Redacción Quito
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Las empresas no son como una familia

Los problemas de comunicación en el interior de una empresa pueden acarrear serios inconvenientes en las relaciones personales y en la comunicación de sus empleados en sus hogares. Eso, si no son tomados en serio por sus directivos.

Así lo asegura Edgar Lascano, gerente General de Holística Consultores, una empresa enfocada en el mejoramiento del desempeño empresarial.

“Como personas, tendemos a trasladar de un espacio a otro los elementos que nos causan frustración, y esa frustración también es compensatoria”, explica. “Por ejemplo, si mi jefe me trata mal y no me permite comunicarme como yo quiero, yo traslado a mi hogar esa frustración y compenso los gritos de mi jefe, gritándole a mi familia”.

Una situación así vivió Ricardo Mora cuando comenzó a trabajar en el sector público. Él recuerda que en esa dependencia, cada departamento buscaba reconocimiento individual y en ese esfuerzo se olvidaban del trabajo en equipo, por querer destacar de los demás. “Cada departamento ocultaba información y era muy difícil que los procesos de contratación o permisos fluyan de esta forma”, comenta.

En su primer año de trabajo, no solo tuvo dificultades en la empresa, sino que también en su casa. “Llegaba cansado, molesto... y por alguna razón que no comprendía siempre tenía motivos para discutir de cualquier cosa con mi familia o hasta con mis perros”, cuenta.

Algo similar le sucedió a Adrián Vélez en su primer empleo. “A los seis meses pasaba discutiendo con mi novia, pero cuando renuncié todo volvió a la calma”.

“En la empresa en la que hoy laboro hay organización y la comunicación con mis superiores es buena. Es curioso, pero desde que trabajo ahí, muy rara vez discuto por algo en mi casa”, cuenta.

Un síntoma de mala comunicación dentro de la empresa -cuenta Marcia Pulla, directora de la firma MBPC consultores-, es la presencia de demasiada burocracia en los procesos de una institución.

“Generalmente las empresas públicas tienen ese inconveniente, porque no hay un manual de procedimiento y lo que se hace es crear más cargos cuyas funciones no están bien especificadas”, explica.

Cuando los procesos de una empresa demoran y no fluyen en beneficio de la obtención de resultados, comenta Pulla, se genera un estrés laboral que se traslada al empleado y, luego, a su familia.

Otro de los síntomas de mala comunicación en las empresas se identifica cuando se da prioridad a la comunicación informal por encima de la comunicación formal. “Una empresa que no tiene buena comunicación prioriza la comunicación informal, es decir, los chismes, sobre comunicación formal”, comenta Jaime Ocampo, experto en Administración.

Para evitar los problemas de comunicación, Lascano recomienda no personalizar conflictos; es decir, cuando existen opiniones opuestas en cualquier tema del trabajo, no se debe confundir las discusiones profesionales cotidianas como si se tratase de asuntos personales.

“Las relaciones de trabajo en una empresa son profesionales, no personales. Hay un concepto equivocado de que en las empresas los empleados son una familia. Las empresas no son una familia sino un grupo de personas con una misión y visión en común”, asegura el gerente General de Holística Consultores.

Otros síntomas

  • La línea de mando. Las jefaturas que no cuentan con roles bien definidos en una empresa pueden causar problemas de comunicación interna y confusión de funciones.
  • El diálogo. Un síntoma de mala comunicación se produce cuando un empleado se equivoca y no tiene la confianza para discutirlo con su jefe directo o con sus superiores.
  • La adulación. Los subalternos le dicen al jefe lo que quiere oír y no lo que está pasando en la realidad. El control y seguimiento se convierte en eso: tú me sigues y yo miento.