Leonardo Leverone es el emprendedor que convirtió la receta de sus abuelos y padres en un pequeño negocio, en Esmeraldas.

Leonardo Leverone es el emprendedor que convirtió la receta de sus abuelos y padres en un pequeño negocio, en Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / Líderes

El ají hecho con receta familiar gana mercado

25 de octubre de 2018 09:28

Un ají que tiene como ingrediente el vinagre de banano se elabora en Esmeraldas y se encuentra en el mercado desde hace seis meses.

Ají Leverone es una marca que encierra tradición familiar. Leonardo Leverone, emprendedor, explica que sus abuelos y padres elaboraban el producto para dar sabor a sus comidas, que preparan desde hace cerca de 50 años.

En su negocio de alimentos siempre se había ofrecido la salsa y el ají a base de vinagre de guineo, hecho por sus abuelos. La costumbre fue pasando de hijos a nietos hasta que la familia decidió darle un giro a su iniciativa. Así, el ají hecho con una receta familiar salió a la venta al público.

Leverone empezó a ofrecerlo en su restaurante de fritadas y tuvo aceptación. Eso le motivó para ponerlo en un frasco.

El producto está compuesto por un licuado de ají que mezcla la variedad rocoto de la Sierra y el denominado ají de ratón de la Costa. Además tiene zumo de limón y sal. Para empezar se invirtieron cerca de USD 300.

Hoy en día se venden, cada mes, 10 cajas de 24 unidades; el producto se comercializa en el mismo de negocio de Leonardo Leverone, que está ubicado en el centro de la ciudad de Esmeraldas.

Con su iniciativa ha empezado a penetrar a otros mercados de la ciudad con la ayuda de la Unidad de Fomento Productivo de la Prefectura de Esmeraldas.

Cada unidad se comercializa en USD 3,50 y es de 250 mililitros. La proyección es no solo vender el Ají Leverone, sino desarrollar salsa de ají y posteriormente, longanizas y chicharrones empacados al vacío.

Esta emprendimiento cuenta con la ayuda de cuatro personas más que conocen los procesos y siguen las normas de higiene para garantizar la asepsia y la calidad.

Este ají tiene una duración de hasta seis meses sin preservantes por ser 100% natural y mantiene su sabor. El emprendedor sugiere probarlo en fritadas, pero también en otras comidas.

Raúl Quintero, técnico de la Prefectura de Esmeraldas, explica que una vez conocido el producto, vieron que tenía un potencial para ponerlo en el mercado y empezaron con la asistencia técnica y obtener la notificación sanitaria.

Además de este requisito se han realizado los análisis de laboratorio y el producto ya cuenta con un certificado de un laboratorio acreditado por el sistema de acreditación ecuatoriana. Esto es una garantía para los consumidores, según el emprendedor.

En los últimos seis meses la microempresa desarrolló un trabajo para mejorar la imagen del producto. Esto implicó la elaboración del etiquetado, tomando en cuenta tres encuestas hechas para establecer la aceptación y posibles clientes.

Uno de los principales argumentos, a la hora de la promoción, es que se trata de un producto hecho artesanalmente.

Según Quintero, el ají cuenta con trazabilidad, lo que permite saber de dónde viene la materia prima, cómo se produce, dónde se hace y cómo se comercializa.

Tras contar con la notificación sanitaria se ha trabajado en los costos de producción que permita competir con otras marcar de ají que está en el mercado nacional.

La Prefectura de Esmeraldas, a través de la Dirección de Fomento Productivo, gestiona para que Ají Leverone, participe en ruedas de negocios dentro de la ciudad y fuera de ella.

Además el emprendedor trabaja para buscar nuevos canales de venta. Por ahora dos cadenas de supermercados nacionales están interesadas en la compra del producto. Con esta propuesta se aspira a vender 200 unidades mensuales. Esto permitirá que la iniciativa familiar alcance el punto de equilibrio y generar utilidades posteriormente.

Las proyecciones de los emprendedores del ají es lograr que el producto vaya ganando mercado en el país para posicionar la marca que está siendo conocida en el resto de cantones.

La exdirectora de Pymes de la Pucese en Esmeraldas, Roxana Benítez, cree que, con la ayuda de estudiantes de las carreras de pequeñas y medianas empresas, se puede ayudar a los emprendedores de Esmeraldas como Ají Leverone.

En Esmeraldas, desde hace cinco años, los emprendimientos han tomado mayor fuerza con el apoyo del Ministerio de Industrias y la Dirección de Fomento Productivo de la Prefectura de Esmeraldas.

Desde ese espacio se han dado impulso a la chocolatería, la apicultura y la pesca, así como las artesanías que busca mercados internacionales, como la venta de muñecas negras y las marimbas para adornos en países como España e Italia.

Otro dato: hasta el momento en la provincia alrededor de 25 emprendimientos han obtenido este año sus notificaciones sanitarias para ingresar al mercados y vender sus productos.