En las instalaciones de Impaqto se cumplió un foro para analizar el sistema B. Allí participó Camilo Ramírez (tercero desde la derecha). Foto: Cortesía Impaqto

En las instalaciones de Impaqto se cumplió un foro para analizar el sistema B. Allí participó Camilo Ramírez (tercero desde la derecha). Foto: Cortesía Impaqto

El sistema B, la redefinición del sentido de éxito económico

3 de octubre de 2017 15:00

Sistema B es una organización que promueve la redefinición del sentido del éxito en los negocios ¿Cómo lo hacemos? Articulando academia, empresas, inversionistas, política pública, el mercado de forma tal que de aquí a 10 o 15 años el éxito de una empresa no sea solamente lo financiero, sino también lo social y ambiental.

Esta idea comenzó en EE.UU., cuando un grupo de empresarios decidió crear una certificación que reconociera más allá de un producto, lo esencial de una compañía, y tuviera en cuenta no solo el valor financiero de los accionistas sino de toda la comunidad.

Camilo Ramírez, director de Desarrollo de Sistema B,
aclara algunos puntos sobre este modelo.

Por ejemplo, menciona que todas las empresas B miden su impacto social y ambiental y se comprometen de forma personal, institucional y legal a tomar decisiones considerando las consecuencias de sus acciones a largo plazo en la comunidad y el medioambiente.

“Estas compañías asumen con responsabilidad y orgullo pertenecer a este movimiento global de empresas que quieren hacer un cambio, utilizando la fuerza de mercado para dar soluciones a problemas sociales y ambientales. La Empresa B aspira a ser la mejor para el mundo y no solo del mundo”.

El Movimiento B, explica Ramírez, necesita de líderes de la sociedad civil, de comunicadores, artistas, estudiantes, intraemprendedores, mujeres, hombres, adultos, jóvenes, y todos los que quieran sumar fuerzas para que conozcan, valoren y promuevan esta nueva forma de construir la economía.

¿Cómo el Sistema B se encuentra redefiniendo la economía de los países? “Hoy estamos en una etapa inicial, en donde lo que hacemos es inspirar a los emprendedores a que midan el éxito de esta forma, esperamos que a través de multiplicadores y muchas redes se logré este cambio estructural de la economía”. La clave, añade es que el éxito de una empresa se mida desde lo social y lo ambiental y no solo desde el tema financiero.

Al hablar de la proyección de esta clase de empresas, Ramírez dice que las empresas B, en el Ecuador y el mundo, son necesarias porque utilizan la fuerza de los negocios para solucionar problemas sociales y ambientales.

“Esta tendencia está en crecimiento, se conecta con esta generación, con las expectativas de las nuevas generaciones y está creciendo. Al principio no había más que solo una empresa B, hoy ya son más de 2 000”.