Redacción Guayaquil
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En la búsqueda de más socios

Un lugar donde se pueden practicar aquellos deportes como el golf, tenis, equitación, entre otros, y que necesitan de amplios espacios, es el servicio que ofrecen los tradicionales 'country club'. Estos clubes campestres, donde también se oferta recreación, normalmente están en las afueras de la ciudad.

El contacto directo con la naturaleza los hace atractivos, principalmente para los empresarios y deportistas. Los 'country club' se mantienen de las aportaciones periódicas que realizan los socios.

El Guayaquil Country Club es un complejo que nació en 1933 y que actualmente tiene 900 socios. Como parte de una estrategia para acaparar más afiliaciones se ofrecen membrecías institucionales a las empresas, sobre todo a aquellas ubicadas en la vía a Daule (norte), donde se ubica el club. Este tipo de membrecías cuesta USD 10 000 y ofrece cupo para tres socios. A ese pago se suma la mensualidad de USD 120.

Para incentivar a los más jóvenes se ofrecen descuentos. Así, los socios menores de 40 años tienen un descuento especial, que principalmente está dirigido a jóvenes de 25 a 30 años de edad. "Creemos que los muchachos salen recién a producir y no tienen los mismos recursos que alguien de 60 años", comenta Alfonso Reyes, presidente del club. Otra de las opciones para captar socios es infundir el gusto por los deportes a los hijos de los socios, para que estos en el futuro se animen a ser parte del 'country'.

A pesar de la significativa cantidad de asociados, este 'country club' tuvo una época difícil. Durante la crisis bancaria de 1999, los socios más jóvenes declinaron sus membrecías pues debían priorizar otros gastos. Alfonso Reyes expresa que aquella crisis provocó que perdieran la mitad de socios, y con ello dos generaciones. Actualmente, la edad promedio de los asociados es de 50 años en adelante. Sin embargo, la necesidad y el gusto de practicar deportes provocó que el club venda membrecías y acapare socios. El complejo recibe alrededor de 150 personas los fines de semana.

El proceso de aplicación para ser parte del club es presentado ante el Directorio y luego es expuesta ante los socios, quienes pueden expresar su opinión sobre la aceptación o no del futuro socio.

Lacosta Country Club es otro complejo campestre de Guayaquil. Con 350 socios, el Directorio del club espera que el crecimiento urbanístico de la ciudad los provea de más asociados. Su presidente, Jaime Peñaredonda, expresa que en cinco años el club, ubicado en la vía a la Costa, estará rodeado de urbanizaciones cuyos habitantes son los potenciales nuevos socios. "En Estados Unidos es común que las urbanizaciones estén conectadas a un club, esa misma es la idea de concepción de Lacosta", comenta En este club las mensualidades tienen un costo de USD 155. Una persona puede ser socia solo por tres años, luego de ese lapso deberá adquirir una acción para permanecer en el club. El costo por acción es entre USD 10 000 y 15 000 y pueden adquirirlas al 'country' o a algún socio que esté interesado en venderla. También se ofrecen membrecías corporativas, "pues en Guayaquil existen muchos ejecutivos internacionales que gustan del golf", dice Peñaredonda.

Los 'country' también cuentan con corresponsalías, que son acuerdos con otros clubes de diferentes ciudades. Lacosta y Guayaquil Country Club mantienen corresponsalías con clubes de Quito, como El Condado y Arrayanes. "Cuando uno de los socios de este club viene de vacaciones a Guayaquil, también puede hacer uso de las instalaciones", explica Reyes.

A esa estrategia se suman los convenios con hoteles de lujo como el Hilton Colón, Oro Verde, entre otros.

Entre las adecuaciones que hará este año Lacosta se destaca la construcción de un carril para carros de golf, cuya inversión supera los USD 100 000.