La taxista María Eva Juncos, quien trabaja en Rosario, es la creadora de esta iniciativa. Foto: Cortesía

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Agencia EFE
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Las aplicaciones de transporte para mujeres se abren paso

1 de febrero de 2019 12:46

En pleno ‘boom’ de aplicaciones de transporte como Uber o Cabify, en Argentina empiezan a proliferar alternativas similares solo con conductoras para reforzar la seguridad y confort de las pasajeras, que en muchos casos se sienten incómodas cuando el que está al volante es un hombre.

El motivo de su preocupación está justificado: en el 2018, medios locales se hicieron eco de la denuncia de una pasajera a un conductor de Uber por violarla, otra denunció que la agredieron, una tercera que la drogaron con ‘burundanga’ y otro grupo de chicas compartió en Twitter su experiencia con un chófer que les sacó fotos y las grabó sin su consentimiento.

En este contexto, existen dos proyectos argentinos que han dado un paso al frente para ofrecer a las pasajeras un entorno más cómodo para sus trayectos.

La aplicación pionera a escala nacional es SheTaxi, plataforma creada el 2016 por la taxista María Eva Juncos en la ciudad de Rosario, que ofrece la posibilidad de pedir hasta 130 taxis en la ciudad manejados por mujeres.

Aunque SheTaxi permite que los usuarios de la ‘app’ sean hombres y mujeres, las segundas representan el 90% de la clientela de las taxistas registradas.

María Eva Juncos relata que antes, cuando las chicas subían a su taxi y se percataban de que era una mujer, era una “alegría total” para ellas y enseguida le pedían el número de teléfono.

“Llegaba un momento en el que tenía en el teléfono veinte llamadas para la misma hora en diferentes lugares”, comenta.

Mientras tanto, en Buenos Aires planea su desembarque SaraLT, una aplicación similar a Cabify pero de uso exclusivo para mujeres y niños y solo con conductoras.

Aunque la plataforma aún no está activa y planea comenzar a funcionar en la capital argentina el 7 de febrero, ya cuenta con 1 200 conductoras registradas y unas 27 000 descargas por parte de futuras usuarias que “no se sienten seguras a la hora de viajar”, según afirma Felipe Martínez, director regional de la aplicación.

“Lo vemos en la tele todo el tiempo, sucede en la calle, pasa en los trenes, pasa en los colectivos... No todos los hombres son así pero hay muchos que se pasan de palabras, la mujer siente un poco más de desconfianza”, relata Martínez.

Incluso el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires se sumó a esta corriente, al introducir este año 2 000 nuevas taxistas para reducir la “brecha de género” en el sector e incorporar en su aplicación BA Taxi la opción de elegir una taxista mujer solo para usuarias, “porque ellas realizan casi el 70% de los viajes”.

“Hay taxistas que, según me comentan ellas, hacen comentarios muy fuera de lugar, como por ejemplo pedirles el número de teléfono, decirles vamos a salir o demorarlas para bajar”, asegura. Del mismo modo, considera que tiene amigos taxistas que son “señores profesionales” y también se ven perjudicados por la situación, ya que algunas pasajeras le explican que tienen miedo cuando ellos toman un atajo o ponen “las trabas” (pestillos) del coche cuando entran.