en el tema de la formación dual hay dos lugares de aprendizaje, la empresa  y los institutos. Ninguno funcionan bien sin el otro”

"En el tema de la formación dual hay dos lugares de aprendizaje, la empresa y los institutos. Ninguno funcionan bien sin el otro", asegura Jürgen Hollstein. Foto: Julio Estrella / Líderes

Jürgen Hollstein: ‘Consenso, base de la formación dual’

21 de enero de 2019 11:10

El gerente del Curatorio de la Economía Alemana para la Formación Profesional, Jürgen Hollstein, asegura que para que el sistema dual tenga éxito se requiere de confianza entre los involucrados. Añade que en su país las Pymes son las mayores beneficiarias del modelo.

La formación dual ya se aplica en el Ecuador hace cerca de 20 años con cooperación alemana. ¿Que hay que hacer para que esta metodología siga creciendo?

Veo que se puede expandir el tema y aumentar la cantidad de empresas interesadas en ser parte de la formación dual. Algunos sectores ya están más avanzados, pero aún hay potencial para trabajar más. Hay que fortalecer lo logrado, pero se necesita institucionalizar el tema. En Ecuador ya se ha trabajado con 15 profesiones, pero hay un universo mucho más grande que se podría abarcar. Además, las estructuras del sistema de formación dual se pueden seguir mejorando. De parte de las empresas, por ejemplo, han empezado hace poco a organizarse y a trabajar por la misma causa. Pero al ser dual, la otra parte indispensable es el Estado y los institutos que deben aportar con su parte. Los institutos y colegios que aportan con la parte teórica necesitan estar adecuados y preparados, tienen que contar con el equipamiento y con docentes que estén en capacidad de enseñar y hablar al mismo nivel de las empresas, esto implica estar muy conectado con la realidad empresarial.

¿Cuáles son los sectores que ya son parte de la metodología y cuáles son los que mejor han respondido?

Hay distintas ramas como mecánica industrial, electricidad industrial el sector textil, madera, plásticos, el sector de calzado. También hay carreras en logística, software, temas administrativos. Los de mayor impacto hasta ahora han sido mecánica y electricidad industrial. Tenemos ya una promoción graduada en Cuenca con un 95% de empleabilidad. Otro sector con potencial es el de producción textil. Ellos reciben una certificación alemana y este año, en abril, tendrán un examen final. Las empresas están contentas y los estudiantes se hallan comprometidos. Hay casos en los que las empresas ya quieren contratar a los chicos. El sector calzado va en el mismo camino. También se puede implementar el método en la agricultura, al ser Ecuador un exportador de productos agrícolas. Químicos y petróleo también pueden aprovecharse. La construcción es otra industria que tiene mucha actividad y podría beneficiarse de las carreras duales. Finalmente, el turismo es otra actividad para lograr beneficios para empresas y estudiantes.

¿Qué tan complicado es poner a trabajar juntos a las empresas con la academia y el Estado? ¿Qué experiencia hay al respecto en Alemania, cuna de la formación dual?

El sistema en sí es complejo porque hay varios actores a tomar en cuenta. En Alemania, donde existe una larga tradición del tema y donde todo ha crecido de manera natural, tenemos un consenso entre los actores que sostienen el modelo y a pesar de todas las diferencias e intereses que pueden tener los participantes, la meta final y el objetivo macro nos une. Eso nos permite tener un norte hacia donde caminar, a pesar de los conflictos que siempre existen. Una condición básica para que el sistema funcione es la confianza, si cualquier actor tiene la impresión de que el otro le quiere quitar algo o que no es trasparente y no cumple sus compromisos la formación dual no funcionará. Lo ideal es tener una sola voz, desde el lado empresarial, para hablar con el Estado. Así lo hemos hecho en Alemania. Del lado público se necesitan actores para comunicarse al mismo nivel.

¿Qué es lo más complicado en el camino?

Una de las tareas más difíciles es convencer a entidades gubernamentales a trabajar en conjunto con las empresas y que deleguen tareas. Puede haber temor a perder parte del control, pero en realidad al compartir la responsabilidad nadie pierde, todos mantienen influencia. Cualquier empresario sabe más que un funcionario público sobre qué necesita un tecnólogo. Allí el Estado tiene el papel de dar las estructuras básicas a institutos para la formación teórica. Es sumamente importante tener estándares a escala nacional en todas las carreras.

¿Cuánto puede incidir la cultura del país en el funcionamiento del programa de formación dual?

En la experiencia alemana hay una cultura de discusión fuerte, pero no es comparable con el temperamento latino. En el área de formación profesional es indispensable estar orientados todos a trabajar bajo el concepto de consensos. Tengo un pasado político, ocupé un cargo público durante varios años y no me dejó en la mejor posición con los sindicatos, no éramos los más amigos, pero aprendí muy rápido que cualquier programa solo funciona si se trabaja en conjunto. Todo esto es un proceso largo, a mi me tomó años. Entonces si estamos hablando de la cultura de un país se requiere más tiempo todavía, para que todo se ponga en orden, todos vayan aprendiendo en conjunto y vean, en base a las experiencias, cómo podemos hacer las cosas mejor. Así todos los actores pueden ver que es mejor trabajar en equipo que solos. Repito: hay que entender que al trabajar de esta manera no se pierde influencia, si trabajan juntos todos ganan. De todas maneras hay que pelear, encarar el conflicto para salir adelante.

¿Los sindicatos pueden ser una especie de freno para la formación dual?

En Alemania los sindicatos son socios fundamentales en la formación dual. Hablan a la par, al mismo nivel con las instituciones gubernamentales o con los empleadores. Tienen la misma importancia en el proceso. Es verdad que el proceso es complicado y con los sindicatos nos podemos demorar más hasta lograr consenso, pero es importante decir que tienen el mismo peso que los empleadores. Los sindicatos en Alemania tienen una estructura federal y nacional. El grado de organización de los sindicatos en Ecuador es algo inferir. Por eso cuando empezamos a trabajar en el país no logramos involucrarlos en la misma manera. Si en una empresa todos halan hacia el mismo lado todo funciona mejor.

¿Cómo pueden beneficiarse las pequeñas y medianas empresas de los programas de formación dual?

Las Pymes se benefician muchísimo, posiblemente más que cualquier otro tipo de empresas, por varios factores. El primero es que los propios empresarios se encargan de asegurar el futuro de su negocio, garantizando la generación de ingresos para sobrevivir. Cuando una empresa técnica ha formado a una persona, sabe lo que esa persona es capaz de hacer, con qué calidad y cómo se la puede aprovechar para generar ingresos. La formación siempre es una inversión y esto significa dinero. Pienso en los estudios y cálculos que hacen las empresas de Alemania donde ha quedado demostrado que un estudiante dual genera ingresos para la empresa formadora a partir del segundo año del programa. Otra referencia importante: en Alemania, el 90% de los estudiantes duales está en las mipymes, es una cifra considerable. Las pequeñas y medianas empresas son los más importantes formadores de estudiantes y los que más se benefician de este sistema.