella ha acudido a ferias y ha recibido capacitaciones de ProEcuador, sobre técnicas para poder exportar. La semana pasada participó una rueda de negocios en Guayaquil, donde acudieron compradores de varios países. “Mi meta es vender mis creaciones en el exterior, con mi propia marca, pero es algo difícil, hay mucha competencia”.

Segovia pertenece al grupo de emprendedores nuevos que inician un negocio con una visión de oportunidad. Lo resultados del GEM 2015 para Ecuador arrojaron que para mediados del año pasado, el 62% de la población consideró emprender como buena opción de carrera. Se trata de una caída de 2%, con relación al 2014.

Guido Caicedo, investigador de la Espae y parte del equipo GEM Ecuador, los emprendedores apuntan hacia los negocios que ven que les va bien. “Pero por cada negocio de comida que le va bien, hay 20 que les va mal”.

Xavier Ordeñana, también investigador de la Espae, se pregunta si estos nuevos emprendimientos están generando un impacto en el desarrollo económico.

“Hay una respuesta compleja. Definitivamente si una persona no tiene empleo, y se dedica a abrir un negocio, una tienda, un local de comidas, y empieza a generar ingresos, difícilmente un economista puede decir que eso no está generando un desarrollo económico.”

Segovia señala que ya tiene clientela, aunque pequeña, pero que le permite sacar adelante su emprendimiento. “La idea de exportar es mostrar afuera la calidad de nuestro producto, mi meta es lograrlo en un par de años”.

En el país, menos de la mitad de quienes se califican como emprendedores se consideran autoempleados. Muchos de ellos no logran consolidar sus emprendimientos hasta llegar al nivel de negocios consolidados. Aunque el país es el que más emprendimientos nuevos registra entre los países latinoamericanos, en contraste la tasa de supervivencia de estos negocios es baja. “En Ecuador, la baja supervivencia de un gran número de emprendedores tempranos puede responder a problemas de calidad de los emprendimientos o de eficiencia del ecosistema para potenciarlos o ambos”, sostiene el estudio.

La publicación define como emprendimientos de calidad aquellos con habilidad para el crecimiento acelerado, capacidad de generación de empleo, que incentiven la productividad y con potencial contribución al desarrollo económico.

Ordeñana considera que muchos de los emprendimientos nuevos generan un impacto más bien limitado. “Resuelven un problema muy importante, bajar la informalidad, la falta de ingresos, pero si queremos que ese emprendimiento genere muchos empleos, tenemos que empezar a cuestionar qué necesitamos.”

En el caso de Eduardo Guevara, estudiante de tercer año de la carrera de Ingeniería Informática de la Espol, su emprendimiento -una ‘app’ para el monitoreo de mascotas- nació de un ejercicio pedagógico más que de una necesidad económica. Guevara ideó su aplicación hace seis meses, pero los recursos para ejecutarla han sido escasos. “Me ayudan mis padres, pero si la logro comercializar, necesitaré un préstamo”.

Las motivaciones para emprender varían según las edades. Mientras para los jóvenes de entre 18 y 24 años la principal motivación es la oportunidad de mejora de sus ingresos o su independencia, para las personas de entre 45 y 54 años, es la necesidad económica.

Los datos

Cierre de negocios 
Entre los emprendedores nuevos, las motivaciones para haber clausurar un negocio variaron entre el 2014 y el 2015. Hace dos años, la principal causa para el cierre fue que el negocio no resultaba lucrativo, seguido por problemas de financiamiento, y de razones personales. Mientras, el año pasado las principales razones fueron por motivos personales, el negocio no era lucrativo, y por problemas de financiamiento, en ese orden.

Las motivaciones Entre los negocios nacientes en Ecuador, la principal motivación para su creación fue la oportunidad de mejora. El 35% de los emprendedores en gestación dijeron que lo hicieron como una oportunidad de mejora. En tanto, el 33,3% indicó que lo hizo por necesidad. Mientras tanto, para los negocios establecidos (con más de 3,5 años de creación), el 48% dijo que la motivación fue la necesidad, y tan solo el 26% la oportunidad de mejora.

La competencia El 42% de los emprendedores tempranos cree que tienen mucha competencia, mientras que el 21% considera que no tienen competencia. En el caso de los emprendimientos nuevos, las cifras resultan similares: el 47,6% consideran que tienen mucha competencia, y el 19% creen que no la tienen.

Los millennials Entre la generación del Milenio, o los nacidos entre 1980 y el 2000, se evidencia una tasa de negocios nacientes del 26,8%, y del 13,4% de negocios nuevos. Un estudio de Cemdes, que se incluye en el análisis del GEM Ecuador, señala que 1 de cada 3 ecuatorianos forma parte de este grupo y que el 51% consideró el emprendimiento como su opción para ganarse la vida.