La azuaya Carmen Guachichulca se encarga de la producción de pelotas. Fotos: Xavier Caivinagua / LÍDERES
Redacción Cuenca (I)
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Más niños disfrutan de todos sus juguetes

La empresa cuencana Mundiplast pasa por uno de sus mejores momentos, desde su creación hace 33 años. Las ventas alcanzarán el USD 1 millón en este año; es decir, 188 000 más que la facturación registrada en el 2013.

Ese crecimiento está sustentado en que los profesores de la Sierra demandan más sus juguetes didácticos, porque se apoyan para la enseñanza. La otra razón es la restricción que puso el Gobierno para el ingreso de estos artículos.

Además, su otra línea de producción, los minijuguetes para piñatería, experimentan un crecimiento sostenido de ventas del 5 al 10% en los últimos años. La demanda de didácticos subió un 20% solo en lo que va del 2014, dice el gerente de Mundiplast, Oswaldo Alvarado.

Cada mes, la firma produce entre 12,5 y 14 toneladas de juguetes, dependiendo de la época, y hasta el año pasado eran 10 toneladas. Ante la mayor demanda, dice Alvarado, se planificaron varias estrategias. Primero, se reorganizó la planta para mejorar la productividad, sin incurrir en una inversión. "La idea fue hacer más con lo mismo que teníamos... y trabajamos en la motivación del personal".

Luego, explica, adquirieron tres máquinas (dos inyectoras y una sopladora) y matrices o moldes, para producir nuevos juguetes. La inversión alcanzó los USD 70 000. Alvarado dice que la empresa no traslada los costos al cliente, porque su mercado son los segmentos medio y medio bajo de la población que se guía más por el precio que por la calidad al momento de comprar. "Buscamos ser más productivos y reducir costos con máquinas nuevas que requieren menos energía eléctrica y menos mantenimiento".

Alvarado hace una precisión. Según el ejecutivo, pese a que sus clientes piensan más en el precio, su empresa ofrece juguetes de calidad que son fabricados con materiales originales y no reciclados. "El plástico y los colorantes son atóxicos y los productos están certificados por un laboratorio en Argentina".

Su otra estrategia fue lanzar tres nuevos juguetes. Se trata de un payaso que es armable y tiene tres modelos. El otro es un tambor que emite un sonido similar a uno de verdad. Finalmente está el transbordador espacial desarmable. Todos cuestan de USD 3 a 3,50. Estos se sumaron los cerca de 100 tipos de juguetes que elabora esta empresa que funciona en el Parque Industrial, ubicado en el norte de la capital azuaya.

Uno de sus clientes es la firma Súper Paco, que comercializa productos y prestación de servicios de papelería y tecnología. De acuerdo con información de esta empresa, los juguetes didácticos de Mundiplast cumplen con todos los estándares de calidad que exigen los organismos de control del país y, en la actualidad, hay una mayor demanda porque los maestros se apoyan en estos artículos.

Oferta y demanda

La comercialización. Mundiplast vende en todo el país a través de cuatro comercializadoras que atienden a sus respectivas regiones. Dos están en Quito, una en Cuenca y otra en Guayaquil. En la capital azuaya se vende el 25% de la producción, en Guayaquil el 35% y en Quito, la diferencia.

La proyección. Según el gerente de la empresa, Oswaldo Alvarado, para el 2015 se planifica crecer un 20% en producción y facturación, porque habrá nuevas inversiones, principalmente en nuevos moldes. En el 2014 el 60% de las ventas fue de piñatería.