Hoy en día se calcula que a escala nacional existen 138 000 tiendas. El 60% no están trabajando debido al covid-19

Hoy en día se calcula que a escala nacional existen 138 000 tiendas. El 60% no están trabajando debido al covid-19. Foto: Archivo / LÍDERES

Redacción Quito
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Bioseguridad, medidas laborales y capital, ejes de la reactivación

4 de mayo de 2020 13:44

Reactivarse tras la pandemia de covid-19 es el objetivo de todo tipo de negocios. Esto, sin embargo, no tiene nada que ver con volver a desarrollar sus actividades como regularmente lo hicieron hasta febrero pasado.

¿Qué significa? Según el informe Orquestando la recuperación de las organizaciones y sus cadenas de valor, de la consultora Deloitte, implica un retorno a las actividades con base en un plan, de seis ejes, en torno a la nueva normalidad.

Definir cuándo comenzar a retirar medidas de contención; revisar indicadores empresariales; determinar si existen cambios de los clientes y los mercados; reiniciar las operaciones en torno a las transformaciones de la cadena de valor; realizar gestión financiera, industrial y administrativa con base en la coyuntura; y aprovechar la tecnología en los procesos son los ejes a tomar en cuenta.

Un estudio de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) muestra que las empresas en Quito todavía no están reaccionando ante lo que la nueva normalidad exige para volver. De una muestra de 473 organizaciones encuestadas por el gremio, el 61,3% no ha tomado ninguna acción a corto plazo para obtener liquidez debido al giro de sus negocios; el resto decidió digitalizarse y transformarse para poder seguir adelante.

El 70% de las empresas considera que es importante que a escala país se tomen acciones vinculadas a obtención de créditos, extensión de pagos con el Servicio de Rentas Internas, seguridad social y flexibilización de la normativa laboral.

Otras empresas consultadas creen que se debería pensar en ajustes para conseguir liquidez y soluciones para el pago de arriendos y servicios básicos.

Recomenzar tras la pandemia también implica aplicar mecanismos de protección del personal con medidas de bioseguridad y ajustes en las jornadas de trabajo, dependiendo del número de empleados, el espacio físico, etc., según consta en la Guía poscuarentena para empleadores, de la CCQ. Además, la compra de mascarillas, desinfección dos veces a la semana, protocolos con aval técnico, determinación de personal que debe seguir en teletrabajo y mejoramiento de las instalaciones son fundamentales.

La Cámara explica que esto representa una inversión pero que no hay un monto exacto de cuánto le correspondería pagar a cada empresa pues depende de sus particularidades.
Fernando Altamirano, analista económico, explica que el 90% de las empresas en el Ecuador son pymes y que su nivel de rotación es alto. Tras la pandemia, reactivarse no será fácil y su tiempo de existencia podría acelerarse si no reciben el apoyo y aplican las medidas necesarias.

Para reactivarse y sostenerse, dice, es necesario que el Estado aplique programas para subsidiar las afiliaciones de trabajadores de emprendedores; que impulse el registro de emprendedores; que genere facilidades para la contratación solo por ciertas horas; que permite el acceso a líneas de crédito con tasas cero o máximo hasta el 5%; beneficios

Con mayor seguridad y menos personal

Con una distancia de dos metros entre cada uno, los pequeños productores de leche realizan filas cada mañana para la entrega del producto en los centros de acopio que trabajan con El Ordeño, en 12 provincias.

La compra de leche no ha parado, asegura Juan Pablo Grijalva, gerente General de la empresa láctea. “Tenemos bajo nuestra responsabilidad 6 500 productores. La fábrica está operativa al 100%, con todas las medidas de seguridad”.

El sector alimenticio, al ser prioritario, es uno de los que se ha mantenido operativo durante la cuarentena. Para ello, se han implementado protocolos de bioseguridad. En El Ordeño, al ser una empresa de alimentos, los trabajadores ya cumplían con medidas de bioseguridad, que ahora se han intensificado. Además de la vestimenta de trabajo –que incluye el uso de mascarilla–, los empleados pasan por un túnel de desinfección al ingresar a la planta, se les toma la temperatura y se les realiza un interrogatorio diagnóstico sobre síntomas.

Adicionalmente, se ha reducido el personal en planta a la mitad. En la empresa láctea laboran 293 personas: cerca del 50% se encuentra teletrabajando y alrededor de un 20% fue enviado de vacaciones. El restante opera en la fábrica.

Para recortar gastos, la firma bajó los salarios en cargos ejecutivos en un 25%. Aunque se mantiene activa, la empresa ha sufrido una baja del 51% en ventas, porque otras líneas están afectadas, como la venta de leche en polvo.

La Comarca y Hortana
, dos empresas productoras de vegetales, se encuentran operativas en al menos un 60%. “A pesar de que manejamos alimentos, los ingresos han caído en un 30%, porque la gente está comprando alimentos de mayor duración. Además, buena parte de nuestros clientes son restaurantes que se encuentran cerrados”, señala Alejandro Terneus, propietario de las dos firmas.

En las plantaciones y áreas de producción de ambas compañías se están aplicando protocolos de bioseguridad. Al ingreso, los trabajadores son desinfectados y se les toma la temperatura. En las líneas de producción, hay más distancia entre empleados, y se incrementó la desinfección en la planta. Las áreas administrativas, que representan un 10%, se encuentran teletrabajando.

La firma de telecomunicaciones Netlife está fortaleciendo la asistencia remota a los clientes, para evitar el contacto físico. Para ello están trabajando con herramientas como la realidad aumentada, explica Francisco Balarezo, CEO de la compañía de telecomunicaciones, quien detalló que las ventas han disminuido en un 50% por la pandemia.

El personal que necesariamente debe estar en campo está usando implementos de bioseguridad, aclara Balarezo. Esta compañía, en la que laboran 700 personas, está realizando pruebas para detectar el covid-19 a todo el personal, con apoyo de la Cruz Roja.

La incertidumbre dificulta planificar

El sector de la construcción, uno de los más afectados durante la cuarentena por la paralización total de su operación, fue el primero en entrar al plan piloto de reactivación (con 28 proyectos), que comenzó la semana pasada. Sin embargo, son pocas las industrias que entraron al plan; la mayoría está inactiva.

La empresa inmobiliaria Romero & Pazmiño, que contrata los servicios de RPM Construcciones, tiene seis proyectos paralizados en Pomasqui, Cumbayá y Los Chillos. Las ventas también están inactivas porque no están permitidas las visitas a los proyectos, explica Alejandro Pazmiño, gerente de la firma, en la que laboran 24 personas.

La mayor preocupación de la compañía es la gestión de las ventas: “Es muy difícil vender una casa en línea. Estamos desarrollando herramientas para asistir a los vendedores con aplicaciones virtuales y empezar a vender de esa forma”, explica el empresario.

La inmobiliaria analiza las diferentes medidas de bioseguridad para cuando llegue el momento de reactivarse, como, por ejemplo, trabajar en dos jornadas, para disminuir la cantidad de personas en la empresa, y una evaluación constante de los síntomas por covid-19.

El Grupo empresarial Kubiec-Conduit, fabricante de productos para la construcción y la metalmecánica, también se encuentra paralizada. Para poder cubrir los salarios correspondientes al mes de abril, recurrió a préstamos bancarios.

La nómina del Grupo, que factura USD 130 millones al año, es de alrededor de 600 personas. “Al momento, tenemos una pérdida en ingresos cercana a los USD 10 millones”, señala Henry Yandún, gerente General.

“Estamos viviendo una tremenda incertidumbre. No sabemos cuándo ni cómo va a arrancar la economía del país. Ni siquiera hay datos aproximados para planificar cómo empezar. No tenemos una fecha para reactivarnos, dependemos de lo que digan las autoridades”, aclara el vocero de la firma que está elaborando túneles de desinfección como un apoyo social en medio de la pandemia.

Sin embargo, Kubiec-Conduit se está preparando para cuando llegue el momento, con el protocolo de bioseguridad aprobado para el sector, por el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, y otras entidades de Gobierno.

Este protocolo incluye medidas de protección para el trabajador, limpieza y desinfección de áreas, medidas para el traslado de los empleados; entre otras instrucciones. La empresa también prevé cambiar los turnos de trabajo, para reducir la densidad de personal; además, mantener al menos un 10% en teletrabajo y otro grupo, semipresencial.

Según datos que maneja la Cámara de Industrias y Producción (CIP), las primeras cuatro semanas de paralización de actividades, por causa del covid-19, generaron pérdidas en ventas al sector productivo por alrededor de USD 12 000 millones.

Los pequeños negocios también reciben asesoría especializada

Organismos internacionales, universidades, gobierno y municipios trabajan para reactivar el sector de las tiendas y las pymes en el país.

Según la Red de Tenderos de Ecuador se calcula que a escala nacional existen 138 000 tiendas. El 60% no está trabajando.

En esto último coincide Carlo Ruiz Giraldo, responsable de Desarrollo Económico Inclusivo y Gestión de Riesgos en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Esta organización, en el marco de covid-19, desarrolló el proyecto En marcha digital, a través del cual se busca impulsar dicho sector productivo.

“La primera acción ha sido indicar a las tiendas que sí están autorizadas a poder operar. Trabajamos en seis guías transmitiendo, además, que hay herramientas para estar operativas en la nueva normalidad”, explica el técnico.

Estas incluyen capacitación sobre cómo utilizar mensajes de texto o whatsapp para poder vender; protocolos de atención con seguridad sanitaria; cómo recibir y aceptar transferencias electrónicas; procesos para hacer entregas a domicilio o recibir gente que llega a recoger paquetes; promociones y consejos financieros.

Se trata de información práctica y pedagógica para que la gente pueda aplicarla sola. Se da a conocer a través de los distribuidores de empresas privadas que llevan productos a las tiendas (entregan volantes), bases de datos de municipios, redes del Mipro, etc.
Las guías se están dando a conocer desde la semana pasada. Colaboran organizaciones públicas y privadas de todo nivel.

Del lado del sector privado también se han desarrollado iniciativas como Tienda Cerca.
Mientras que Conquito y la Universidad de Las Américas (UDLA) generaron el proyecto UDLA Conquito virtual 2020. “Busca implementar un programa virtual entre las partes que permita brindar recursos técnicos aplicables a los emprendimientos. De esta manera se quiere lograr la reactivación económica de la ciudad”, explica Adrián Herrera, técnico coordinador de proyectos del área de Economía Popular y Solidaria (EPS) de Conquito. Grupos de estudiantes ofrecen guías para los emprendedores; Conquito les brinda un proceso técnico de fortalecimiento.