Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
Thalíe Ponce. Redacción Guayaquil / LÍDERES
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Antonio Baduy: Su visión aportó al sector plástico

Las paredes de la oficina de Antonio Baduy están decoradas por varios reconocimientos que ha recibido a lo largo de su vida. La Sociedad de Beneficencia de Señoras Libanesa-Siria, la Cámara de Industrias y hasta el estado de Texas (EE.UU.) han destacado la perseverancia y personalidad de este ejecutivo.

En 1963, mientras cursaba la carrera de ingeniería mecánica en la Texas A&M University, recibió la beca denominada Good Neighbor Scholarship, por sus altas calificaciones. En esa ocasión, además, fue nombrado ciudadano honorario de Texas.

Baduy está lleno de anécdotas e historias. Recuerda, con una mezcla de alegría y nostalgia, que el exgobernador John Connally -quien resultó herido mientras viajaba con John F. Kennedy el día que el expresidente de EE.UU. fue asesinado-, fue quien firmó su título de ciudadanía honorífica. "Mis compañeros me molestaban, porque -como él estaba herido de la muñeca derecha-, realizó la firma con la mano izquierda".

Este ingeniero mecánico e industrial es un hombre muy apegado a su familia. Tiene tres hijos: Alexandra, Antonio y Andrés. Su cuarta hija, en cambio, no es de carne y hueso; tiene más de 40 años y la construyó con esfuerzo y dedicación. Se trata de la firma Plásticos Panamericanos S.A. (Plapasa), que fundó en 1969.

La empresa fue una de las pioneras en producir jabas plásticas para la industria de bebidas. En esa época -recuerda Baduy- estas compañías utilizaban cajas de madera para transportar sus productos, lo que disminuía su eficiencia.

Fue después de un viaje a Alemania e Italia que decidió desarrollar esa producción en el Ecuador. Su experiencia de trabajo en Cervecería Nacional, luego de terminar su carrera universitaria, fue clave; conocía cómo se movía la industria.

Hoy, la empresa que gerencia, produce, además de jabas, un sinnúmero de productos plásticos, como sillas, cajoneras, reposteros, tachos, baldes, bañeras… Pero su aporte para el sector de los plásticos no se limitó a la creación y despunte de su empresa. En 1977, participó en la fundación de la Asociación de Plásticos del Ecuador (Aseplas), junto con el mentalizador del gremio, Roberto Cheing. Posteriormente, en 1985, presidió la organización.

Caterina Costa, actual presidenta de Aseplas, dice que este ejecutivo de 73 años, "combinó en su vida profesional, el esfuerzo junto con la toma de decisiones valientes e innovadoras". Uno de los mayores aportes de Baduy a la industria -según Costa- es su preocupación por la constante capacitación de todos los actores del sector.

Agrega que su "trabajo intenso aportó a la creación del Laboratorio Felipe Costa von Buchwald en 1994", para tecnificar a quienes laboran en la industria y velar por el convenio con la Escuela Politécnica del Litoral, entre otros proyectos de la Asociación.

El trabajo gremial se intensificó cuando, en 1988, pasó a ser parte del Consejo directivo de la Cámara de Industrias. Esta asociación fue la que reconoció su labor profesional en noviembre pasado y lo nombró Mejor Industrial del Año.

Esta distinción ha sido entregada a personas que contribuyen a la industria con su trabajo. Jorge Salcedo, Patrick Bredthauer, Dolores Trullas, Francisco Alarcón, Isabel Noboa, Nicolás Febres-Cordero… son algunos de los empresarios ecuatorianos que recibieron este galardón en entregas anteriores.

En la ceremonia de reconocimiento, Francisco Alarcón, presidente alterno de la Cámara de Industrias de Guayaquil, se refirió a Baduy como un "empresario, emprendedor y visionario". En aquella exaltación Alarcón se refirió a él, además, como una persona a quien toda la industria le guarda respeto y cariño.

Se debe a que ha sabido mantener el éxito de su empresa a lo largo de los años. Esto hizo, además, que Plapasa reciba premios como el Ekos de Oro, otorgado por la Corporación Ekos, por ser "la empresa más eficiente del sector plástico". Ese premio lo obtuvo en dos ocasiones: en el 2008 y el año pasado.

La experiencia de este emprendedor incluye también otras áreas de trabajo, dentro y fuera del país.

Por ejemplo, en 1967 se mudó a Chile, donde gerenció la empresa textil Marie Claire por dos años. También incursionó en la industria del caucho, en 1978, cuando formó Cauchotec, para la fabricación de zapatillas de playa.

Además de la industria, otro de los intereses de este empresario es la labor social. Desde 1983, este hincha del Barcelona Sporting Club, es socio del Rotary Club Guayaquil. Ahí se desempeñó como presidente en 1997. También, fue socio 'Paul Harris' del Rotary Club, una distinción a la que se hacen acreedores los mayores donantes.

Su esposa, Mercedes Huerta, con quien lleva 40 años de matrimonio, es un motor que lo impulsa y lo apoya en el ámbito de la ayuda social. Es ella la que ha promovido, desde hace años, la responsabilidad social en la empresa que su esposo dirige. Funcionan como un equipo, junto con sus hijos.

MÁS DE SU GESTIÓN EN LA INDUSTRIA

1998. En ese año fue Presidente del Directorio de la firma Sanilo, con sede en Lima (Perú). En ese mismo año, se desempeñó como director del Hotel Oro Verde de Manta (Manabí).

2005. Fue presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo Ecuatoriano Libanesa. Baduy es socio fundador de dicho gremio.