La cooperativa Jardín Azuayo tiene oficinas en zonas urbanas y rural del sur del Ecuador. Ecuador supera a Colombia y Perú en lo que se refiere a cuentas por adulto, según un estudio. Foto:  Xavier Caivinagua para LÍDERES

La cooperativa Jardín Azuayo tiene oficinas en zonas urbanas y rural del sur del Ecuador. Ecuador supera a Colombia y Perú en lo que se refiere a cuentas por adulto, según un estudio. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

El 51% de adultos tiene una cuenta en una entidad financiera

16 de mayo de 2019 10:36

Los indicadores de inclusión financiera en Ecuador están muy por debajo de los de América Latina. Esa fue una de las conclusiones principales del estudio Diagnóstico y recomendaciones para promover la inclusión financiera en Ecuador que se presentó en Quito, en abril pasado.

¿Por qué es importante que más gente acceda a las entidades bancarias o del sector financiero de popular y solidario (SFPS)? Debido a que, según el documento elaborado por la firma Marulanda & Consultores, de esta manera la población puede beneficiarse de servicios integrales como ahorro, crédito, seguros, pagos, transferencias, etc. Además, dinamiza el desarrollo económico, ayuda a reducir la informalidad y se convierte en una herramienta de lucha contra la pobreza.

En el 2017, según cifras de la encuesta Global Findex del Banco Mundial, el 51% de los adultos en Ecuador tenía una cuenta en el sistema financiero; en América Latina el 55%. En el país, solo 12% reportó haber tenido un crédito.

Ecuador supera a Colombia y Perú en lo que se refiere a cuentas por adulto, pero no en cuanto a préstamos. Bolivia y Chile están entre los países de la región en los que más adultos tienen cuentas y créditos en entidades financieras.

El estudio indica que hay adultos en el país que tienen varias cuentas y que puede haber una inactividad alta de estas; la percepción es que un 40% a 50% pueden estar en esta condición. Algunas se crean para recibir un crédito, pero no se vuelven a usar.

Lo que sí se destaca en el análisis es que Ecuador tiene una alta diversidad institucional: bancos (privados y públicos) y entidades del sector financiero popular y solidario (SFPS). Su existencia ofrece enormes oportunidades para promover la inclusión, según Beatriz Marulanda, asociada senior de la consultora que levantó el estudio de inclusión financiera.

Según la Asociación de Instituciones de Microfinanzas, que agrupa a Finca, DMiro, bancoDesarrollo, VisionFund y Solidario, en el país existen entre cuatro y cinco millones de personas que no son atendidas por el sistema financiero. Algunas de ellas acceden a financiamiento, por ejemplo, a través de la usura.

La agrupación está trabajando en una política integral de inclusión financiera que cubre promoción de productos y servicios adecuados, normativa, exigencias mínimas de metodologías de crédito, educación financiera, puntos de atención alternativos, etc.

Se debe tomar en cuenta los resultados positivos que arroja el estudio con relación a las posibilidades de los ciudadanos de acceder al sector financiero: red de sucursales, de cajeros, etc.

“Si a las sucursales del sistema bancario le sumamos las del sector cooperativo se refleja una buena penetración” , indica Marulanda. A pesar de ello, el país enfrenta un lento avance tanto en la oferta como en el uso de lo digital.

Por ejemplo, hay un bajo número de puntos disponibles en la economía para usar la tarjeta de débito para “hacer algo más que un simple retiro”. Es decir, hay sitios en los que el dispositivo no se puede usar. “Si eso sucede, el plástico se puede quedar en un cajón y no va a servir. Si los productos que las entidades ofrecen a los clientes no brindan la posibilidad de ser usados no generan beneficio”.

Eso, por ende, lleva a mayor uso del efectivo a escala nacional.

El estudio también cree que se deben aplicar más esfuerzos para impulsar el uso de medios electrónicos. José Ricaurte, vicepresidente de Banca Minorista de Produbanco, explica que “la cultura ecuatoriana se ha adaptado a un modelo de atención presencial por lo que es un reto implementar costumbres alineadas a la tecnología (...) estamos incluyendo cada vez nuevos canales de pago”.

Banco Solidario lanzó una página web que ofrece crédito por Internet de libre disponibilidad, renovación de otros tipos de crédito, etc. La entidad atiende a clientes con ingresos mensuales de entre USD 350 y 1000.


Bancos y cooperativas buscan más presencia

Personal de Banco Solidario atiende a dos clientes en su oficina matriz, en Quito. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

Personal de Banco Solidario atiende a dos clientes en su oficina matriz, en Quito. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

Redacción Cuenca  (I) redaccion@revistalideres.e

Los bancos privados y las cooperativas de ahorro y crédito del país aplican estrategias para llegar a más personas que no tienen acceso al sistema financiero.

El Banco Pichincha, por ejemplo, aplica un modelo de negocio para bancarizar a microempresarios y a la población más vulnerable.

Según el vicepresidente ejecutivo de Negocios, Ignacio Maldonado, el modelo tiene tres factores principales. El primero consiste en que su fuerza de ventas de campo, a través de metodologías de microcrédito, brinda soluciones a sus clientes y entrega productos y servicios financieros.

El segundo, agrega, es que los procesos, productos y el equipo humano están alineados con la misión, valores y modelo de gestión sostenible de la entidad. Finalmente, destaca la experiencia en el negocio y el conocimiento del sector microempresarial.

En el 2018, este banco dio USD 890 millones en créditos de microfinanzas, que financiaron necesidades de capital de trabajo y activos fijos para actividades comerciales, de servicio, productivas y agrícolas.

Banco Pichincha atiende al área rural de las 24 provincias con 1 000 ejecutivos de microfinanzas. Más del 30% de su cartera de microcrédito está destinada a clientes de ese sector.

Además, tiene la red de corresponsales no bancarios Mi Vecino, que llega a 9 000 puntos en el país. El 41% está en la zona rural. Su objetivo es reducir el tiempo y costo de desplazamiento del cliente.

El sector cooperativo, señala Juan Pablo Guerra, director de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur, tiene 598 instituciones que atienden a 6,9 millones de socios. Estas entidades cuentan con 2 838 puntos de atención, que inciden en una mayor inclusión financiera.

De esta cantidad, 1 519 puntos están en zonas de alta ruralidad. “Las cooperativas siempre han buscado atender a los segmentos que requieren mayores oportunidades”.

Guerra dice que por cada dólar que las cooperativas reciben en depósitos, USD 1,65 son colocados en zonas de alta ruralidad. Es decir, se captan recursos de la zona urbana y se trasladan a la rural. “Con eso se generan más oportunidades”.

Él admite que hay temas pendientes para mejor la inclusión financiera. Entre otros, mejorar los servicios y la educación financiera y conocer más las necesidades de las personas.

La Cooperativa Andalucía incursionó en banca por Internet y están por lanzar su aplicación móvil. Además, tiene proyectos para generar mayor acceso a sus servicios en poblaciones no atendidas o con baja cobertura, señala Álex Carpio, subgerente de Tecnología y Operaciones.

Además, su personal visita zonas rurales donde no pueden instalar una oficina para atenderlas y abrieron agencias en Lago Agrio, Pedro Vicente Maldonado, Urcuquí y Cotacachi.

“Continuamente desarrollamos productos y servicios que facilitan el acceso a personas que no se encuentran bancarizadas mediante la optimización de requisitos en nuestros procesos, generación de facilidades en el acceso a créditos, flexibilización del manejo de sus recursos con diferentes tipos de cuentas de ahorro, ahorro normal, flexible y programado”, explica Carpio.