En el 2016 se inauguró la mayor central hidroeléctrica del país: Coca-Codo Sinclair.

En el 2016 se inauguró la mayor central hidroeléctrica del país: Coca-Codo Sinclair.

Dos protagonistas en el sector energético

14 de noviembre de 2017 14:33

El sector energético en el Ecuador muestra dos particularidades en estos 20 años: más dependencia de la industria petrolera y un despunte de la generación hidroeléctrica en la última década.

En el caso del sector petrolero, el período 1997-2017 se ha caracterizado por alzas y descensos del precio en el mercado internacional. Este comportamiento ha sido el resultado de la variación de la oferta y demanda, debido a razones geopolíticas, fluctuaciones del dólar, el incremento de la explotación a través de fracturación hidráulica (‘fracking’), fenómenos climáticos y hasta factores especulativos.

Para adaptarse mejor en ese vibrante mercado del ‘oro negro’ y acceder a mayor información, Ecuador retornó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en el 2007 (ingresó por primer vez en 1973 y se retiró en 1992). No obstante y en el balance global de la última década ser miembro se constituye en una camisa de fuerza, por las limitaciones de producción que impone el cartel, para mantener a flote los precios del crudo.

Desde el 2004, los precios subieron por los efectos de los huracanes -como el Katrina-, en las instalaciones petroleras; el crecimiento en la economía de los países emergentes y en los industrializados, y por el auge de la construcción (que terminó en una burbuja especulativa y al reventar hizo que los inversionistas se interesen por los ‘commodities’ como el oro y el petróleo, que hizo subir el precio a USD 147 por barril, en julio de 2008).

Pero, desde agosto, las crisis económicas y financieras en los países industrializados ocasionaron una caída en la demanda de energía, llevando el precio del crudo a un mínimo de USD 32 por barril en diciembre de 2008.

No obstante, a partir del 2010 y hasta el 2014, los precios se recuperaron (ver gráfico). Y desde el 2015, los precios bajaron.

Más allá de visualizar el comportamiento del mercado, este sector -incluyendo la explotación y la refinación del crudo- tiene una importante participación en el PIB. La tasa más alta la alcanzó en el 2004, con un 37%, como consecuencia del inicio de operaciones del OCP.

En materia hidrocarburífera, la nueva meta que se plantean las autoridades es alcanzar una producción diaria de 700 000 barriles hasta el año 2021. Hasta el 2017 la producción promedio es de 118 000 barriles en las empresas privadas y 422 000 en la estatal empresa Petroamazonas.

En los últimos dos años, la generación hidroeléctrica ha tenido un mejor desempeño, aunque no se cumplió el plan previsto por el Gobierno: poner a funcionar ocho proyectos, entre el 2015 y 2016. Hasta el primer trimestre del 2017, tres fueron inaugurados y cinco tenían retrasos.

La potencia de estas ocho centrales suma 2 832,4 megavatios (MW); el 72% corresponde a tres hidroeléctricas que entraron en operación. La más grande fue la hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair (1500 MW), que entró a operar el 2016. También, lo hicieron Sopladora, (487 MW), y Manduriacu (65 MW). Aunque, debido a la crisis, Ecuador puso a la venta los proyectos Sopladora, Ocaña y Manduriacu.