Anbu trabaja bajo pedidos y tiene una producción semanal de 600 barras de chocolate amargo y 200 fundas de té de cacao al mes. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES

Anbu trabaja bajo pedidos y tiene una producción semanal de 600 barras de chocolate amargo y 200 fundas de té de cacao al mes. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES

Marcel Bonilla
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10 productos derivados del cacao se promocionan

13 de mayo de 2019 10:15

La marca de cacao Anbu, que significa rico en el idioma chachi, trabaja desde hace un año en la obtención de 10 productos derivados del cacao orgánico, producido en la población de Chigüe, cantón Esmeraldas.

El nombre de la marca da mayor identidad al producto, porque está en cha’palaa, lengua materna de los primeros originarios de Esmeraldas como fue la nacionalidad chachi, dedicada a la producción de cacao fino de aroma.

Francisco Robinson, un emprendedor dedicado a la producción de caco, decidió dar valor agregado a 10 de los 40 quintales que produce anualmente su finca de cinco hectáreas.

Con ocho quintales de cacao elabora una línea de 10 productos como barras de chocolate amargo, semi amargo, te de cacao, mix de cacao, chocolate en polvo, jabón, velas, aceite, crema facial y corporal de cacao.

Toda la producción se elabora en un taller artesanal en el que tiene invertido USD 5 000, destinados a la compra de molinos, fundidoras de chocolate, moldes, mezcladoras y mesas de trabajo.

Anbu trabaja bajo pedidos y tiene una producción semanal de 600 barras de chocolate amargo y 200 fundas de té de cacao al mes, que también están en el mercado.

Esmeraldas es una de las provincias cacaoteras del país, pues más de 18 000 familias están dedicada a la producción en cantones como San Lorenzo, Eloy Alfaro, Atacames, Muisne y Quinindé, que producen unas 30 000 toneladas al año.

Carlos Bastida, técnico de la mesa de cacao de la Prefectura de Esmeraldas, explica que se han entregado plántulas, así como manejo de cultivo, asesoramiento genético para mejorar la producción y organización de productores.

Además se conformó un consorcio para la venta del cacao en barra, del que son parte organizaciones como Aprocane, Cocpe y Uoprocafe, para impulsar el procesamiento y venta de cacao.

Las ferias de emprendedores han servido para dar a conocer el producto y han ganado clientes interesados en la producción, con pedido de un promedio de 100 barras de chocolates semanales.

Los cinco clientes con los que ahora cuenta son de la ciudad de Guayaquil, pero la aspiración de los representantes de esta marca es lograr mayores espacios que le permitan aumentar sus ventas, pero no cuentan con registro, que está en trámite.

Con la obtención de la notificación sanitaria se espera una mayor apertura para incursionar en otros mercados e introducir la mayor cantidad del producto.

En Esmeraldas se realizan ferias de emprendimiento donde se presentan las iniciativas de los emprendedores, quienes presentan sus trabajos y reciben apoyo técnico de entidades que dirigen el crecimiento del negocio.

Por ahora Robinson trabaja con dos de sus hijos en esta empresa familiar en la que todos aportan desde la siembra del cacao, pasando poda, cosecha y la elaboración de los productos.

Además, trabajan en el empacado de las barras y el té de cacao, con una especia de plástico transparente, sobre el cual se pone la etiqueta con la marca del producto Anbu.