Modesto Moreta/Líderes Rufino Masaquizaproduce champú usando las hierbas y raíces del penco negro, de donde se obtiene el tzawar mishki.

Rufino Masaquizaproduce champú usando las hierbas y raíces del penco negro, de donde se obtiene el tzawar mishki. Foto: Modesto Moreta/Líderes

Las hierbas andinas son la materia prima para elaborar champú

12 de enero de 2018 06:35

Aplicando los conocimientos andinos la microempresa Armana Pushku produce champú elaborado con hierbas ancestrales. Este tónico elimina la caspa y evita la caída del cabello.

El yachak (sanador en español) Rufino Masaquiza hace 12 años trabaja en la recuperación de los saberes de los taitas y mamas de esa comunidad localizada en la vía Ambato-Baños, en Tungurahua.

En su casa, ubicado a un costado de la carretera de doble carril, funciona un pequeño laboratorio. Allí prepara el romero, arrayán, el sauco, la ortiga y las raíces de la cabuya negra para producir el champú que lo comercializa a los turistas y a los vecinos del sector.

Es más, el Ministerio de Salud Pública, luego de los análisis y pruebas respectivas, extendió el Registro Sanitario a Armana Pushka Shampoo alternativo elaborado por un Yachak.

El proyecto se inició hace 2006. Masaquiza asegura que la investigación le tomó dos años y luego de varios cálculos comenzó a producir. Actualmente distribuye el champú en Salasaka y en Quito, pero la idea es abrir más mercados en otras ciudades como Otavalo. Mensualmente vende USD 400.

Cuando obtiene un líquido color café oscuro agrega el sumo que logra tras machacar las raíces del cabuyo negro. Esta técnica aún la utilizan las mujeres de la comunidad para lavarse el cabello. “Esta fórmula ancestral le tonifica el cabello, hace más resistente e hidrata impidiendo la caída y la caspa”.

Una de las recomendaciones es aplicarse en el cabello seco y luego de cinco minutos lavárselo. Sus clientes son los turistas que llegan de Cuenca, Ambato, Riobamba, Quito y otras ciudades.

Hace tres años Oswaldo Moreta compra este producto. Dice que desde que lo utiliza comenzó a obtener resultados. Antes el cabello se le caía, ahora ese proceso disminuyó. También, dejó de tener caspa. “Es una buena idea aplicar los conocimientos antiguos indígenas en producir productos que ayuda a las demás personas”.

Zoila Caizabanda también tiene esos conocimientos que los trasmitió a Masaquiza. La mujer cuenta que adquirió los conocimientos de su madre y los aplica con la familia y que mejor que ahora se desarrolle dentro de la comunidad estos saberes ancestrales para que la gente conozca .

Recolecta las raíces de la cabuya, los limpian y guardas en una shigra. Luego se dirige a la fuente.

Ella explica que las raíces de los pencos son machacadas con una piedra, luego se le friega y comienza a salir un líquido espumoso color blanco. Este se coloca sobre el cabello seco. “Hay que deja por unos cinco minutos y luego se lava, eso impide que se caiga o haya caspa”, asegura.

Cuenta que en la antigüedad no había los detergentes, jabones y más productos, sino que utilizaba las yerbas y la cabuya para bañarse, sanarse de la sarna y otras enfermedades de la piel. Un frasco de shampoo 500 mililitros cuesta USD 3,50.

La inversión inicial en su proyecto fue de USD 500. Los invirtió en la compra de los utensilios y los frascos para el envasado. Además, en los trámites para obtener el Registro Sanitario. “Eso garantiza la calidad del producto, que está probado. Por eso hay más gente que compra y con buenos resultados”, dice Masaquiza.

Masaquiza se graduó en la Universidad Politécnica Salesiana como licenciado en Ciencias de la Educación e Intercultural Bilingüe. Ahí se relacionó que con expertos indígenas conocedores de la cultura andina.

Este yachak es uno de los investigadores de la cultura Salasaka y de los saberes ancestrales de su pueblo. Trabaja en el rescate impartiendo sus conocimientos a los niños y jóvenes en cada uno de las fiestas que asiste, especialmente relacionadas como los raymis.

Uno de los proyectos también es producir cremas y pomadas para sanar la sarna y otras enfermedades de la piel. Además, utilizar el tzawar mishki, bebida extraída del penco negro, para eliminar los dolores de huesos, desinflamar la próstata, en la hidratación y otras hierbas andinas para curar los problemas de dermatitis como la sarna y hongos.