Redacción Cuenca
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En la oficina cuencana se saborea los ‘snacks’ de Lunch

Quesos, pernil, salami, tocino, pavo, jamón, verduras, champiñones, aceitunas y otros ingredientes, son los protagonistas de la cocina del emprendimiento Lunch.

Esta iniciativa oferta sánduches, ensaladas, postres y bocaditos a domicilio en la capital azuaya y su facturación bordea USD 1 800 al mes.

En el 2010, Sandra Guevara decidió que su pasión por la cocina debía ser rentable. De sus ahorros tomó USD 4 500 para adquirir un mesón de acero inoxidable, un horno semiindustrial e implementos para preparar alimentos. Al inicio Guevara trabajaba sola.

Desde su casa preparaba los bocaditos, emparedados y otros platos bajo pedido y su facturación era de USD 600 al mes.

Guevara identificó una oportunidad de negocio al ver que a las 11:00 los empleados de empresas salían de sus oficinas a comer un ‘snack’ antes del almuerzo. Por esa razón, desde este año contrató dos colaboradores para que recorran el Centro Histórico de Cuenca con unas maletas, donde se identifica el logo de Lunch.

Karina Vintimilla trabaja en una entidad bancaria y sabe a qué hora pasa el colaborador de lunch con los sánduches. Disfruta más los elaborados con pernil, aunque también compra de jamón y salami.

Lunch también ofrece menús quincenales y mensuales, según requiera el cliente, explica Guevara. La idea es que los empleados de oficinas que estén ocupados no salgan de su oficina y “tengan acceso a comida saludable”.

Para Miguel Sánchez, consultor publicitario, esta opción es atractiva, porque llegan hasta la oficina. Además, hay alternativas variadas para comer.

Sánchez ordena las ensaladas y empanadas de carne y destaca la calidad de los ingredientes y la preparación. “Es comida gourmet a precios razonables”.

Guevara comercializa las empanadas en USD 1, los sánduches en 1,5 y las ensaladas en 2, de acuerdo con los ingredientes que utilice cada plato.

También oferta servicio de catering para empresas y hogares. Prepara dulces, bocaditos de sal, minisánduches, crepés, desayunos, cenas...

Guevara ha experimentado distintas vinagretas para las ensaladas que oferta. Tiene de yogur natural con albahaca, romero, entre otras hierbas. También, vinagre balsámico, aceite de oliva, especias...

El perfil del consumidor de los ‘snacks’ de Lunch son mujeres y hombres por igual entre 20 y 60 años que trabajan en oficinas. Para Guevara, atender la demanda en empresas es lo que ha impulsado su negocio. Por ahora cubre el centro de la urbe, pero desde noviembre tiene previsto extenderse hacia el sur donde hay compañías que demandan sus productos.

Carla Villacís conoció las empanadas de carne de Lunch. Le llamó la atención el empaque colorido y el sabor.