María del Carmen y Gisela Pabón son las principales impulsoras de la Asociación Agroindustrial Santa Catalina, de la parroquia de Salinas, en Ibarra. Foto: Foto: Francisco Espinoza /  LÍDERES

María del Carmen y Gisela Pabón son las principales impulsoras de la Asociación Agroindustrial Santa Catalina, de la parroquia de Salinas, en Ibarra. Foto: Foto: Francisco Espinoza / LÍDERES

La mermelada también da fama a Salinas

21 de julio de 2016 10:15

Las mermeladas de hobo, tuna, yuca, naranjilla y arasá son uno de los ganchos de la tienda de la Asociación Agroindustrial Santa Catalina, de la parroquia Salinas, en Ibarra, Imbabura.

Estos dulces se pueden elegir de una lista de 13 sabores. No faltan las mermeladas tradicionales como las de mora, piña, frutilla, mango, kiwi, tomate de árbol, guayaba y babaco.
Sin embargo, las de hobo y tuna, que florecen en el caluroso valle del Chota, son las emblemáticas en esta tienda artesanal.

Desde hace tres años los productos se elaboran en este emprendimiento. La iniciativa es impulsada por seis personas.

Los dulces se ofrecen a los turistas que arriban en el tren de la Ruta de la Libertad, que enlazan a las localidades de Otavalo y Salinas.

La bocina de la locomotora alerta a María del Carmen Pabón, una de las habitantes de este poblado afroecuatoriano. Ella y su hermana, Gisela, atienden la tienda de Asociación Santa Catalina.

Previamente se revisa y se ordena los envases de las mermeladas. Todas tienen un pedazo de tela atada sobre la tapa. Ese es un detalle que les da su distintivo artesanal. También, ofrecen trufas, unos bocadillos que se elaboran con chocolate amargo. Además se oferta maní enconfitado y maíz tostado recubierto con panela.

Pero quizá una golosina para los adultos son pequeños vasos con piña colada, que se ofrece para que los viajeros degusten.

El lugar es uno de los pasos obligados de los viajeros del ferrocarril del norte. La oferta del periplo incluye la bienvenida de los turistas con grupos de danza en la estación ferroviaria.

En Salinas, que posee un clima cálido seco, predominan las casas de una sola planta. Por sus estrechas calles los visitantes recorren otros atractivos que impulsa la organización comunitaria Bombódromo Palenque.

En la tienda artesanal, María del Carmen Pabón relata a los viajeros que esta es una de las iniciativas para dinamizar esta localidad.

La mujer rememora que la idea del emprendimiento surgió en el 2008, tras participar en un taller sobre la elaboración de productos agroindustriales.

A la capacitación, que estuvo a cargo de la Prefectura de Imbabura, asistieron 43 vecinos.
En el curso, que tuvo una duración de 48 horas, aprendieron los secretos para la cocción de mermeladas, arrope de mora, chocolate y piña colada.

Sin embargo, Pabón recuerda que solo 15 personas mostraron interés de impulsar esta actividad. Luego quedaron 11 y ahora son 6.

Al igual que otras iniciativas productivas de Salinas, el taller de la tienda empezó a funcionar en un local que fue cedido por la Junta Parroquial de Salinas.

El equipamiento inicial era básico. Contaban con una batidora y una refrigeradora, que fue donada por una operadora turística, que trae viajeros a esta zona.

Luego, la Asociación Agroindustrial recibió USD 10 000 del proyecto Fondo Ágil Ecuador, que se confiere a los emprendedores.

La mitad de ese fondo sirvió para la compra de equipos industriales de cocina. El resto se invirtió en materia prima y en los trámites de los registros sanitarios de las mermeladas de mora y piña.

Además, estos soñadores ganaron un concurso de emprendimiento que auspició el Ingenio Azucarero del Norte.

La materia prima para la elaboración de las mermeladas, comenta Gisela Pabón, lo adquieren en comunidades vecinas. El hobo, por ejemplo, compran en Ambuquí, el plátano y las naranjillas, en La Carolina, en Ibarra. Mientras que, el babaco y el chilgualcán, en Urcuquí, y las tunas en la comuna de Mascarilla, en Mira, Carchi.

Desde hace 15 días promocionan un nuevo dulce de maracuyá. Pabón explica que cuando introducen un sabor siempre hay un período de prueba para que la gente lo conozca.

Ahora esperan que la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria entregue el registro sanitario a las mermeladas de kiwi, tomate árbol, naranjilla. Además, de las trufas de café y piña colada. El trámite lo iniciaron en noviembre del 2014.

La tienda se mantiene con el arribo de los turistas. Por eso, en un fin de semana, en temporada alta, venden hasta USD 300 al día.