Xavier Montero / Redacción Quito
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El mal aliento opaca la imagen del líder

Paola T. lleva dos años laborando como asistente de gerencia en una institución financiera de Quito. Aunque admite vivir un ambiente de trabajo muy saludable en su oficina, el mal aliento de su jefe le provoca severas molestias.

“El profesionalismo de mi Gerente es indudable. Es evidente que tiene problemas gástricos y aunque somos directos con las sugerencias para su aliento, se excusa diciendo que no tiene tiempo para un chequeo médico”, dice Paola T.

Marisol De Rueda, asesora de imagen de Shande Internacional, explica que la imagen personal no se limita a vestir bien. En menos de 30 segundos, explica la asesora, las personas evalúan la parte física. “Si un ejecutivo o ejecutiva tiene mal aliento se corta inmediatamente la armonía personal que se proyecta”.

Por eso es necesario entender a la presentación como un ejercicio integral, explica De Rueda, que incluye la manera en la que las personas invierten en su vestido, calzado, perfumes... Y el buen estado de salud gástrico o hepático no es algo que pueda ocultarse con enjuagues o dulces.

Daniela A., subgerenta comercial de una firma constructora de Quito, cree que es una falta de respeto el llegar a una mesa de negociaciones con afecciones del tipo gástrico. “La salud oral es importante en los representantes de una empresa”, manifiesta la ejecutiva.

Asimismo confiesa que el año anterior llegó a descartar un contrato con un proveedor, entre otras cosas, por el mal aliento de su encargada de negocios. “Podrá sonar extremista pero creo que alguien que no cuida de su salud podría no garantizarme el cuidado de mi inversión”, manifiesta la ejecutiva.

“Las relaciones públicas están presentes en todos los niveles empresariales, desde el personal de atención al cliente hasta los altos ejecutivos. Las estadísticas especializadas en el tema determinan que el 50% de la imagen corporativa de una firma es la que proyecta el CEO”, expresa Alejandro Zavala, director de Comunicaciones y Relaciones Públicas de la Universidad Tecnológica Equinoccial.

Zavala explica que la comunicación no verbal es un aspecto determinante en la presencia de un representante institucional más cuando se trata de un vocero que se mantiene en permanente contacto con otros empresarios.

“Es común que un ejecutivo de alto nivel acuda a eventos relacionados con el consumo de alimentos y bebidas como desayunos o almuerzos de trabajo, cenas o cocteles... El aseo bucal es parte de los aspectos de la comunicación no verbal que podría dar un mensaje erróneo de lo que realmente somos”, explica Zavala.

Jaysoom Abarca, líder del Servicio de Gastroenterología del Hospital Eugenio Espejo, explica que el mal aliento o alitosis puede ser un síntoma derivado de algún tipo de lesión en el sistema gástrico. “Cuando se descartan problemas dentales o afectaciones en el sistema respiratorio se podría relacionar con problemas de hernias o úlceras gástricas. El consumo de alcohol y cigarrillo podrían ser causantes de este tipo de lesiones que también se evidencian en el hígado”.

El galeno explica que la acumulación de bacterias en el sistema digestivo, consecuencia de la no ingesta de alimentos puede ser una causa de mal aliento. Para descartar una afección gastrointestinal se recomienda un examen endoscópico que tarda de tres a cuatro minutos.