Matilde Mordt, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo ( PNUD). Foto: Cortesía: PNUD

Matilde Mordt, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo ( PNUD). Foto: Cortesía: PNUD

Carolina Enríquez, (I)
redaccion@revistalideres.ec
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Apoyo internacional para la gestión de los pequeños negocios

6 de julio de 2020 07:46

Matilde Mordt, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), asegura que, tras la pandemia, se perderán entre 10 y 15 años de desarrollo humano en uno solo.Hay planes de la entidad para la reactivación económica nacional.

¿Cómo se mide el indicador de desarrollo humanos?
El concepto de desarrollo humano lo lanzó Naciones Unidas en 1990. Lo que se proponía era no solo guiarse por el Producto Interno bruto (PIB) para medir el crecimiento, sino ampliar esa mirada. Entonces, el Índice de Desarrollo Humano propone una medida combinada: educación, salud e ingresos. Esas han sido las tres variables principales del indicador, pero hay también subíndices: ajustados por desigualdad, por identidad de género, etc.

¿Por qué el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) anunció que este año el Índice se ubicará en -0,020 (estimado provisional global), lo que implica una drástica caída frente a años anteriores?
Es realmente alarmante. Sería la primera vez que se produce un retroceso. A excepción de naciones que han estado en guerra o crisis profundas, los países han avanzado en sus Índices de Desarrollo Humano. Han mejorado en salud, longevidad, educación, niveles de escolaridad, ingresos, niños estudiando, entre otros. Ahora, es alarmante el golpe que está dando el covid-19 .

¿Qué impactos del virus han podido detectar?
Por ejemplo, a escala global, los niños y niñas deberían estar estudiando, pero no lo hacen porque no tienen acceso a Internet. En ese grupo está el 60%. Eso, afecta lo que son los datos de escolaridad. En salud habrá que ver a más largo plazo si hay un efecto sobre la longevidad. En cuanto a ingresos, estamos viendo cifras de una contracción global de alrededor del 5%, de acuerdo con información del Fondo Monetario Internacional (FMI). El impacto es muy fuerte para el desarrollo.

En la información que presentó el PNUD sobre el Índice también se habla de los impactos en cuanto a género.
Los efectos negativos de la crisis sobre mujeres y niñas impactan en lo económico, con menores ingresos. Hay también mayor inseguridad laboral y hasta violencia.

¿Qué pasa con Ecuador?
Ecuador tuvo al 2018 un Índice de Desarrollo Humano de 0,758; a escala global el total fue de 0,731. En términos generales -en los que hay solo el dato planetario- la caída es fuerte y en la práctica se perderán de 10 a 15 años de desarrollo humano en un solo año. Hemos revisado información en los últimos meses. Si a escala mundial se espera una caída del 5% del PIB, en Ecuador hablamos de 7% o más. Como PNUD hicimos un estudio inicial del impacto macroeconómico sobre covid-19 aquí y se calcula una contracción de 7,3% en 2020, con pérdida de alrededor de 660 000 empleos y un desempleo de 11,9%. Hay varias cifras. Estas las sacamos de un estudio independiente que hicimos. Hay similares del Banco Mundial, la Cepal, el BID, etc. Las tendencias son las mismas. Hay que ver el mensaje que nos deja.

¿Cuál es?
Que estamos teniendo una pérdida económica, pero también de otras dimensiones.

¿Qué condiciones de vida se espera para América Latina, tomando en cuenta que es la zona del planeta que concentraba hasta fines del mes pasado, el 50% de casos mundiales de covid-19 y cuya economía está afectada?
En el momento estamos en medio de la crisis sanitaria en América Latina. Son economías que en muchos casos cerraron temprano, pero que no han llegado al tope de la pandemia. Los efectos económicos y sobre todo sociales, como aquellos en la educación, se van a mantener por tiempo largo. Desde Naciones Unidas tenemos paquetes de apoyo, porque esto es una crisis sin precedentes. Simultáneamente es una crisis sanitaria, humanitaria y socioeconómica.

¿Cuáles instrumentos?
Está el apoyo que estamos brindando al sector de la salud por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS); está también un plan humanitario, que para el caso de Ecuador lo lanzamos relativamente rápido. Se centra en apoyo para diferentes sectores como salud, compras para esa área, alimentación, reactivación económica temprana... Entonces, hay un plan de respuesta específica para el país. En eso no solo estamos trabajando Naciones Unidas, sino otras organizaciones. Ahora, estamos laborando en el tema socioeconómico.

¿Qué han puesto en marcha?
El Secretario General ha identificado cinco pilares para trabajar: salud, que debe continuar más allá de covid-19; protección social a grupos vulnerables; respuesta productiva y de empleo; macroeconomía y protección social. Hay que poner atención a estos en el plazo de un año o dos.

¿Qué deben esperar países como Ecuador, que están entre los más afectados?
Creo que debemos prepararnos para unos años complejos. Como estamos viendo, incluso en zonas donde se pensaba que ya había pasado el repunte, cuando se hacen aperturas económicas, vuelven a haber brotes. Esto va a ser una situación que va a durar en el tiempo. No tenemos todavía una vacuna. Aunque tengamos avances promisorios, se debe pensar que de todas maneras tendría que masificarse y eso va tomar un tiempo. Tenemos que prepararnos para algo que va a durar más.

¿Qué impactos sociales genera una crisis de este tipo?
El Informe de Desarrollo Humano Global del 2019 decía que estaban surgiendo nuevas desigualdades. Por ejemplo, en acceso a educación terciaria o acceso y uso de Internet. Eso, con la emergencia que estamos viviendo, revela que es una brecha que, efectivamente, nos afecta más que a otras naciones, donde es menor.

¿Cual es la situación de Ecuador en temas de acceso a la Internet para educación?
En Ecuador se calcula que hay 1,6 millones de niños matriculados. Un 12% de los hogares que están bajo el nivel de pobreza no tiene acceso a Internet. Además, el otro porcentaje tiene los desafíos propios de una educación a distancia. Esas son las brechas que se deberían estar cerrando.

En materia de reactivación, ¿qué se ha venido desarrollando como PNUD?
Como PNUD nosotros lanzamos, junto con el ministerio de la Producción, el programa En marcha digital, para que las tiendas se pudieran mantener abiertas. Es un paquete que tiene siete vías, que enseña a los pequeños negocios a manejar una clientela de manera digital; cómo promocionarse; cómo llevar las cuentas y una guía sobre los protocolos necesarios para mantener los comercios. Lanzamos este programa de manera muy rápida y hemos llegado a más de 100 000 pequeños negocios. Estamos, incluso, dando capacitaciones en diferentes Gobiernos Autónomos Desentralizados (GAD), en línea, para los comercios. Es un ejemplo de lo que se puede hacer, actuando de manera raída.

Hoja de vida
Formación. 
Licenciada en Ciencias Sociales, Geografía Económica y Ciencias Políticas, de la Universidad de Gothemburg.

Máster en Economía Internacional y Administración de Negocios y PhD en Geografía Económica y Humana de la misma entidad.

Experiencia. Representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) . Ha laborado en la organización como Líder regio­nal del equipo para América Latina y el Caribe, Desarrollo sostenible y resiliencia del PNUD.