Las personas pueden canjear las fundas plásticas de los pañales por premios en los puntos autorizados. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

Las personas pueden canjear las fundas plásticas de los pañales por premios en los puntos autorizados. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

Las fundas de sus productos tienen un valor especial

24 de julio de 2017 15:09

Las fundas y envases plásticos de los productos Pequeñín casi nunca terminan en la basura. Para los clientes de esta marca estos materiales, considerados residuos, tienen un valor especial.

Desde hace ocho años, Pequeñín premia a quienes entregan los empaques de los pañales, de los paños húmedos, del champú y de las cremas protectoras a la empresa.

Los cuidadores de bebés de cero a tres años que retornan estos materiales reciben productos para estimular a los pequeños, artículos de aseo, utensilios para la comida, prendas de vestir y hasta pueden participar de conferencias virtuales con expertos en crianza, menciona Gabriela Vásquez, coordinadora de Mercadeo Relacional de Pequeñín.

Para ser parte de este programa de responsabilidad social, los clientes deben ingresar de manera virtual la clave de cada una de las fundas y de los envases en la página www.pequenin.com o en la aplicación móvil Pequeñín.

Una vez concluido este proceso, las personas deben entregar estos empaques en los lugares autorizados a escala nacional. El canje de los premios se hace en función de los puntos acumulados.

Desde que es parte de este programa de Pequeñín, Ximena Briones recuerda que ha canjeado las fundas de los pañales, de los paños húmedos y los envases de las cremas por juguetes lúdicos, loncheras y otros artículos para sus hijos Miguel Alejandro, de 8 años, y Eduardo José, de 2.

Además, Briones ha recibido asesoría de profesionales sobre el desarrollo de sus hijos. “La página web tiene bastante información sobre el proceso de crecimiento de los niños. Es muy útil”.

Para este programa que promueve la estimulación temprana de los bebés y orienta a las mamás en la crianza, la marca destina más del 2% de su presupuesto. Pero aparte esta iniciativa contribuye al cuidado del ambiente.

Con la recolección de los empaques de Pequeñín se evita que toneladas de plástico terminen en un relleno sanitario. Así se reduce la contaminación, porque este material tarda más de 100 años en degradarse, refiere Sergio Ochoa, gerente de Negocios de Pequeñín.

En los dos últimos años, por ejemplo, la marca ha recolectado alrededor de 18,6 toneladas de plástico en todo el país.

Todos los empaques que entregan las personas en los puntos de canje se trasladan a los centros de acopio de Quito, Lasso y Guayaquil. Y luego estos se transfieren a gestores ambientales autorizados por el Ministerio de Ambiente.

Las personas que se llevan este material reciclado acuden al menos tres veces a la semana a la empresa, comenta Germania Pallasco, quien trabaja en Renueva. Al mes, en promedio, esta gestora ambiental refiere que se recolectan unas 10 toneladas de fundas plásticas y empaques.

Todo este material es procesado hasta transformarlo en materia prima. Este componente, llamado pelex, se usa para elaborar fundas de basura, mangueras de agua, plástico para recubrir cables de electricidad, armadores, membranas impermeables y otros.

Estos productos hechos con las fundas de pañales, de paños húmedos, frascos de champú y cremas se venden en almacenes para que la gente los vuelva a usar.