Tony Angulo comenta que los productos son elaborados con materia prima que proviene de fincas inclusivas cercanas al Yasuní. Foto: Patricio Terán Líderes

Tony Angulo comenta que los productos son elaborados con materia prima que proviene de fincas inclusivas cercanas al Yasuní. Foto: Patricio Terán Líderes

Aromas y sabores que llegan desde los linderos del Yasuní

16 de mayo de 2017 09:09

Acercar a todo el mundo el café y el cacao que se produce en la Amazonía fue el sueño con el nació la Asociación de Producción, Comercialización e Industrialización Agropecuaria Bethesda (Asopriabet), que agrupa a 14 familias de la parroquia rural Inés Arango, en Orellana.

Una particularidad de estos dos productos es que por ser cultivados en la Amazonía se ven beneficiados por los aromas frutales y florales propios de la zona.

Tony Angulo es el administrador de Aromas del Yasuní, marca con la que se comercializan el café (robusta) tostado y molido, y la pasta de chocolate que producen. Él comenta que la Asociación arrancó en abril del 2015 con la intención de acopiar café y cacao y secarlo para luego llevarlo a las grandes industrias. Para eso, obtuvieron créditos que sumaron USD 54 000.

El proyecto se topó con la fluctuación de los precios de los productos, que incluso generó pérdidas de casi USD 17 000. Esto, porque la iniciativa tiene el enfoque de negociar con los productores de la Amazonía un peso y precio justo, pero muchas veces ellos compraban a un valor que bajaba en el mercado a la hora de vender la materia prima.

En febrero del 2016 se decidió darle un giro al negocio para dejar de perder dinero y empezaron a procesar la materia prima. “Tostábamos el café y el cacao en una paila”, recuerda Angulo, al explicar que enseguida buscaron obtener el registro sanitario y capacitarse. Ahí se hizo una nueva inversión de USD 7 500, y hasta ahora, lo que va ingresando de dinero se reinvierte.

La materia prima proviene de fincas inclusivas que cuentan con planes de manejo y monitoreo, a fin de conservar el medio ambiente. Trabajan con al menos 200 productores de la zona de influencia, que corresponde a la franja de seguridad de la zona de amortiguamiento del Yasuní. .

Tienen una producción mensual de 30 a 40 quintales, tanto de café molido y tostado, como de cacao. Las presentaciones del café son el clásico y el especial, al que se le añade cardamomo.

La pasta de cacao es la clásica y la especial, que contiene canela, anís, clavo de olor y pimienta dulce. Además producen ‘nibs’, que es el cacao amargo fermentado, troceado y tostado; sirve para la decoración de postres. Están empezando a experimentar con ‘nibs’ de sabor a piña, mandarina y guanábana y rompope con cacao.

Aprovechando que todos los socios tienen experiencia en ventas, comercializaron su producto en El Coca, y han avanzado al punto que ya están en almacenes Tía y próximamente estarán en las perchas de supermercados Santa María. “Aspiramos llegar a El Rosado y La Favorita”, señala Angulo, con la certeza de que sus productos gustan al consumidor.

Esto lo corrobora Cristian Cueva, asiduo consumidor de café de Aromas del Yasuní. “El sabor es diferente, muy rico, lo encontré de casualidad y ahora no me falta en la casa” asegura Cueva.