Nataly Charpantier cultiva varias plantas para aprovechar sus poderes curativos, en la elaboración de productos con técnicas tradicionales. Foto: Líderes

Nataly Charpantier cultiva varias plantas para aprovechar sus poderes curativos, en la elaboración de productos con técnicas tradicionales. Foto: Líderes

Plantas para crear una línea de desodorantes y cremas

10 de enero de 2017 13:07

En noviembre de 2014, Nataly Charpantier asistió por primera vez a una feria para mostrar sus productos de cosmética natural. Para iniciar con este negocio invirtió cerca de USD 200 y vendió 70, lo que motivó a la emprendedora a continuar y seguir asistiendo a ferias, como la de El Quinde, todos los sábados en la plaza Foch.

La idea nació de la necesidad personal de cambiar los productos de aseo y de uso diario comerciales que contienen componentes sintéticos, por otros elaborados a base de plantas medicinales.

Gracias a sus conocimientos de biología, sumados a su interés en los poderes curativos de las plantas, Charpantier pudo dar inicio a este emprendimiento que bautizó como Nátura Lupinus, y que consiste en una oferta de desodorantes, cremas, pomadas y bálsamos orgánicos, elaborados con aceites y mantecas vegetales no refinados, con extractos de plantas y aceites esenciales.

Investigando sobre los beneficios medicinales de las plantas, Charpantier descubrió que por ejemplo, la caléndula tiene propiedades regenerativas, desinflamantes y cicatrizantes. Esta es una de las plantas que la emprendedora cultiva en su casa para elaborar los extractos necesarios para sus productos, además del romero, la menta y la manzanilla.

Esto le ayuda a bajar sus costos, además de comprar insumos a otros pequeños emprendimientos como las esencias naturales y aplicando la reutilización de envases. Si un cliente lleva el envase del producto que adquirió, tiene un descuento en la siguiente compra. Charpantier recibe incluso envases de otras marcas para ayudar a reducir los desechos de la cosmética comercial, con lo que ahorra y ayuda al medioambiente.

La elaboración de los productos es 100% artesanal, utilizando técnicas tradicionales. Por el momento tiene una producción mensual de 40 desodorantes grandes (60 gramos) y 80 pequeños (20 gramos), que es en la línea que más se ha enfocado, con una venta aproximada de 50 unidades entre ambas presentaciones cada mes.

Además, dispone de cuatro variedades de desodorantes a base de aceite de coco con cera de abeja, arcilla, piedra de alumbre...

Asimismo, oferta cremas faciales, corporales y de manos, bálsamos para labios, además de pomadas medicinales cicatrizantes, analgésicas y desinflamantes. Estos productos se venden a razón de uno por cada diez desodorantes.

Hasta ahora ha logrado ventas de entre USD 700 y 800 al mes, alcanzando una ganancia neta del 50%, luego de recuperar la inversión de cada ciclo de elaboración de su línea natural.
La producción, la inversión y las ganancias varían según el mes. Por ejemplo, en diciembre se triplican las ventas, mientras que en marzo y mayo por el Día de la Mujer y de la Madre, se duplican.

Isabel Cabrera ha comprado varias veces los desodorantes de Nátura Lupinus para ella y su hermana. Asegura que además de sentir que su piel se libera de químicos y que la cuida naturalmente, este producto le resulta un ahorro, ya que el envase grande le ha durado entre cuatro y cinco meses, con lo que siente un doble beneficio.