Cotopaxi vuelos

Una columna del volcán Cotopaxi vista desde un avión. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Redacciones Quito y Cuenca (I)
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Las líneas aéreas ajustan sus planes de vuelo por el Cotopaxi

13 de septiembre de 2015 16:09

Las operaciones de las líneas aéreas también sienten los efectos del incremento de la actividad del volcán Cotopaxi. La ruta más afectada es la que conecta Quito con Guayaquil.
En este trayecto los vuelos duraban, antes de que el volcán se reactive, unos 35 minutos. Pero con las emisiones de ceniza y gas, los aviones empezaron a usar nuevas rutas por lo que el tiempo se extendió y en determinados casos el vuelo superó la hora de duración, según reconocen voceros de aerolíneas y autoridades de la Aviación Civil.

Los aviones que conectan las dos ciudades, en una situación normal, vuelan al occidente del volcán. Ahora, para esquivar la ceniza, utilizaban en principio una ruta alterna: despegaban desde Quito, se dirigían hacia el oriente, tomaban dirección hacia el sur y sobrevolaban Pastaza y Macas. Luego, giraban al occidente, pasaban por Cuenca y se dirigían hacia Guayaquil. Y viceversa.

Este recorrido implicaba mayor tiempo de vuelo y un incremento de los costos de operación. Por esos motivos, la Dirección de Aviación Civil (DAC) y la Fuerza Aérea Ecuatoriana, en coordinación con las líneas aéreas que cubren el territorio nacional trazaron una nueva aerovía que conecta Pastaza con la ruta utilizada anteriormente (ver mapa). Este nuevo trayecto, que es de carácter temporal mientras dura el estado de excepción, atraviesa el espacio aéreo de una zona restringida a vuelos comerciales y que es usada por la base de Taura (Guayas).

Carlos Egüez, gerente de Operaciones de LAN Ecuador, explica que la ceniza es la mayor amenaza para los aviones. “Si la ceniza ingresara a los motores el avión se vería afectado y la operación estaría en riesgo. Para evitar eso se creó la nueva aerovía”.

Durante los primeros días que se registró la emisión de gases y ceniza, y utilizando la vía por el oriente, un vuelo entre Quito y Guayaquil duraba una hora con 13 minutos, en promedio. Pero con la nueva aerovía, el tiempo extra de vuelo se redujo de 18 a seis minutos. “Eso en aviación es bastante”.

Otros efectos se sienten en las revisiones de los aviones que son sometidos a chequeos adicionales para ver si partes de los motores o el fuselaje tienen ceniza. Además, LAN Ecuador mide con equipos propios la densidad de la ceniza en ciertas zonas. “Eso sí, los directivos no nos presionan para acortar distancias y tiempos, para nosotros la seguridad no se negocia. Pero toda esta situación, sí impacta en los costos”, comenta el vocero de LAN Ecuador.

Julio Gamero, vicepresidente de la Unidad de Negocios de Avianca en Ecuador, añade que en su caso los vuelos desde y hacia Quito registraron en principio un aumento de 20 minutos. “Al operar una ruta más larga, consumimos más combustible. También, debemos reforzar los turnos de la operación y prever costos derivados de retrasos y pérdidas de conexión”. La firma, añade, está alineada a las notificaciones oficiales de la autoridad competente.

Las aerolíneas que cubren rutas internacionales también están pendientes del volcán. KLM, por ejemplo, reconoce un incremento de costos, pero añade que la seguridad es la prioridad y que sigue a diario las informaciones y recomendaciones del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, la DAC y las autoridades aeroportuarias, para determinar si puede operar su vuelo a Quito y Guayaquil y cuál es la ruta más adecuada. Además, KLM se ha visto obligado a variar su ruta habitual en el tramo Quito-Guayaquil, lo que genera entre 20 y 30 minutos más de vuelo.

Las operaciones en los aeropuertos son normales


Las operaciones de los aeropuertos locales no se han alterado con la emisión de gases y ceniza del volcán Cotopaxi. Voceros de las terminales aéreas de Quito, Latacunga, Guayaquil y Cuenca, así como de la Dirección de Aviación Civil, informaron que el movimiento se cumple con normalidad.

En Quiport, la empresa administradora del aeropuerto de Quito, se activó el Comité coordinador de crisis, que permanece atento a lo que ocurra con el volcán. Desde que se decretó la alerta amarilla las actividades se cumplen sin contratiempos, señaló un vocero.
Según la Dirección de Aviación Civil (DAC), el aeropuerto de Latacunga se encuentra totalmente operativo.

El mismo organismo explica que el Aeropuerto Mariscal Sucre de Tababela cerraría sus operaciones cuando exista precipitación de ceniza volcánica, tanto dentro de sus límites como en sus proximidades. La autoridad aeronáutica agrega que la afectación más grave se ha sentido en los trayectos aéreos Quito-Guayaquil, Quito-Manta, Quito-Salinas y viceversa. “Esto es debido a la dirección de los vientos que empujan la ceniza volcánica en una nube que se desplaza hacia el océano Pacífico”.

En Tagsa, la operadora del aeropuerto de Guayaquil, se informó que tampoco se registran inconvenientes en las operaciones aéreas. Si han ocurrido cancelaciones o demoras, estas no tuvieron que ver con el volcán, indicaron a LÍDERES en el área de comunicación.

Algo similar ocurre en Cuenca. Según el director de la Corporación Aeroportuaria de Cuenca, Gustavo Muñoz, no existen cambios en las operaciones ni en los horarios en el aeropuerto Mariscal La Mar. Solo el viernes 14 de agosto, día en el que empezaron las emisiones de ceniza, se suspendió un vuelo que se retrasó para la tarde.

Muñoz explica que en el caso de que la ceniza del Cotopaxi llegue a la capital azuaya, como ocurrió en el 2014 con el Tungurahua, la terminal cuenta con un plan de contingencia para precautelar las operaciones aéreas.

Pablo Calle, gerente de Tame en Cuenca, indica que la ceniza del Cotopaxi se ha dirigido hacia el noroccidente del país, principalmente, por lo que no han tenido inconvenientes en los vuelos a Guayaquil. Para los traslados hacia Quito, la aerolínea estatal utiliza la nueva aerovía habilitada por la DAC.

En lo que tiene que ver con los vuelos internacionales, desde y hacia Tababela, el impacto ha sido mínimo.

Carlos Égüez, gerente de Operaciones de Lan Ecuador, explica que las aerolíneas comparten información para saber qué pasa con el volcán, así como con cualquier otra situación que pueda alterar las condiciones de vuelo. “No se ha sentido mayor tiempo de vuelo hacia Lima o Santiago, por ejemplo”.