Redacción Quito
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Verónica Calderón: Su agenda la reparte entre Ámsterdam, Hong Kong y Atlanta

En 1985, cuando se graduó del Colegio Americano de Quito, Verónica Calderón escribió tres objetivos en un cuaderno de despedida que lo hicieron junto a sus compañeros: “Aprender idiomas, vivir en otras partes del mundo y estar en contacto con diferentes culturas”.

Ahora, esta quiteña reside en La Haya, Holanda, y desde noviembre del 2010 es Jefa de Movilidad Internacional para el área de Seguros e Inversiones de ING (Grupo Internacional Holandés, por sus siglas en ese idioma); una multinacional financiera, que ofrece servicios de banca, seguros e inversiones.

Calderón es responsable del desplazamiento de personal de ING a otros países. Estos viajes se cumplen como parte del desarrollo profesional de los colaboradores de la firma y futuros líderes. Está a cargo de tres centros de movilidad: uno en Hong Kong, para la región de Asia y Australia; otro en Atlanta (EE.UU.), para la región de Norteamérica; y un tercero en Amsterdam, que maneja todas las operaciones para la Comunidad Europea.

En su contrato se establece que trabaje 36 horas semanales, aunque en la práctica son más. Dos días lo hace en Ámsterdam; dos, desde La Haya, y los miércoles desde su casa, en esta última urbe, lo que le permite compartir más tiempo en el hogar.

Manuel Zaera, colega de ING en que trabaja en el área de Talento Humano y Desarrollo Organizacional, implementó en el 2009, junto a Calderón, un sistema de evaluación para los ejecutivos de ING (Top 200). “En ese entonces descubrí a una ejecutiva comprometida con su trabajo. Verónica es abierta, honesta y responsable”, asegura Zaera, de origen español.

La ecuatoriana se postuló y luego se incorporó a ING en el 2008. Primero como Jefa de Compensación y Beneficios para la Banca Privada Global. Y en el 2009 ocupó el cargo de Gerenta de Compensación y Beneficios, para el área de Inversiones Globales en bienes raíces.

Antes de alcanzar sus metas, 25 años atrás (1987), Calderón decidió estudiar Hotelería y Turismo en la Universidad de Especialidades Turísticas de Quito.

Su interés de llegar a otras latitudes le motivó a aprender idiomas. En su época colegial realizó viajes de intercambio a los EE.UU., para mejorar su nivel de inglés y también estudió en la Alianza Francesa. Actualmente habla con fluidez holandés, italiano, francés e inglés.

En 1990 viajó a Italia para realizar un curso de especialización en Hotelería. Esto la llevó a que la cadena de hoteles Hilton, en Roma, la contrate para realizar el análisis financiero para las franquicias en el Mediterráneo, Este de África e Israel, desde la capital italiana

“Llegar a trabajar en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) siempre fue una de sus metas”, comenta Valeria Muñoz, la mejor amiga y ex compañera de colegio de Calderón. Por esta razón, en 1994 se postuló para un cargo en la ONU en el departamento de Prohibición de las Armas Químicas, que tiene su sede en La Haya, en Holanda. Salió favorecida y desde ese año se estableció en ese país.

En este cargo permaneció cerca de seis años. Sus funciones consistían en reclutamiento y capacitación del personal.

Además, durante su estancia en La Haya conoció en un evento gastronómico universitario -al que le invitó una amiga ecuatoriana-, a Richard Forrest, un canadiense que se convertiría en su esposo. “Este año celebramos 10 años de matrimonio. Verónica combina trabajo y familia con dedicación y habilidad”, dice él.

Su familia la completan sus hijos: Harrison, de 8 años de edad; Oliver de 5 y Josephine, de 2. La mitad de su tiempo lo dedica a su cuidado.

Calderón es católica practicante. A pesar de la lejanía y de vivir en un país que es considerado liberal, mantiene su espiritualidad transmitida por sus padres. Sus hijos acuden a una escuela católica y el mayor va al catecismo en preparación para la Primera Comunión.

Muñoz recuerda que en épocas del colegio, Calderón la invitó a un retiro espiritual para jóvenes en Semana Santa, en la iglesia de El Carmelo, en Quito. Allí realizaban paseos y desarrollaban labor social, como visitar asilos de ancianos.

Hoy, las amigas se mantienen en contacto por medio de Facebook y Skype.

“Verónica es como nuestra hermana”, comenta Álvaro Peralta, su primo. Ella, por ser hija única mantuvo una estrecha relación con él y su hermano, Xavier. Peralta recuerda su infancia cuando jugaban en la finca de sus padres en El Quinche (al este de Quito). “Se ha convertido en un referente y ejemplo para nosotros”.

En el 2001, después de obtener su MBA de Bradford University (Inglaterra), trabajó para la firma de telecomunicaciones KPNQwest. En esta empresa ocupó el cargo de Directora Central de Servicios de Recursos Humanos.

Rebecca Markovits fue su ex jefa en esa compañía. Señala que trabajaron en un proyecto para realinear la administración del personal. Después de completarlo, Calderón tomo la dirección del Departamento de la Administración del Personal y de sistemas de RR.HH. “Verónica es muy inteligente y motivada a alcanzar objetivos. Tiene excelentes habilidades analíticas”, dice Markovits.

Acerca de Verónica Calderón

Estudiar turismo le abrió las puertas    
 
En 1987.  Inició  sus estudios en la Universidad de Especialidades Turísticas, en Quito.  
En 1990. Viajó a Roma para obtener su especialidad en Turismo. El aprendizaje de idiomas le facilitó la consecución de becas para estudiar en el extranjero. Habla cinco idiomas.