Frixon Angulo instaló hace un año un restaurante, que rescata la tradición gastronómica afrodescendiente. Foto: Juan Carlos Përez para LÍDERES

Frixon Angulo instaló hace un año un restaurante, que rescata la tradición gastronómica afrodescendiente. Foto: Juan Carlos Përez para LÍDERES

María Victoria Espinosa (F) Contenido intercultural
Descrición
¿Te sirvió esta noticia?:
Si 10
No 0

La gastronomía esmeraldeña se instaló en tierra tsáchila

19 de febrero de 2018 06:43

La sazón afroesmeraldeña se trasladó a Santo Domingo de los Tsáchilas. El bailarín Frixon Angulo abrió un restaurante que conservara el sabor y la tradición de Esmeraldas, la ‘Provincia Verde’.

El objetivo de este emprendedor es transportar a sus comensales hacia esa zona costera, no solo por el sabor de la comida sino por la decoración del local.

Al lugar se lo pintó de verde y blanco, que representa la bandera de Esmeraldas. En el techo, con la ayuda de una tela azul, se emula al mar con sus olas y peces.

Mientras que a la entrada del restaurante se observa una red con peces y los instrumentos musicales que identifican a los afrodescendientes: marimba, maracas, cununo y bombo.

En las paredes se han pegado fotografías sobre el paso de Angulo por varios ‘realities’.
Uno de esos fue ‘Bailando por un sueño’, en el que concursó con la actriz Sofía Caiche y del que adquirió el apodo ‘Marimba’.

De hecho, por eso su restaurante se llama ‘La sazón de Marimba’. El esmeraldeño señaló que en el restaurante pudo mezclar sus dos pasiones: la gastronomía y el baile. Eso debido a que se hacen presentaciones de danza afrodescendiente al son de la marimba.

La idea del negocio nació hace más de un año. Angulo y su familia vivían en Chone (Manabí) cuando se dio el terremoto del 16 de abril. “Mi esposa era profesora en ese sitio y la trasladaron a Santo Domingo. Así que decidimos viajar todos porque allá no había oportunidades de trabajo”.

La familia Angulo invirtió USD 18 000, que eran sus únicos ahorros, en el restaurante. Compraron cocinas, refrigeradoras, mesas, sillas, vajillas, utensilios de cocina, entre otras cosas.

Para hacer la cartilla con el menú, Angulo recordó los platos de su niñez en el barrio Isla Piedad, de Esmeraldas. “Éramos 13 hermanos y mi mamá trabajaba. Así que yo me hacía cargo de la alimentación de los más pequeños como podía. Así aprendí”.

También recordó los platos de su provincia que añoraba mientras vivía en Quito, Guayaquil y Chone e inventó recetas como el bolón relleno de mariscos.

Marlon Rivadeneira es un comensal que visita el lugar cada domingo. Lo hace porque esos días se puede degustar del bolón de mariscos y del tapao arrecho.

Este último es popular en Esmeraldas y sirve para aliviar el malestar de la resaca. “Antes para el ‘chuchaqui’ solo comía encebollado, pero el tapao es levanta muertos”, señaló Rivadeneira.

Angulo aseguró que los fines de semana empezó vendiendo el encebollado esmeraldeño, pero a la par promocionaba el tapao, que es una sopa con diferentes tipos de carnes y embutidos. Ahora esos dos platillos se venden por igual.

Según Angulo, las ventas han aumentado en los últimos meses de 50 a 100 platos diarios y los fines de semana esa cifra se triplica.

Él afirmó que el éxito que ha tenido se debe a que los clientes han recomendado el lugar con otras personas por la sazón y porque los precios son económicos. En el restaurante se encuentran platos desde USD 2 hasta USD 10.

Además no se utilizan aliños y saborizantes que contienen químicos. “Solo utilizamos las especies como la chillangua, que son típicas de Esmeraldas”.

Para el comensal Gilberto Morán, la clientela también regresa por la atención que se les brinda.“Los platos son grandes y si uno quedó con sed puede pedir más jugo sin pagar adicional”.

A los clientes les atiende Angulo o alguno de sus tres hijos, quienes aprovechan para tomarse fotografías con ‘Marimba’, en una pared especial para esta actividad.

El negocio

La primera inversión en el restaurante fue de unos USD 5 000 para comprar los utensilios de cocina.

En la decoración del local gastaron unos USD 3 000. Solo en la impresión de más de 200 fotografías se invirtió USD 500.

Los instrumentos musicales y los barcos fueron elaborados en Esmeraldas, para generar empleo para los artesanos.

La música  hace parte de los servicios que ofrece el restaurante. Cuando hay reservaciones de más de 20 personas, el grupo de bailarines realiza una presentación gratuita.

El restaurante se promociona a través de las redes sociales y con volantes.