Bertha Romero tiene un masterado en Ciencias con mención en Gestión del Desarrollo en The London School of Economics and Political Science, Reino Unido.

Bertha Romero tiene un masterado en Ciencias con mención en Gestión del Desarrollo en The London School of Economics and Political Science, Reino Unido. Foto: Cortesía

Pedro Maldonado
Editor del Semanario LÍDERES. (I)
Descrición
¿Te sirvió esta noticia?:
Si 1
No 0

Bertha Romero: ‘El crédito, clave en la reactivación’

13 de abril de 2020 11:23

Bertha Romero es especialista en análisis de datos de Aval detalla un estudio sobre la capacidad de resistencia de las empresas en medio de la emergencia sanitaria que atraviesa el Ecuador. Cree que la banca y posibles reformas tributarias ayudarán a las empresas.

Aval y la Universidad de las Américas desarrollaron un estudio sobre la capacidad de resistencia de las empresas en medio de la emergencia sanitaria por el covid-19. ¿Cómo se trabajó la investigación?

El estudio parte de otras investigaciones similares hechas a escala mundial, en las que se ha buscado identificar qué tanto resisten las empresas ante una parada imprevista de sus actividades. Allí se analiza su liquidez para poder cubrir los gastos operativos en medio de una crisis y cuando dejan de recibir ingresos. Dada la coyuntura de la emergencia sanitaria mundial, en la que se ve una parada en las actividades de las empresas, la intención es aterrizar a la realidad ecuatoriana.

¿Cuánto tiempo tomó elaborar el estudio?

Fueron algunos días, cerca de una semana, hasta elaborar la metodología. Los datos ya los teníamos, provienen de la información financiera del 2018 que las empresas presentaron a la Superintendencia de Compañías. Con esto se aplicó la metodología y se trabajó con datos de 32 903 empresas.

Uno de los datos analizados es la liquidez, que a la final es lo que brinda resistencia a las empresas. ¿Qué conclusiones se obtuvieron?


Antes de llegar a la conclusión hay que mencionar algunos supuestos que se analizaron. Por ejemplo se asumió que las empresas dejan de generar ingresos y no perciben ventas. Mantienen su operación hasta el cierre, lo que significa que tienen egresos y los siguen cubriendo; entre los egresos están gastos operativos, gastos administrativos, sueldos. También se toman en cuenta cálculos de liquidez, ciclos de cobro. Otros supuestos son cuentas por cobrar directas y otras no tan líquidas. Hay ciclos de pago a proveedores, cuantas de efectivo y algo de inversiones temporales que se pueden traducir en liquidez inmediata, no al cien por ciento, pero sí en un 98%. Tomando en cuenta todo esto se identifica un indicador de liquidez de la empresa que lo tradujimos en días.

¿Y así se obtuvieron conclusiones?


Primero se calcula un indicador de liquidez en función de los ingresos promedios del mes. Traduciéndole en días, se identifica que para la muestra tomada el 50% de las empresas pueden resistir hasta 37 días con sus reservas de liquidez y sin generar ingresos. Un 25% de compañías puede resistir más de 70 días. Además se pudo hacer un análisis según la actividad económica, con comportamientos diferentes y maneras distintas de manejar la liquidez.

¿Por ejemplo?

Vimos que actividades como alojamiento y servicio de comidas pueden resistir menos días, con un promedio de 31 días. Los servicios administrativos pueden subsistir 32 días, la agricultura igual. Por otro lado están las actividades inmobiliarias con capacidad para resistir 61 días, seguros 47 días. Restaurantes y hoteles si se van a ver más afectados.

¿Estos datos que salen de la investigación en Ecuador son similares a los de otros países que también enfrentan la emergencia sanitaria?

Sí. Si bien en Ecuador se modificó un poco la metodología, vemos que los resultados son bastante similares. JP Morgan, en EE.UU., ya hizo un estudio similar en el 2016, pero solo se tomaron en cuenta ingresos y salidas de las cuentas corrientes de empresas. Nosotros tuvimos acceso a estados financieros y analizamos un poco más las cuentas. A esto hay que sumar el contexto y la coyuntura del Ecuador, que muestran que las empresas del país sí son más frágiles y sin un incentivo fiscal y monetario va a ser mucho más difícil resistir.

¿Se puede decir que la situación económica en la que estaba el país antes de la emergencia fue un agravante?

Sí, es peor aún. Todo el contexto por el que venía atravesando la economía del país agrava aún más la resistencia y la capacidad de sostener la operación con sus reservas de liquidez.

¿En la investigación se especificó que pasa con las pequeñas y medianas empresas, que son vitales en la generación de empleo y en dinamizar la economía?

No se hizo una distinción por el tamaño de las empresas, pero considero que sin lugar a dudas, lo que son pymes y microempresas se verán mucho más impactadas. Son negocios que a la final tienen otro manejo de su liquidez, aguantan con lo justo para su ciclo de negocio que puede ser de un mes para hacer pagos. Pero para las pymes siempre resulta más difícil contar con reservas o fondos de largo plazo.

Pensando ya en los próximos meses, en una reactivación de las actividades productivas, ¿qué perspectivas se pueden tener? ¿Cómo estará la resistencia de las empresas?

Creo que cuando las empresas retomen sus actividades se verá realmente quién es más fuerte, quién puede resistir. Lastimosamente veo que habrá empresas que tendrán que cerrar sus operaciones. El impacto es grande, pero hay que ver herramientas y opciones y en este sentido muchas empresas van a respaldarse en el crédito como una fuente de reactivación económica. Por ese lado, el crédito va a ser una herramienta potente para incentivar a las empresas, el crédito va a ser un motor para continuar con las actividades productivas. En este proceso también se va a requerir incentivos de parte del gobierno para que las empresas puedan levantarse.

A inicios de año, antes de la emergencia sanitaria, la banca privada hablaba de créditos para reactivar la economía. ¿Esa oferta se mantendrá dadas las condiciones actuales?

La banca está analizando ciertos beneficios que han surgido en esta coyuntura, como por ejemplo el diferimiento de determinadas obligaciones. Eso es un incentivo para la banca y para quienes tienen créditos. La banca está haciendo su parte y hay que entender su negocio. Hay acciones que están ya beneficiando a empresas y a personas. Muchos se acogerán a refinanciamiento y otras opciones para aliviar el impacto. Estamos en un momento en que todos debemos apoyarnos.

¿Aparte del crédito de la banca usted ve otras alternativa para la reactivación?

Es urgente revisar instrumentos fiscales y monetarios, de parte del Gobierno para salir de la crisis. No me quiero adelantar, pero si es de esperar beneficios tributarios, incentivos fiscales. No quiero hablar de algo que todavía no se ha dicho pero veo necesario contar con los instrumentos monetarios para aliviara la crisis que enfrenta el Ecuador.