El uso de materiales autóctonos es parte de la identidad de la artesanía afro en la zona. Fotos: Marcel Bonilla / LÍDERES.

El uso de materiales autóctonos es parte de la identidad de la artesanía afro en la zona. Fotos: Marcel Bonilla / LÍDERES.

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La artesanía sustenta a cuatro sociedades

27 de septiembre de 2015 15:59

Cuatro asociaciones de artesanos de Esmeraldas trabajan en la promoción de la cultura del pueblo afroesmeraldeño, con la venta de sus artesanías elaboradas en madera, pambil, coco, tagua, coral y conchas.

La producción de carteras, aretes, bolsos, monederos, pulseras, maracas, cununos, bombos y pequeñas marimbas es un imán para el turista, que lleva un recuerdo de su paso por los balnearios.

El mayor mercado artesanal está en Atacames, por ser el polo turístico que atrae a miles de visitantes. Los cerca de 200 artesanos de las asociaciones: Era Nuclear, El Pambil, El Bambú y Nelson Estupiñán Bass se dedican a la elaboración y venta de sus artesanía desde hace 25 años.

Las ventas son mayores en las temporadas de vacaciones de la Sierra, porque los niños y jóvenes se detienen observar y para comprar más, explica Iván Rosales, unos de los 32 socios de la asociación de artesanos Era Nuclear. Él obtuvo una venta de USD 5 000 en la última temporada playera, por las vacaciones de la Sierra.

“Cuando pasa la temporada, las ventas oscilan entre 200 y 300 dólares en promedio de jueves a domingo, pero aún sigue siendo bueno, porque vendemos la mercadería que producimos”, señala Rosales.

En su caso, elabora artesanías conjuntamente con cinco miembros de su familia, para surtir tres tiendas: una en la ciudad de Esmeraldas y dos en Atacames.

El compromiso es mantener la cultura con artículos que identifiquen al pueblo afroesmeraldeño, como la figura de afro tocando el bombo, la marimba o sobre una canoa y con mujeres danzando.

Adison Guisamano es antropólogo y artesano. En su casa elabora collares con semillas, bombos y maracas. A cada artículo le da un tratamiento especial para luego venderlos en el Gran Chozón de Tonsupa. Su producción, en la que utiliza materiales autóctonos, le genera entre sábado y domingo una venta de USD 200.

Aunque no hay un registro de cuánto dinero mueve la venta de artesanías afros en Esmeraldas, Guisamano dice que si solo se promedia USD 3 000 por cada uno de todos los artesanos en temporadas de 45 días se hablaría de una cifra de USD 600 000 en ventas.
Los clientes mayoritarios, amantes de las artesanías afros, provienen de la Serranía ecuatoriana y se caracterizan por adquirir marimbas, maracas con palmeras, un bombo o una canoa elaborada en balsa y pintada con los colores de Esmeraldas.

Las artesanías lucen en los locales ubicados en las playas de la provincia esmeraldeña. Fotos: Marcel Bonilla / LÍDERES.

Las artesanías lucen en los locales ubicados en las playas de la provincia esmeraldeña. Fotos: Marcel Bonilla/ LÍDERES.

Leonardo Paucar, uno de los turistas de Quito, quien visita las playas del sur de Esmeraldas dos veces al año, asegura que siempre lleva a su casa un detalle de la cultura afroesmeraldeña.

Una de sus últimas adquisiciones fue una pareja de danzantes afros, que colocó en la sala de su vivienda. Además, conserva cuadros pintados al óleo de mujeres afro danzando descalzas, mientras un hombre toca la marimba; lo compró en USD 300.

Pero también los turistas colombianos aprecian el trabajo artesanal, como lo hace Luis Felipe Pérez, un turista de la ciudad de Ibagué. Dice que gusta de las artesanías elaboradas con coral y coco. “Me parecen elegantes y de buen acabado”, señala.

Los artesanos aseguran que han tenido que competir con la llegada de ‘artesanías’ asiáticas, que invaden el mercado. Sin embargo, muchos optaron por incluir un pequeño segmento de estos artículos en sus locales.

Cecibel Castillo, presidenta de la asociación Era Nuclear, explica que el 70% de lo que se vende es producido con material del medio y el 30% restante es mercadería que se adquiere para variar las ofertas a sus clientes.

Los artesanos aseguran que las inversiones que realizan van desde los USD 5 hasta los 10 000 en la adquisición de maquinarias para cortar, lijar, coser y dar acabado a cada artesanía elaborada en sus talleres y sitios de venta en Esmeraldas y Atacames.