Los colaboradores de la entidad se organizaron para donar un porcentaje de su salario de forma voluntaria. Seis trabajadores fueron al albergue de Cojimíes y llevaron regalos. Foto: Cortesía

Los colaboradores de Sicobra se organizaron para donar un porcentaje de su salario de forma voluntaria. Seis trabajadores fueron al albergue de Cojimíes y llevaron regalos. Foto: Cortesía

Aproximadamente 180 niños afectados por el terremoto fueron agasajados por Navidad

22 de diciembre de 2016 17:11

Durante el mes de diciembre las personas, empresas y organizaciones realizan actividades sociales con la comunidad por motivo de Navidad. Este año los festejos se han enfocado en los damnificados por el terremoto del 16 de abril del 2016.

Un ejemplo de ello es el agasajo navideño realizado por la empresa Sicobra en los albergues de Portoviejo y Cojimíes el sábado 26 de noviembre. Para llevar a cabo el evento se coordinó con los encargados de los albergues oficiales de las ciudades de la provincia de Manabí.

Los colaboradores de la entidad se organizaron para donar un porcentaje de su salario de forma voluntaria. Seis trabajadores fueron al albergue de Cojimíes y llevaron regalos, un espectáculo con un payaso y dieron una comida a la gente que vive provisionalmente allí. 90 menores de edad fueron homenajeados en este poblado.

En Portoviejo también se realizó una fiesta para aproximadamente 90 menores del albergue. Esta fue realizada por los empleados de la entidad de la ciudad de Guayaquil.

Rafael Moreno, jefe de Recursos Humanos de la empresa de cobranza cuenta que “en el camino se evidenciaban los daños que dejó el terremoto”. Sin embargo, “la experiencia fue muy enriquecedora, levantó el ánimo de todas las personas”.

Moreno explica que se decidió tener un acto de solidaridad con los más pequeños porque “los niños son los más vulnerables en este caso. Y aún así se mantienen alegres y irradian esa felicidad a los demás”.

Wilmer Iduarte, encargado del albergue de Cojimíes, comenta que “con el agasajo los niños estuvieron muy felices. La gente estuvo ahí ayudando, apoyando, entregando juguetes”.

Iduarte además explica que el albergue iba a estar solo hasta finales de diciembre, pero se analizó la situación de las personas que viven allí y ahora está dispuesto que este abierto hasta mediados de enero del 2017.

Sicobra es una empresa dedicada a la cobranza por vía telefónica o domiciliaria. Hace cinco años que tiene un área de responsabilidad social. A lo largo del año realizan diversas actividades de ayuda. Otro de sus proyectos es la entrega de comida a personas de la calle del Centro de Quito. A las 12:00 de la noche preparan los alimentos y salen a entregarlos. Esta ayuda se realiza en conjunto con la Fundación la Toca de Asís.