Esta abogada es hoy en día ladirectora del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana

Esta abogada es hoy en día ladirectora del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

Patricia Vera: ‘El trabajo profesional demuestra que uno tiene capacidad’

16 de julio de 2019 09:46

Patricia Vera Nieto se relacionó con la jurisprudencia desde niña. Creció rodeada de abogados en su familia. Su abuelo, su padre y varios de sus tíos ejercieron la profesión en distintos ámbitos. Eso la motivó a seguir sus pasos, por la posibilidad de vincularse a la carrera diplomática, más que por el interés en la parte litigante.

Cuando cursaba el segundo semestre de Derecho en Universidad de las Américas descubrió que lo suyo era el arbitraje. Esa determinación la llevó a abrirse camino por cuenta propia y dejar su marca en el camino.

Posee una amplia hoja de vida forjada en once años de trayectoria, en los que hizo de todo, desde servir café hasta coordinar una oficina de arbitraje. Esto le ha permitido aprender, y entender, la importancia que tiene cada elemento en un equipo de trabajo. Su principal aspiración profesional es convertirse en árbitro oficial y ejercer la docencia.

Hoy es Directora del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana (Amcham) Quito.

El oficio

“Mi papá trabajó 32 años en la Procuraduría General del Estado. Fue uno de los abogados que tuvo que llevar la defensa del Estado en el caso de Consuelo Benavides y los hermanos Restrepo. Ese caso estuvo muy presente en mi casa. Me gustaba el concepto de ayudar a las personas, no solo defenderlas sino tratar de remediar el problema o lo que haya pasado.

Si bien es cierto a veces puedes ser el abogado que acusa o defiende, creo que la idea siempre es sacar el menor daño para tu cliente o para quien estás representando.

En la universidad siempre participé. Hubo un concurso de Derechos Humanos interno, que ganamos con mi grupo. Luego tuve la posibilidad de trabajar en un estudio jurídico, tenía que ir a los juzgados civiles todos los días. Ahí tuve claro que no quería ser una abogada litigante Después obtuve una pasantía en la Cámara de Comercio de Quito, en el área legal y de investigación”.

El aprendizaje

“Los cambios son oportunidades. Lo más importante es tener la predisposición de hacer las cosas. En el camino siempre se tendrá que pasar por un poco de todo. Cuando era asistente me mandaban a notificar, me pedían café para audiencias de arbitraje. He hecho de todo.

Eso me ha permitido realizar de una mejor manera mi trabajo. Sigo aprendiendo porque en los casos siempre pasan cosas distintas y lo ves desde otras perspectivas.

Ahora soy árbitro en un centro de arbitraje de Cuenca al que me invitaron porque les interesó mi perfil y porque estaban ampliando la lista de árbitros mujeres. Es todo un reto”.

Arbitraje vs. mediación

“El arbitraje es un proceso formal. Es como un juicio, rigen términos. La mediación es mucho más flexible. Tiene un manejo distinto, porque si se tiene que cambiar una fecha de una convocatoria a una reunión, lo haces por teléfono y no pasa nada; pero en arbitraje siempre tiene que haber una resolución o providencia, para que se notifique a las partes.

En arbitraje las partes acuden con la representación de un abogado, en la mediación no. Yo estuve en una etapa muy corta en el área de mediación, tenía que coordinar entre los mediadores y las partes.

En el arbitraje las partes pueden proponer qué árbitro desean que resuelva el caso, porque se conoce su trayectoria”.

Las barreras

“En el mundo del Derecho las personas están acostumbradas a ver al abogado hombre y mayor. En la Cámara de Comercio de Quito, cuando era la coordinadora del área de arbitraje (quien notifica y lleva el caso), vino a verme un abogado que tenía una duda y cuando salgo a recibirlo me dijo que él quería hablar con el abogado que lleva el caso. Cuando le respondí que era yo, se sorprendió.

El trabajo profesional y pulcro es lo que va a demostrar que se tiene la capacidad de hacer las cosas. Apoyo a algunas organizaciones enfocadas en el trabajo de fomentar la equidad para abogadas. Desde la Amcham lideramos un proyecto Mentoring para mujeres, en conjunto con el Club Español del Arbitraje.

Ahora hay más espacios para las mujeres. Tuve la oportunidad de participar como expositora en la primera conferencia a nivel latinoamericano solo de mujeres, fue en enero, en Lima. Estuvimos 45 expositoras de todo el mundo”.