La aimara boliviana Yola Mamani habla durante una entrevista el pasado lunes 11 de marzo, en La Paz, Bolivia.

La aimara boliviana Yola Mamani habla durante una entrevista el pasado lunes 11 de marzo, en La Paz, Bolivia. Foto: EFE

Esta activista lucha para que las aimaras no sean adornos

25 de marzo de 2019 13:20

Trabajadora, sindicalista, radialista, bloguera y ahora ‘youtuber, la boliviana Yola Mamani quiere hacer escuchar su voz crítica hacia quienes discriminan a las cholas, las típicas mujeres aimaras, o a quienes las ven como adornos, como una moda o algo meramente folclórico.

Nacida en la provincia de Omasuyos, en el altiplano de La Paz, Mamani emigró a la ciudad a sus 9 años para trabajar como niñera en casa de unos familiares.

Dos años después terminó escapando del lugar porque esos parientes le maltrataban y empezó a trabajar por su cuenta en servicios domésticos, según cuenta.

Lo que le dio fortaleza fueron las peleas que tuvo con sus empleadores, a quienes reclamó desde chica que respeten sus derechos a estudiar o a ganar un salario justo. “Esas cosas me han enseñado a ser fuerte, a ser contestataria, a cuestionarme a mí misma el lugar que ocupaba en la casa donde trabajaba, el lugar que ocupaba en esta sociedad”.

También le fortaleció integrarse al sindicato de trabajadoras del hogar, a través del cual se vinculó con la organización feminista Mujeres Creando.

En 2009, Mamani gestó junto a otras mujeres el programa Soy trabajadora del hogar con orgullo y dignidad, que se emitió por radio Deseo, de Mujeres Creando.

En los siete años de emisión del programa, las gestoras de la iniciativa pudieron completar sus estudios de colegio o universidad, otras iniciaron vida en pareja, y dejaron de ser trabajadoras del hogar, por lo que decidieron “cerrar ese ciclo”.

Mamani no se desvinculó de la radio y actualmente produce el espacio El noticiero de las mujeres, o Warminyatiawinakapa en aimara, en el cual entrevista a mujeres a las que los medios no suelen tener en cuenta.

“Es un espacio donde las mujeres no estamos de adorno, donde no terminamos en un cuadro bonito porque somos indígenas o porque somos cholas, donde no somos noticia solo cuando nos han violado o nos han matado, sino en otros momentos en los que las mujeres están produciendo, están trabajando”, afirma.

A esta mujer aymara le llamó la atención que en los últimos años diversas instituciones empezaron a contratar cholas como recepcionistas o secretarias, a tenerlas en lugares visibles.

Luego otras mujeres empezaron a “disfrazarse” de cholas, con las características faldas polleras, sombrero bombín, manta y el cabello recogido en dos trenzas, “para entrar en la política, para ser modelos, para ser populares”.

“Antes nunca lo hubieran hecho, lo hacen ahora porque ser chola está de moda. Esa fue mi rabia, mi cuestionamiento a esta sociedad de doble moral, racista, clasista”, señaló.

Así surgió el blog Ser chola está de moda, en el que Mamani empezó a reflexionar sobre esto porque ella es una chola que piensa, que cuestiona. “Verlas así como adornos a mí sí que me ha molestado mucho porque pienso que las cholas pensamos, que tenemos nuestra opinión sobre diferentes temáticas, solo que los medios, u otros intelectuales, nunca nos han tomado como seres pensantes”, dice Mamani.

Esta mujer también quiere llegar a otros espacios virtuales con sus reflexiones y por eso creó recientemente el canal de Youtube Chola bocona, llamado así porque cuando reclamaba a sus empleadores, le mandaban a callar diciéndole que era una “imilla (niña) bocona”.

“Creo que si no hubiera sido bocona ahorita no estaría contando esta historia, no estaría aquí”, cuenta esta mujer.

En ese canal, Mamani critica ese “oportunismo” de quienes se disfrazan de cholas, a los intelectuales que reducen a las aimaras a su vestimenta o a los medios que las sitúan solamente en espacios de cocina, folclore, moda o en noticieros en aimara. Pero también espera abordar asuntos económicos, políticos, culturales, medioambientales y otros que “afectan a las cholas”.