Los esposos Tamia Lema y Miguel Ramírez impulsan esta iniciativa que siempre ofrece nuevos diseños. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES

Los esposos Tamia Lema y Miguel Ramírez impulsan esta iniciativa que siempre ofrece nuevos diseños. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES

Kay Textiles innova con diseños andinos

29 de diciembre de 2016 15:10

Cuando el otavaleño Miguel Ramírez viajaba como músico por Estados Unidos, Europa y Asia, siempre le gustaba observar los diseños de artesanías locales.

Luego de varias temporadas, de ir y volver junto con otros músicos andinos, eligió dejar los viajes y quedarse en Otavalo.

Una de las razones fue que decidió casarse. Su esposa es Tamia Lema y su suegro, Pacho Lema, es uno de los artesanos más reconocidos por el aporte al desarrollo textil de esta localidad.

Hace cuatro años, la joven pareja de emprendedores decidió instalar la factoría Kay Textiles, que en español significa (Esencia). La firma lleva el nombre del segundo de los tres hijos.
La empresa se especializa en la confección de tejidos en yacares con iconografía de pueblos ancestrales, pero con modelos contemporáneos, explica Ramírez.

“Mi propuesta es fusionar los íconos de otras culturas con los nuestros para ofrecer nuevos diseños”, afirma el emprendedor.

Por eso, en febrero pasado, Kay Textiles recibió un certificado por parte de la Fundación Sinchi Sacha por destacarse en el uso y apropiación del patrimonio iconográfico del Ecuador antiguo para la innovación de productos artesanales con identidad.

La distinción es por el exitoso proceso de innovación en el diseño de las telas con identidad cultural, comenta Juan Martínez, titular de la entidad.

Previamente, Sinchi Sacha brindó una capacitación a estos artesanos en torno a la simbología ancestral. Esto ha contribuido a cambiar la matriz del diseño de los productos que se ofrecen en la feria de Otavalo (Mercado de Ponchos), asegura Martínez.

“Miguel con una facilidad extraordinaria logra crear íconos de las culturas milenarias. Posee cientos de diseños. La mayoría son exclusivos”, dice el vocero de Sinchi Sacha.

Los esbozos y la calidad de las telas son la estrategia para captar mercado. Entre los clientes de Kay Textiles están unos 20 talleres que elaboran mochilas, carteras, billeteras... La mayoría son de Otavalo, pero también hay de Quito y Ambato.

La materia prima se produce en la planta textil, ubicada en la parroquia de San Roque, en el vecino cantón Antonio Ante.

En esta especie de minicoliseo operan tres modernas máquinas tejedoras, que fueron traídas de Europa. En los aparatos invirtieron USD 180 000.

Ramírez es el encargado del funcionamiento y mantenimiento de la planta industrial.
Kay prácticamente es una empresa familiar. Tamia Lema, en cambio, administra el almacén que funciona en Otavalo.

Ella señala que cada semana sacan nuevos colores y diseños de telas. También, fabrican cobijas con símbolos precolombinos.

Los productos tienen una alta demanda. De febrero a junio, que es la temporada alta, producen entre 2 500 a 3 000 metros de tela, cada mes. Además, 2 400 metros mensuales, de cobijas. Aclara que la maquinaria, que hoy opera de 07:00 a 19:00, tiene una mayor capacidad de producción.

La textilera también ha incursionado en la elaboración de alfombras, pero solo bajo pedido. Cada metro lo vende en USD 40.

Por las limitaciones que hay en el mercado para adquirir hilos la mayoría se produce en fibras acrílicas. Aunque si el cliente solicita también se entrega en algodón o lana, aunque los costos aumentan.

Otra de las innovaciones de este negocio es que también reproducen diseños que llevan los clientes. Lema indica que respetan los derechos de autor.

Pese a que la mayoría de clientes visita el almacén, también realizan negocios vía correo electrónico o redes sociales.

Los últimos modelos se promocionan principalmente por la cuenta Facebook Kay Textiles.
Otras de las formas de darse a conocer son las ferias. Una de las últimas fue la exposición Thapachakuy (Recogiendo la paja), artesanías, arte y diseño, que se efectuó en el club Jacarandá, en Quito, el 11 de diciembre.

El grupo Thapachakuy congrega a los 60 artesanos más destacados a escala nacional, explica Ivonne Durán, líder del proyecto. “Se tratan de productos de alta calidad, algunos han sido reconocidos internacionalmente”.