Las agendas cambian durante la jornada de trabajo diario

En Quito, en horas pico (07:30 a 09:30 y 16.30 a 19:30), los vehículos se trasladan en un promedio de 11 km/h, en las principales calles y avenidas. Con ese argumento, las empresas han cambiado sus estrategias de despacho y abastecimiento de insumos y productos, para que su productividad no se vea comprometida.

Por ejemplo, Supermaxi, de Corporación La Favorita, adquirió nuevos furgones para evitar movilizar tráileres en la ciudad. Además, reacomodó los centros de despacho de los supermercados (lugares de estacionamientos y descarga), para facilitar el parqueo y el acceso a los sitios de distribución. Así, los furgones no generarán problemas en la circulación vehicular.

También hay otros ejemplos: Ch Farina, una cadena especializada en la elaboración de pizzas, también modificó su estrategia de distribución, para que sus repartidores minimicen la pérdida de tiempo en las congestiones vehiculares. Al respecto, Henry Basantes, gerente comercial Administrativo, indicó que desde el 2010 cambiaron sus horarios de traslado.

Los ocho camiones de distribución de materia prima de Ch Farina, van a sus 13 locales entre las 00:00 y 07:00. A pesar de que la empresa no ha medido las pérdidas económicas o de producción por el tránsito, se ha dado cuenta que los motorizados demoran entre cinco y ocho minutos más en la entrega de productos terminados.

Pronaca también se ha ajustado a los problemas de circulación vehicular en la capital. Esta empresa, por ejemplo, planifica sus rutas de traslado gracias a un software que permite experimentar con diferentes escenarios y obtener información útil en la toma de decisiones diarias.

Los martes, jueves y sábados, en el sur de Quito, los choferes de los camiones de Pronaca registran mayor congestión vehicular. En la empresa reconocen que ese inconveniente se traduce en retrasos de los tiempos de reparto a los clientes.

Al problema de movilidad, también se suman los horarios del pico y placa, que genera inconvenientes para algunos negocios. Ese es el caso de la florería Bon Flor. Gabriel Bayas, gerente general, indica que la entrega de sus productos se afectó en un 20 o 30%, desde que rige esta medida, en las zonas del Centro, La Mariscal, y, más al norte, en avenidas como la República, Naciones Unidas, entre otras.

Otro caso es el de la florería Fresflor. Allí se registra más movimiento en sus pedidos, los lunes. Desde las 07:30 a 09:30 y 16:30 a 19:30, al no poder circular en Quito por el pico y placa, contrata un taxi para que realice unas 30 carreras largas y 10 cortas. La florería invierte, en los traslados cortos, entre USD 3,50 y 5. En recorridos largos, destinados al centro, sur y valles llegan hasta los USD 15, dice Nancy Vasco, gerenta general de Fresflor.

Quala Ecuador también se adaptó a la nueva realidad del tráfico en Quito. No tiene cifras precisas del impacto económico, pero sí se reflejan cambios en sus rutas y volúmenes. Por el tránsito, los 50 vehículos de la firma transportan menos productos y visitan a menos clientes, ya que se afectan el tiempo de entrega y reparto.