En una de las páginas de una reciente edición de la revista 'Avianca', un hombre sonriente sostiene una ficha de Lego en sus manos. Él, un joven que mezcla la elegancia y la comodidad, "mira al lector". Llaman la atención sus tenis de colores vivos y su cuidadoso peinado. Se trata de Luis Javier Gómez, el colombiano que trabaja como diseñador de producto en Lego, la empresa de juguetes danesa famosa por los bloques de plástico que conectan millones de niños en el mundo.

Una impresora en lenguaje braille fabricada con piezas de Lego fue la revolución del Campus Party de Sao Paulo, cuyos participantes atendieron a las palabras de su autor, un muchacho de 13 años que se ha alzado como uno de los creadores más jóvenes de Silicon Valley.

Corría el año 2003 y la popular firma de bloques para niños Lego estaba a punto de declararse en quiebra, a causa de una serie de malas decisiones y productos experimentales que no tuvieron éxito comercial.