La fábrica de joyas AGNI funciona desde junio pasado en el Parque Industrial, en el norte de la capital azuaya. Foto: Giovanni Astudillo / LÍDERES

La fábrica de joyas AGNI funciona desde junio pasado en el Parque Industrial, en el norte de la capital azuaya. Foto: Giovanni Astudillo / LÍDERES

Con USD 2 millones se abrió una planta

11 de julio de 2017 17:41

Los representantes del grupo Vázquez y de Avon Ecuador firmaron una alianza estratégica para sustituir las importaciones de bisutería de esta última empresa. El pasado 29 de junio, en Cuenca, se concretó este acuerdo y se realizó la inauguración de la planta AGNI Metales.

Esta planta del grupo Vázquez funciona desde el mes pasado en el Parque Industrial, en el norte de la capital azuaya. “Fue un arranque realmente exitoso de la producción, de la mano de Avon Ecuador”, señaló el gerente general de AGNI Metales, Juan Guillermo Tálbot.

Según él, la intención de esta alianza es sustituir todas las importaciones de bisutería de Avon Ecuador desde enero del próximo año con la producción en la planta de Cuenca. Por ello, AGNI Metales elabora piezas bajo pedido específico de acuerdo con los requerimientos de Avon, productos originales con terminados galvánicos con baños especiales como paladio, rutenio, rodio...

La fabricación de junio pasado bordeó las 100 000 piezas y ya se comercializaron más de 50 000 unidades. Según Tálbot, el proyecto de esta empresa empezó hace tres años, con un análisis del plan y modelo de negocio.

El resultado fue montar una fábrica de joyería y herrajes, tras observar el potencial del mercado nacional de bisutería. Tálbot sostiene que en Ecuador existe una marcada preferencia por la bisutería en general, ya que son bienes asequibles para todos los estratos con un mínimo gasto.

La capacidad instalada de la planta es de 200 000 piezas al mes. Son aretes, anillos, pulseras y collares elaborados en acero ino­xidable, aluminio, entre otros.

La maquinaria, que comprende desde la fundición y el casteo hasta el área de galvanizado, fue importada de Italia. “Es un equipamiento de última generación, que provee una empresa que da soporte a marcas reconocidas como Dolce & Gabbana, Ferrari, Boeing, entre otras”, asegura Tálbot. La inversión bordeó los USD 2 millones, y fue financiada por el Grupo Vázquez.

En la actualidad, en AGNI Metales trabajan 70 personas, entre las áreas de producción y administración y cuando suba la producción serán en total 80 empleados, según Tálbot. Además, cuenta con un departamento creativo y con visión de tendencias actuales.

Por ello, esta empresa está en capacidad de ofrecer una amplia gama de servicios dentro del área del diseño industrial, producción de piezas de metal y maquetado, prototipado 3D, procesos galvánicos y fundición, de acuerdo con información AGNI Metales.

Durante este mes empezarán las exportaciones de bisutería, con los primeros pedidos hacia Colombia, Perú y Argentina, y desde octubre exportarán a México, Guatemala y Brasil.

Para el gerente general de Avon en Ecuador, Juan Pablo Cuesta, su empresa apuesta por el crecimiento del país a través del desarrollo de la producción nacional, por ello impulsa diferentes sectores económicos importantes. “Nuestra alianza con AGNI Metales permitirá abrir posibilidades de expansión y crecimiento a Cuenca, así como a las familias que se ven impactadas con la apertura de nuevos negocios”.

Cuesta dijo que esta alianza busca impulsar el plan para consolidar la fabricación nacional de los productos de Avon. “La planta produce la bisutería que traíamos desde Colombia, Perú y China. Nosotros damos los diseños, pero ellos también tienen un departamento creativo”.

Además, Cuesta resalta que es una industria nueva de joyería y bisutería con una producción a gran escala. “Desde el próximo año, la totalidad de nuestras compras al exterior de esta categoría la haremos a esta empresa”. Avon Ecuador importaba cerca de USD 5 millones al año en bisutería.

Tálbot agregó que la tecnología que emplea AGNI Metales apuesta por una producción responsable y amigable con el ambiente. La planta mantiene procesos de circuito cerrado respecto del agua, mediante la recirculación y tratamiento del líquido.

Con ello, asegura, se evita que cualquier posible contaminante salga al exterior. “Por otro lado, la circulación de aire es filtrada y la emisión de gases es escasa y controlada”. Los desechos sólidos, en cambio, son tratados por grupos de recicladores, quienes tienen acceso a un ingreso adicional.