Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto: Armando Prado / LÍDERES

Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto: Armando Prado / LÍDERES

‘La banca necesita mejores reglas’

13 de enero de 2020 11:43

Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados, asegura que aunque en el 2020 se espera un crecimiento lento de la economía, la banca no contraerá el crédito, pues está iniciando el año con utilidades más altas y otros indicadores récord.

¿Cómo cerraron los principales indicadores de la banca en el 2019, un año de desaceleración económica?

Iniciamos el 2019 con una tasa de crecimiento de 2% en los depósitos, si eso se mantenía, hubiéramos terminado el año con una tasa de contracción de depósitos bancarios de -4% y eso era muy preocupante. Pero cerramos con un crecimiento del 7%. Dos factores ayudaron a revertir la tendencia negativa. Uno fue el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que inyectó liquidez a la economía, y el segundo factor fue que la banca consiguió USD
1 000 millones de bancos internacionales, inversionistas extranjeros, entre otros. Con esos recursos internacionales se capitalizaron USD 400 millones en crédito; es decir, la banca puso más capital para fondear nuevas líneas de créditos. Con esta estrategia, la banca entregó un récord histórico en créditos en el 2019 que llegó a los USD 30 000 millones.

Las condiciones para obtener financiamiento extranjero empeoraron luego del paro de octubre y la escalada del riesgo país. ¿Cómo enfrentará la banca un escenario de bajo crecimiento económico o desaceleración en el 2020?

Si no se daba el paro en octubre y los otros eventos de noviembre y diciembre, la banca hubiera podido conseguir inversiones extranjeras por al menos USD 300 millones más de los USD 1 000 millones. Esperamos que el 2020 sea un año de lento crecimiento y sabemos que hay riesgos, pero la banca comienza el año con buenos indicadores y buena utilidad. El 70% de la utilidad del 2019 se va a revertir en mayor capitalización de los bancos. Las utilidades se convertirán en mayor capacidad de apalancar créditos. En el 2020 esperamos un crecimiento de los créditos y depósitos en el país.

¿Qué requiere la banca en el 2020 para mantener indicadores positivos?

Necesitamos que se concrete la reforma al Código Monetario que quedó pendiente el año pasado. También se requiere la reforma laboral; aunque no es un tema bancario, sí es importante para el sector productivo, y las empresas son nuestros clientes. Con esta reforma se relajarían las condiciones de contratación en el sector productivo y habría mayor crecimiento y demanda de crédito. En la última parte del 2019 sentimos menor demanda de crédito de empresas, sobre todo el crédito orientado a más inversiones y de largo plazo. Las empresas piden sobre todo crédito para capital de trabajo, que es a muy corto plazo.

¿Cómo evalúan el comportamiento de las diferentes líneas de crédito en el 2019?

El crédito tuvo un buen desempeño en el 2019 en general. Hasta diciembre, las líneas de crédito que más crecieron fueron el microcrédito y del consumo, este último, porque hay más demanda de crédito de consumo en hogares, pero también en empresas que quieren seguir manteniendo capital de trabajo, pero no buscan inversiones a largo plazo. Esperamos que el crédito del sector productivo se vea revitalizado. Nos preocupa que el sector que menos demanda préstamos es el de la construcción y el inmobiliario, que en el 2019 solo creció un 3%. Buena parte de los USD 1 000 millones que se consiguieron del exterior fueron para microcrédito, crédito productivo, para mujeres emprendedoras y crédito verde.

Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto: Armando Prado / LÍDERES

Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto: Armando Prado / LÍDERES

¿Qué cambios claves debe tener la reforma monetaria?

Esperamos que la reforma al Código Monetario nos lleve a estándares de la normativa internacional Basilea. La banca no necesita menos regulación, sino mejor regulación. Solo Ecuador y Venezuela no están alineados a la normativa de Basilea. Otro punto a solucionar en la reforma es que el rol de la Superin­tendencia de Bancos, de la Junta de Regulación Monetaria y otras entidades, no está del todo claro y eso no permite generar confianza; además, el Banco Central necesita ser independiente del Gobierno de turno. También debe haber cambios en el manejo de la liquidez, que en Ecuador es un tema político. Con esos cambios podríamos destinar más recursos al crédito productivo y demás.

¿Qué cambios deben darse en las normas de manejo de liquidez de la banca?

A la banca se le obliga a invertir el 2% de su liquidez en bonos del Estado, el 3% en la banca pública. Esas prácticas no están en línea con las prácticas internacionales. Tenemos paquetes de liquidez que no deberían estar ahí y podrían ir a crédito productivo.

¿Cuál debería ser el perfil del Directorio del Banco Central para dotar al ente de independencia?

Nosotros no intervenimos en la redacción de la propuesta del Banco Central sobre cómo debería conformarse el Directorio en el proyecto de ley que se presentó el año pasado. Desde la banca sostenemos que es clave que el Central se vuelva a convertir en un banco de bancos, que sea un banco de reservas, que no sea un banco del Gobierno de turno. Como se elija al directorio le compete a los expertos en temas monetarios.

La semana pasada el país cumplió 20 años de dolarización. ¿Qué ha sido lo positivo y lo negativo que ha dejado el sistema a nuestra economía?

La dolarización nos permite separar los vaivenes políticos de lo económico. Ahora tenemos un sistema bancario fuerte, técnico y profesional y a pesar de las coyunturas económicas negativas, recesiones, cambios políticos y mala normativa, el país ha mantenido el nivel de crecimiento, se han evitado devaluaciones, inflaciones y no ha habido más crisis bancarias. La dolarización estabilizó la economía, pero no soluciona todos los problemas. Un problema latente es la falta de competitividad.

¿Tras el feriado bancario y la dolarización cómo ha cambiado la banca ecuatoriana en estos 20 años?

Los bancos que hicieron malos negocios y tomaron demasiados riesgos sufrieron y desaparecieron. Los que permanecieron son bancos solventes, técnicos y que tienen estandarización igual a la banca internacional. La banca de hoy es muy líquida, tiene los niveles de liquidez más altos de la región. Tenemos bancos fuertes, estables y diversificados. Y los indicadores también han mejorado. Antes de la dolarización la morosidad bancaria estaba por encima del 42% y ahora es del 3%; en 1999 el país tenía 40 bancos y hoy son 24. En depósitos totales antes de la dolarización, el monto era de USD 3 500 millones y actualmente superan los USD 29 000 millones; esto es cerca del 28% del PIB. Hay mucho por hacer. Panamá usa el dólar y tiene un nivel de depósitos por encima del 100% del PIB.

¿La banca está lista para competir con entes extranjeros? ¿Qué falta?

Hemos dicho a las autoridades que estamos listos porque tenemos entidades sólidas y una moneda fuerte. La banca internacional no viene a Ecuador porque no hay una normativa adecuada y el impuesto a la salida de divisas no atrae a los inversionistas. Con los cambios legales que esperamos, la banca de afuera vendría.

Su hoja de vida

Formación. 
Doctor en Administración y Economía de la Universidad de Lancaster. Estudió en el Instituto de Estrategia y Competitividad de la Escuela de Negocios de Harvard. Tiene un máster de IDE Business School. Se graduó de Economía en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).

Experiencia. Es presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador desde el 2015 y desde año pasado es presidente del Comité Latinoamericano de Innovación Bancaria de la Federación Latinoamericana de Bancos . Fue director de investigaciones y líder del Departamento de Economía de IDE Business School.