La cartera de Bill Gates es diversificada. En sus inversiones predominan gigantes como Coca-Cola, McDonald’s, Exxon Mobil, Wal-Mart, Procter&Gamble, Caterpillar y FedEx. Foto: Archivo/ El Comercio

En sus inversiones predominan gigantes como Coca-Cola, McDonald’s, Exxon Mobil, Wal-Mart, Procter&Gamble, Caterpillar y FedEx. Foto: Archivo/ El Comercio

Ambición y generosidad son dos elementos clave en la fortuna de Bill Gates

3 de marzo de 2015 12:28

Bill Gates cree que la vida no es justa y hay que acostumbrarse a ello. Su afirmación permite entender un momento clave en su ascenso al éxito.

A inicios de los 80, Steve Jobs, CEO de Apple, pidió a Gates que Microsoft, la empresa que fundó en 1975, realizara una versión de un producto que estaba desarrollando junto a su socio Steve Wozniak.

Luego de establecer un “pacto secreto” entre ambos, Gates, basado en el proyecto para Apple, se lanzó al desarrollo de un nuevo sistema operativo para IBM. Sí, he ahí el nacimiento de Windows. El SO que se utiliza en la mayoría de computadores personales del planeta.

Se entiende que la vida no fue, en ese momento, tan justa para Jobs pues había acordado con su colega que Microsoft no podía producir ningún tipo de software gráfico hasta un año después de que Macintosh saliera al mercado, en enero de 1983.

Macintosh tardó en un año más de lo esperado y Gates no esperó. Steve Jobs le recriminó que había sido una traición. “Confiaba en ti y ahora nos robas”, reclamó. Gates respondió: “Bueno, Steve, creo que hay más de una forma de verlo”. La anécdota la recoge el portal Igdigital.com.

La pasión del hombre más rico del mundo por la tecnología se inició a fines de los 60, cuando Gates era niño y asistía a la escuela privada de Lakeside, en Seattle. El centro educativo de élite contaba con una computadora y así nació su afición por la informática. Allí también conoció a Paul Allen, con quien fundó Microsoft.

Desde ese momento, William Henry Gates apostó por un pensamiento innovador que, además de transformar una era, le permitió construir un imperio económico.

Uno de los líderes de la denominada revolución digital cree firmemente en el compromiso de hacer cosas que las personas piensan que son imposibles.

De hecho, fundó Microsoft cuando todvía estudiaba en Harvard. Actualmente sus productos estrella son el sistema operativo Windows y la suite ofimática Microsoft Office.

Él atribuye a su capacidad visionaria el levantar una empresa que actualmente tiene más de
21 000 empleados y factura más de USD 8 000 millones al año.

Según el artículo ‘Así invierte Bill Gates su patrimonio’, publicado en Elpais.com, El hombre que administra USD 79 200 millones tiene inversiones en más de 40 empresas cotizadas a través de la firma Cascade Investment y de la Fundación Bill&Melinda Gates.

Junto con sus acciones en Microsoft, esas participaciones suman unos USD 55 400 millones de dólares. A eso se añaden otras inversiones en firmas no cotizadas (como Corbis) y en valores de renta fija hasta alcanzar el total de su fortuna.

La cartera de Bill Gates es diversificada. Su principal posesión es el 4,54% de Microsoft, seguida por el 8,35% que posee en Berkshire Hathaway. En sus inversiones predominan gigantes como Coca-Cola, McDonald’s, Exxon Mobil, Wal-Mart, Procter&Gamble, Caterpillar y FedEx.

Fuera de Estados Unidos, su principal inversión es en los ferrocarriles canadienses. En México participa en la distribuidora local de Coca-Cola y en el Grupo Televisa. También tiene apuestas en Reino Unido (desde la firma de bebidas alcohólicas Diageo y la petrolera BP hasta el distribuidor de alfombras y moquetas Carpetright.

Su “amor al género humano”, es decir la vocación filantrópica, lo motivó a abandonar sus labores diarias al frente de Microsoft, en 2008 para dedicarse a su fundación benéfica. Junto a su esposa dirige la Fundación Bill y Melinda Gates. Con el magnate Warren Buffet creó un club de millonarios filántropos.

En la actualidad una de sus premisas es que si se quiere mejorar la calidad de vida, es necesario ocuparse de cuestiones elementales, como la supervivencia de los niños y los recursos alimenticios.