La agrupación está conformada por 13 vecinas de la parroquia La Libertad, en el cantón Espejo (Carchi). Foto: Francisco Espinosa para LÍDERES

La agrupación está conformada por 13 vecinas de la parroquia La Libertad, en el cantón Espejo (Carchi). Foto: Francisco Espinosa para LÍDERES

Estos tejidos de paja se abren mercado

31 de enero de 2018 15:00

Las fibras de paja de páramo se convierten en vasijas, paneras, floreros, portabotellas, lámparas, entre otras artesanías utilitarias, en las manos de las tejedoras de la Asociación Artesanal El Pajonal (Asoarpaj).

La agrupación está conformada por 13 vecinas de la parroquia La Libertad, en el cantón Espejo (Carchi). La iniciativa productiva surgió ante la necesidad de generar ingresos económicos para las campesinas de esta zona fría, que alternan la agricultura y con el tejido de prendas de vestir de lana.

Con el apoyo de la Fundación Ayuda en Acción y el Municipio de Espejo descubrieron el camino para impulsar sus habilidades, que parecían estar dormidas. Este año la agrupación cumplirá nueve años de trabajo, explica Gabriela Íñiguez, una de las integrantes de la organización.

Ella recuerda que no sabían nada sobre entrelazar las fibras pálidas de los pajonales, que abundan en el páramo de la vecina Reserva Ecológica El Ángel.

Es como un regalo que les ofrece la naturaleza. Es por eso, que ellos devuelven con el cuidado del hábitat, mediante un plan de manejo que fue entregado por el Ministerio del Ambiente.

Por eso, las primeras capacitaciones que recibieron y que resultaron claves fueron dos módulos. En el primero visitaron el páramo y conocieron las fibras más idóneas para este tipo de artesanías.

La Stipa Ichu resultó más apta para tejer artículos grandes, mientras que la variedad Cuellar es maleable y por eso la emplean para diseñar los objetos pequeños.

Las artesanas, que son madres de familia en su mayoría, se reúnen los fines de semana en la sede de la Asoarpaj, ubicada en el barrio Jesús del Gran Poder. Ahí comercializan los artículos que cautivan a los turistas que llegan hasta este rincón del Carchi.

Las diestras artesanas también confeccionan piezas con identidad de sus antepasados, los indígenas Pasto. María Narváez fue la primera socia en innovar las botijuelas, vasijas y platos, adornándolas con pinturas. Los íconos replican las formas de las piezas arqueológicas de las culturas Capulí, El Ángel y Cuasmal, que poblaron la región antes de la llegada de los europeos.

Ahora todas las artesanas se han vuelto en el manejo del pincel y el repujado de metal, que adicionaron a los artículos de paja.

El esfuerzo tuvo su recompensa. El Instituto de Economía Popular y Solidaria (IEPS) ubicó a las artesanías elaboradas por Asoarpaj entre las 10 de mejor calidad que se elabora en el país. Así asegura, Francisco Ruales, técnico de la Fundación Ayuda en Acción, que asesora a organizaciones de manufactureros El Ángel y Mira.

El poner énfasis en la elaboración de productos de calidad les abrió puertas, como la cadena de Tiendas Camari.

También fueron consideradas para la feria Somos tus Manos Ecuador, del IEPS, que integra a organizaciones de varias ciudades del país. Con ellas han recorrido localidades como Quito, Ambato, Riobamba, Cuenca, Loja, entre otras, mostrando los trabajos de sus manos. Los objetos están al alcance de todos. Hay productos como llaveros a USD 2,50, hasta lámparas, a 50. Estas últimas están a cargo de Elsa Mayanquer, presidenta de la Asociación.

Quizá el logró más alto es la que las mujeres han logrado organizarse, con el objeto de crecer. Entre los primeros frutos del esfuerzo fue adquirir un inmueble, en donde funciona el taller. La casona de construcción tradicional costó USD 12 000. El financiamiento provino del trabajo de las mujeres y de Ayuda en Acción.

A más del área de venta de las artesanías, está un espacio dedicado a la elaboración de fundas de papel reciclado. El taller está equipado con una licuadora industrial, bastidores, tina y una prensadora.

El teñido de los empaques se realiza con la planta de shanshi. Con ese material se envuelven los artículos que se entrega a los compradores.

Las socias de Asociación Artesanal El Pajonal ahora sueñan con llevar su producción al mercado.