La agrupación está conformada por niños y jóvenes, que rescatan la música y la danza andina y de Latinoamérica.  Foto: cortesía Wiñay Pakary

La agrupación está conformada por niños y jóvenes, que rescatan la música y la danza andina y de Latinoamérica. Foto: cortesía Wiñay Pakary

Una pareja enseña y rescata ritmos típicos de Ecuador

14 de junio de 2017 18:10

La música y el baile unieron a dos jóvenes de Tumbaco. Ambos se conocieron, se casaron y levantaron Wiñay Pakary, un emprendimiento que rescata la danza y la música tradicional andina.

Los dos emprendedores son Viviana Rodríguez y Armando Alomoto, quienes decidieron conformar un grupo de danza para niños desde los 5 años hasta jóvenes de 22 años. La idea surgió de la necesidad de enseñar a las nuevas generaciones sobre la danza y la música tradicional del Ecuador y de Latinoamérica.

Vivir del arte es complicado porque aún falta más cultura en el país. Sin embargo, estos dos apasionados del arte disfrutan de enseñar al grupo de niños y jóvenes.

Una clase de dos horas cuesta USD 10, es decir, 300 por semana. A esto se suma el costo de las presentaciones que es de USD 350. El show es completo, ya que incluye la música y la danza y tiene una duración de 40 minutos.

Los ritmos de la Sierra ecuatoriana o la saya boliviana son parte del espectáculo que brinda esta agrupación musical.

Pese a que la facturación no es alta, la inversión sí lo es porque los trajes para las presentaciones oscilan entre USD 90 y 200, explica Rodríguez de 29 años. “Brindamos un espectáculo de calidad”.

Esta agrupación ha recorrido varias provincias del país e, incluso, ha realizado presentaciones en el exterior como Colombia, donde participaron en un concurso regional.

Danila Mina es una de las integrantes del ballet. Ella decidió vincularse al grupo, ya que la danza es una forma de expresión maravillosa con la que puede liberarse y enseñar a los demás las actividades propias del país.

“Me gusta enseñar a mis compañeros sobre la importancia de la danza en nuestra vida”.
Actualmente este grupo nacido en la parroquia rural de Tumbaco tiene 15 integrantes y se complementa con un grupo de música llamado Jicara, encabezado por Alomoto, esposo de Rodríguez.

El hombre recuerda que el emprendimiento surgió con la preparación de un desfile para las fiestas de la localidad. Rodríguez pidió a Alomoto que tocara en la presentación y ella bailó. “Fusionamos las dos cosas y surgió el grupo”.

Para esta pareja de ingenieros, los retos son grandes, ya que apostarán a potenciar su grupo. El objetivo es llegar a más personas con el arte que aprendieron desde jóvenes. Entre sus proyectos están conquistar otros países para mostrar lo mejor de Ecuador.