Los productos de Dicorne se fabrican en un ambiente natural, a los pies de los Illinizas (Pichincha).

Los productos de Dicorne se fabrican en un ambiente natural, a los pies de los Illinizas (Pichincha). Foto: Galo Paguay / LÍDERES

La oferta incluye huevos de gallinas que son felices

31 de julio de 2019 10:29

En el páramo de los Illinizas, a 3 200 metros de altitud, cientos de gallinas viven en libertad. Los huevos que producen las aves son parte de la esencia de Dicorne.

Esta industria alimenticia nació hace tres años y está muy ligada con el cuidado del medioambiente, el fomento de productos ecuatorianos y la innovación.

Se trata de una empresa familiar en la que Carlos Díaz y sus hijos Carlos, Pablo y José son los socios fundadores. Dicorne tiene en su oferta huevos ecológicos, mermeladas de tres sabores (higo, mandarina y limón), humus de dos tipos, chimichurri y ‘snacks’.

Para el desarrollo de la planta de producción, ubicada en el sector del Chaupi (Pichincha), al pie de los Illinizas, se invirtieron USD 30 000. “Yo estudiaba en EE.UU. y allí había cosas que aquí no. Conversando con mis hermanos vimos otras alternativas que podíamos hacer y decidimos lanzarnos al mercado con alimentos apetecidos como la pasta de garbanzo, conocida como humus”.

La planta de producción de la firma se encuentra altamente equipada.

La planta de producción de la firma se encuentra altamente equipada. Foto: Galo Paguay / LÍDERES


Tras esta salsa lanzaron los demás productos, en los que siempre han buscado diferenciarse. Un ejemplo de ello, dice Pablo, son las mermeladas de sabores que, regularmente, no hay en el mercado; su chimichurri es fresco y se debe refrigerar.

En la línea de ‘snacks’ se ofrece chulpi en tres sabores. “Nuestro enfoque es tener productos tradicionales que no se han expuesto a escala internacional”, explica Pablo. Precisamente, tras participar en ferias internacionales, los empresarios han tenido acercamiento con compradores de países como México; aspiran, próximamente, exportar.

Como parte de su espíritu innovador, hace dos años optaron por la producción de huevos de gallinas que viven sin ningún estrés.

“El tema de las gallinas felices nació como una iniciativa de cambio en la crianza. Queríamos un nuevo producto dentro del mercado. Iniciamos con un corral móvil”, dice Carlos Díaz padre.

Un trabajador se encarga de recolectar uno de los huevos de gallinas criadas en libertad.

La empresa también produce y comercializa humus, chimichurri, mermeladas y chulpi.Foto: Galo Paguay / LÍDERES


Se trata de un proceso en el cual las gallinas viven en el campo en corrales que, cada semana, se mueven por diferentes lugares de un terreno. Los animales tienen la posibilidad de pasar el día caminando y comiendo en la naturaleza; por las noches pasan al galpón.

Los corrales se mueven a través de un tractor. Las gallinas, que están acostumbradas al traslado, no se encuentran hacinadas; existe un amplio cuidado técnico de las aves por parte de la empresa.

Cuando arrancó este proyecto, se contaba con 300 gallinas en el primer corral; la inversión inicial, incluyendo animales, corrales y equipamiento, fue de USD 17 000. Los dueños dicen que, aunque es difícil cuantificar, el número de aves aumentó exponencialmente; ahora tienen cinco corrales móviles en producción y cuatro en desarrollo, en Pichincha, Imbabura y Tungurahua.

La producción de huevos también ha incrementado. Se trata de un alimento sano que, al igual que el resto de la oferta, se vende en cadenas de supermercados, tiendas especializadas, delicatessen, restaurantes, etc.

“Hace año y medio estamos trabajando con Dicorne. Comercializamos el humus, ciertas mermeladas, el chimichurri y los huevos. Son de muy buena calidad, tenemos buen servicio del proveedor, son productos ecológicos y respetuosos del medioambiente”, señala Amanda Purtschert, propietaria de Floralp Delicatessen.

Consumidores de los productos como Lucía del Carmen Paredes destacan el sabor que tienen. “Los huevos son una alta fuente de proteína. Me encanta la presentación y, sobre todo, me gusta que tratan bien a los animales”.

Los huevos se presentan en cajas de 12 unidades. Al igual que en los empaques del resto de productos, el distintivo de los mismos es la imagen de los Illinizas.

El color de la cáscara de estos productos difiere, según la raza de las gallinas. Esta empresa tiene aves ponedoras de cuatro tipos.

En promedio, cada gallina pone huevos por dos años; se calcula que cada animal produce 280 unidades en un año. Para este proyecto productivo, Dicorne cuenta con tres socios estratégicos

Actualmente, la empresa se encuentra trabajando para obtener la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y de Haccp. Apoya, además, a la iniciativa ambiental 1% for the Planet.

‘Me gustó saber preparar alimentos’

dicorne

Janeth Obando, asistente de planta productiva

En Dicorne trabajo desde que arrancó la producción. Me parece interesante el trabajo que realizo, elaborar productos nuevos es agradable. Crear un alimento desde cero me llama mucho la atención y compartir con mis compañeros es bueno. Las personas que trabajamos en la planta, que somos tres, hacemos de todo: limpieza, industrialización, empaque, despacho, etc. Nos desenvolvemos bien en todo, pero también nos hemos especializado en ciertas actividades. En este empleo he aprendido sobre la elaboración de diferentes alimentos y sobre manejo de personal. Muchas veces me desenvuelvo como jefe de personal, porque tengo que estar pendiente del ingreso del personal. También me dedico a controlar la entrada de mercadería, producción, cálculo de lo que se va producir, despacho, laboratorio,. etc. Como parte de nuestro trabajo nos piden que realicemos control de calidad y análisis, para asegurar que nuestros productos sean buenos y no se genere ningún tipo de problema.