Escribir sobre Augusta Bustamante es reconstruir una trayectoria dedicada a imaginar y ejecutar proyectos para mejorar la vida del prójimo. Educada en Suiza, Italia, Chile y Ecuador, al ser su padre diplomático, se nutrió de esas culturas para luego contribuir al cambio de la sociedad ecuatoriana, desde lo privado.

El estudio de su departamento, ubicado en el norte de Quito, está repleto de libros y de fotos. De ellas, destaca una imagen suya de 1978, cuando a los 16 años conoció al Papa Juan Pablo II. También otra con el rey Gustavo VI y la reina Silvia de Suecia en el World Child Forum de 2018, por el aporte de Diners Club en alianza con Unicef por la infancia.

Su pasión por lo social y la ayuda al necesitado, a través de procesos de desarrollo, la ha acompañado desde adolescente, a través de labores de voluntariado y también desde puestos relacionados con el marketing y el sector financiero. Aquí la historia de la Gerenta de Responsabilidad Social de Diners, de sus propias palabras.

La Antropología y el Innfa
“Siempre he tenido la idea de impactar a la sociedad más allá de tu trabajo y la Antropología es maravillosa para ello. Mi primer trabajo fue en el Museo del Banco Central del Ecuador, como parte del equipo que armó los primeros Centros Culturales en Quito, a finales de los años 80. El gran desafío en esa época era acercar la cultura a los sectores populares y fue muy exitoso un centro cultural ubicado al final de la calle Loja, porque pudimos acercar a los niños a la acuarela y a la cultura.

Pasé luego a trabajar con el Instituto Nacional de la Niñez y la Familia (Innfa), con Eugenia Cordovez de Febres Cordero.

Ella reunió a un equipo multidisciplinario de 40 profesionales para cambiar la atención a la infancia de parte del Estado.

Había muchos problemas de violencia y abandono con los niños en el país. Entonces, entré como la antropóloga principal en un proyecto que intervino 90 centros infantiles entre orfelinatos, centros de educación especial, rehabilitación física y guarderías, donde no había acompañamiento al niño ni estimulación.

Por eso hicimos fuertes cambios y al término de este proyecto, a mis 22 años, escribí mi primer libro que registraba los procesos y la metodología de esta transformación. Por ello, fui llamada por los presidentes de Colombia, Chile y Venezuela para contar la experiencia. Esto fue un ejemplo de lo que puede hacer la Antropología para mejorar la situación de miles de personas cuando va de la mano de una política pública”.

Marketing y antropología
“En aquel momento, sentí que una nueva carrera podría complementar mi experiencia y por ello estudié Comunicación en la universidad Mónica Herrera de Chile (hoy Casa Grande). Las ciencias sociales sumadas al marketing son una ecuación ganadora”.

Lo social y la banca
“Luego de vivir un tiempo en Venezuela, regresé al país como directora Comercial de Banco Solidario, un puesto en el que tenía mucho trabajo con poblaciones rurales y marginales donde aprendí del microcrédito.

Después, pasé a Diners como gerenta de Segmentos y Productos, pero extrañaba lo social. En todos mis cargos, siempre he animado a mis equipos a trabajar en temas de ayuda al necesitado.

En aquella época, Diners ya tenía una alianza con Unicef, pero yo quería ir más allá y presenté una propuesta para crear el área de responsabilidad social. Implicaba un modelo de gestión mucho más allá de un tema de caridad. Fuimos la primera entidad financiera en tener esta idea y lo más interesante fue que el concepto no salió de un conflicto.

Desde Diners y Banco Pichincha hemos ejecutado proyectos educativos y culturales para impactar al país, como un programa de textos a bajos costos para reducir la deserción escolar, y otros proyectos como Emprende Fe; la Artisteca, de arte para sectores populares en Quito; y Sinfonía por la Vida, de educación musical en Esmeraldas, entre muchos otros”.

Licencia social empresarial
“Hay un concepto en responsabilidad social que se llama Licencia Social para Operar. Esa licencia no la da ninguna entidad pública, sino la gente. Una empresa no puede tener éxito en una sociedad fracasada. Somos actores de esta sociedad, no solo actores del lucro. Siempre generas un impacto y siempre tienes un espacio para aportar. Las empresas pueden implementar proyectos piloto que luego se lleven a políticas públicas de Estado, para luego transformarse en cambios que benefician a toda la sociedad”.

Su visión
Las empresas  pueden generar un profundo impacto en el desarrollo de una sociedad, a través de programas de trabajo conjunto de la mano de sus consumidores, el público y el Estado.

Su perfil
Su educación.  
Estudió su primaria y secundaria entre Suiza e Italia. Es antropóloga por la PUCE de Quito ycomunicadora por la Escuela Mónica Herrera de Chile. Tiene un diplomado en Responsabilidad del TEC de Monterrey y un posgrado en la misma especialidad por la Universidad de Castilla la Mancha, España.

Sus cargos. 
Trabajó en el Innfa, Fundación Natura, yMcCann Erickson y ocupó gerencias en Ferrero, Bristol Myers Squibb, y Diners, entre otras empresas.