Johanna Valdivieso, propietaria de Betero, muestra las  libretas que se venden en Quito, Cuenca, Galápagos y en redes sociales. Foto: Mayra Pacheco / LÍDERES

Johanna Valdivieso, propietaria de Betero, muestra las libretas que se venden en Quito, Cuenca, Galápagos y en redes sociales. Foto: Mayra Pacheco / LÍDERES

El arte se impone en las portadas de estas libretas

17 de mayo de 2018 10:15

Las portadas de las libretas que se confeccionan en Betero se han convertido en un lienzo para el talento ecuatoriano. En este espacio, el primero que ven los usuarios, se muestran obras de artistas urbanos, diseñadores, pintores e ilustradores.

En estas libretas, que parecen obras de arte, destacan flores, frutos, nevados, volcanes, fiestas populares de Ecuador, símbolos precolombinos, paisajes, retratos y diseños de bandas de música.

Johanna Valdivieso, propietaria de Betero, comenta que para elaborar las portadas se trabaja con ocho artistas, con la banda Swing Original Monks y, próximamente, Guardarraya. Ellos reciben regalías por su trabajo y se reconoce la autoría de cada obra.

Para Juan Sebastián Aguirre, quien difunde sus diseños con esta iniciativa desde hace cinco años, incluir sus obras en la portada de las libretas Betero es positivo, porque la gente puede apreciar y conocer el arte y cultura de autores locales.

Con este producto diferenciado desde hace seis años, Betero -que tiene una década en el mercado- busca difundir el arte ecuatoriano, ofrecer un material de calidad para sus clientes y servir como una fuente de inspiración.

Los materiales con los que se confeccionan estas libretas son biodegradables y de alta calidad. De acuerdo con las preferencias de ejecutivos, diseñadores u otros profesionales se puede elegir hojas llanas, con cuadros, líneas, puntos, agendas. Estos se encuentran disponibles en tamaños que caben en la palma de la mano o, los más grandes, boceteros. Además, el papel soporta trazos hechos con lápices, esferos, marcadores, tintas, acuarelas y otros.

Irving Ramó, artista visual y diseñador de la banda Swing Original Monks, comenta que en estas libretas ha podido usar óleo y hasta aerosol para hacer sus diseños, incluso, ahora algunas de sus obras se imprimen en la portada de estos cuadernos.

La elaboración de las libretas es a mano. En Betero trabajan nueve personas. Inicialmente, eran solo dos: Valdivieso y su pareja Juan Francisco Martínez, quien también diseña.

La capacidad de producción es de hasta 4 000 libretas por mes. Pero se trabaja bajo pedido. Incluso se elaboran diseños personalizados para instituciones.

Betero diseñó 2 000 cuadernos para la Cumbre Hábitat III que se realizó en Quito, en el 2016. Y en el 2010, envió 400 libretas para la tienda del Museo de Luovre, en Francia, por pedido del cartelista polaco, Michal Batory.

Camila Khalifé, propietaria de Café Botánica, solicita también libretas personalizadas. Estas se entregan, cada mes, en los talleres que se dictan a los aficionados a esta bebida como parte del material y resulta muy útil.

Las libretas de Betero se venden en la Francisco Salazar y Tamayo, en Quito y www.betero.com.ec. También en Librería Española, Rayuela. En Cuenca y en Galápagos.

Estas tienen un costo desde USD 5 hasta 35, según el tamaño. Al año se factura alrededor de USD 200 000 y la visión es ampliar su portafolio y exportar.