Se desempeña como CEO y Director General para los importadores de la región de BMW Group en Latinoamérica y el Caribe. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

Se desempeña como CEO y Director General para los importadores de la región de BMW Group en Latinoamérica y el Caribe. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

Antonio Antela: ‘La movilidad será más sostenible’

16 de junio de 2017 19:17

El director de BMW para América Latina estuvo en Quito para conocer más sobre el mercado local. Este ejecutivo habla sobre el futuro de la industria automotriz, la llegada de los vehículos autónomos y la obligación de cuidar a los clientes fieles.

¿Cómo mira usted el futuro de la industria automotriz ahora que llegan los vehículos autónomos, se dan nuevos desarrollos con la inteligencia artificial y se pronostica un giro en la industria?

La movilidad va a continuar en el futuro, pero será diferente. Quizás tengamos un vehículo, pero también una oportunidad de movilidad para cada ocasión. Podríamos tener gamas de autos o motocicletas distintas. Lo importante es que el servicio que debemos generar en el futuro tendrá que ser individualizado, al gusto de la persona que quiere tener un paquete de movilidad y hace una inversión en un producto, en un vehículo. Nosotros, en BMW, con nuestras marcas deberemos ofrecer servicios para cada ocasión de la vida del cliente.

Hay estudios que anticipan que el vehículo ya no será en el futuro un bien como hoy en día, sino un servicio. ¿Qué opina usted al respecto?

Va a ser una combinación. Hay ciudades como Nueva York o Los Ángeles, en Estados Unidos, u otras en Europa o Asia, en las que es cierto que los clientes quieren un servicio de movilidad. Pero también hay países y mercados en donde los clientes todavía quieren tener una propiedad de un producto. Esto va a cambiar con el tiempo y la industria tendrá que ser flexible para ofrecer posibilidades y oportunidades para cada cliente. Para las empresas automotrices será fatal solo enfocarse en un área y olvidarse de los clientes fieles que quieren tener su propio auto.

Las nuevas tecnologías están dando un nuevo impulso al sector. ¿Hacia dónde camina la industria con estos nuevos desarrollos como los vehículos eléctricos o los autónomos?

La industria va en un camino en el que cada persona tendrá un chofer automático. Va a ser muy diferente, vamos a tener un mercado de automóviles en el que hay que desarrollar ideas para ofrecer un servicio individual. Para tener éxito hay que ver al cliente como único cliente. Habrá gente que quiere seguir con su vehículo propio para cuidarlo, para movilizarse. Eso va a existir todavía. Pero los nuevos clientes buscan una mejor movilidad y eso es un concepto sostenible, con mucho cuidado del medioambiente. Bajo esa idea estamos trabajando en el desarrollo de nuevos modelos eléctricos, híbridos y más. Tenemos algunas ideas, pero nuestra filosofía es privilegiar la seguridad del conductor y los pasajeros, para luego ofrecer productos que no den problemas a los clientes. No queremos hacer experimentos con los clientes, eso es clave.

¿Cómo califica usted la competencia a escala global, teniendo en cuenta que hay marcas y países que ofrecen nuevos productos?


Yo amo la competencia, en serio. La competencia nos desafía para pensar en cómo innovar. Estamos pensando en el futuro con autos eléctricos que los desarrollamos hace mucho tiempo. Pensamos en el siguiente nivel, en el que podemos encontrar los autos sin conductores. Pero también insistimos mucho en lo relevante que es la seguridad, que todo funcione y que las personas que usan los nuevos vehículos estén seguras y se sientan confortables.

Usted está al frente de BMW para América Latina desde hace casi un año. ¿Qué está ocurriendo en este mercado?

Los grandes mercados de la región como Argentina, Brasil, Colombia, Chile tienen un gran potencial para seguir creciendo. En BMW no solo pensamos en los grandes jugadores de hoy, también pensamos en crecer en otros mercados como Ecuador. Aquí tenemos un concesionario, Álvarez Barba, de mucha experiencia con muchos años en el mercado, el más antiguo de todo e l continente. Y se ve la lealtad y la calidad de estos importadores por lo que vale la pena invertir en esos mercados y crecer con ellos.

¿El concesionario es clave para el crecimiento de BMW?

Esta clase de concesionarios conoce a la gente, al cliente. Lo más peligroso para una marca como la nuestra es pensar que al tener un producto de lujo este se vende solo. Hay que cuidar el factor humano, esto implica el conocer al cliente. Y eso se logra con los concesionarios que conocen su ciudad, su país, su mercado y saben exactamente lo que quiere el cliente. Eso pasa en todo mercado y Ecuador es un ejemplo.

¿Qué diferencias ha encontrado usted entre los clientes de mercados como América Latina con los de Europa, EE.UU. o Sudáfrica?

Estuve 20 años en el mercado europeo, cinco en Sudáfrica y ahora en América Latina hace casi un año. En la región todavía veo que el cliente quiere un vehículo como propiedad. En BMW somos de la idea de la seguridad y de que es posible tener un vehículo para los días entre semana y uno distinto para el fin de semana. Los cambios en la manera de ver a los vehículos es un tema de cambio en la mente del consumidor que se desarrollará con el tiempo. Tenemos productos para eso.

La innovación es parte de los procesos de BMW. ¿En qué se fija la marca para innovar?

Creo que en cada región hay que pensar diferente y nunca olvidar a la persona , a la gente de cada país. Hay que acercarse a ellos para mantener la confianza que tienen en nosotros. No podemos arriesgarnos a apostar por una sola innovación. No es nuestra filosofía. Insisto, no queremos experimentar con los usuarios de la marca. Preferimos esperar e implementar en países con infraestructura o seguridad en otros niveles para estar seguros de que lo que hacemos es lo correcto.

¿Cómo mira al mercado ecuatoriano? ¿Qué se puede esperar en el país?

Estoy muy sorprendido. He estado en casi todos los países de América Latina, había escuchado mucho del país por amigos y otros ejecutivos de la firma y ahora yo veo muchos avances en infraestructura de carreteras, por ejemplo. Vemos mucho potencial, pero no queremos forzarlo. En Ecuador o en cualquier mercado podemos hablar de tecnología, pero al fin del día somos humanos, somos personas, somos de carne y hueso y eso no se puede olvidar cuando se analiza el futuro de la industria.