Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP). Foto: cortesía CIP

Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP). Foto: cortesía CIP

La cadena de pagos se debe recuperar

23 de diciembre de 2020 13:52

Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), realiza un balance en materia productiva del 2020 y analiza qué le espera al país, en términos económicos, en el 2021. La elección del próximo gobierno despierta inquietud en este gremio.

¿Qué balance hace usted de este año en materia económica y productiva?
Ha sido el año más difícil y complicado en la historia económica y productiva del Ecuador. Nunca se ha visto un año en el que decrezca la economía entre un 8% y un 11%.

¿Cómo se enfrentó la situación desde el sector privado?
Nosotros, como sector productivo, durante toda la pandemia estuvimos aplicando protocolos de bioseguridad para que no exista un solo día de escasez en los mercados. Las industrias de alimentos, bebidas, medicinas e implementos de higiene estuvieron siempre prestas a trabajar a favor de la sociedad. Este año ha sido el más complicado, pero aún así hemos podido proveer de los insumos a los consumidores.

Precisamente, de acuerdo con cifras del Banco Central del Ecuador (BCE), en medio de toda la crisis hubo sectores ganadores. Entre ellos estuvieron los vinculados a la panadería, molinería, camarón y minería. ¿Qué ayudó a que esas actividades crezcan?
Los sectores que han podido mantenerse y salir adelante han sido de productos con alta demanda en el mercado. He citado los vinculados a alimentos y salud, pero la minería, por ejemplo, tiene un potencial comprobado muy grande. Si se la maneja de forma sostenible, con responsabilidad, se va a poder aprovechar el 2021.

Esa actividad y la del camarón están plenamente ligadas a la exportación. ¿Cómo impulsar las ventas externas?
Ecuador, al ser dolarizado, tiene que consolidar el esquema de divisas que tiene. Eso se logra a través de cuatro fuentes: exportaciones, inversiones, endeudamiento y remesas. Desde el sector privado queremos fomentar las dos primeras. Hay que dar continuidad al tratado con Estados Unidos, cerrar la negociación con la Alianza del Pacífico y más para de esa manera asegurar mercados.

Más allá de esos resultados positivos, en su mayoría, todas las demás actividades productivas del país resultaron golpeadas este año.
Las pérdidas de ventas en el país han sido de USD 23 000 millones. Esto, sin duda, ha tenido un efecto lamentable en el empleo.

Entre las actividades más afectadas están turismo y transporte, indica el BCE.
A mediados de la pandemia ya había proyecciones de qué sectores iban a recuperarse primero y cuáles no. Me preocupan las actividades mencionadas, además de la logística. Si no hay una estructura fuerte de logística y transporte se va a ver afectada la producción en general. A su vez, el transporte aéreo y de bienes se ha visto mermado debido a que más del 70% del aparato productivo estuvo sin trabajar meses. En turismo, no ha habido una política clara de fomento para la reactivación. Además, el turismo receptivo no va a venir mientras no haya la confianza que da la vacuna.

A propósito del panorama que viene, precisamente con la vacuna de covid-19, ¿qué retos hay para el país?
Justamente lograr una consolidación de los distintos sectores para una recuperación económica. Es fundamental que se vuelva a restablecer la cadena de pagos.

¿Por qué razón?
Al restablecerse va a regresar el círculo virtuoso dentro de la economía, del consumo, de la producción y del empleo.

¿La situación actual es peor que la de la crisis del 99?
Esa situación de ese tiempo no es comparable en los mismos términos con la del 2020. Este año hemos vivido una crisis sanitaria y, como consecuencia de ello, una económica. Pero también tenemos un tema social muy complicado, producto de la falta de empleo. Esto ha elevado los índices de inseguridad. Lo más grave es la crisis de valores que se ha desnudado durante la pandemia. Es la corrupción, un cáncer social. Frente a ello, la ciudadanía está colmada. Debemos combatirla.

Ante todo este panorama, ¿qué se espera para la economía del país en el 2021? El BCE ha proyectado un crecimiento del 3,1% para ese periodo.
Creo que es fundamental que Ecuador adopte políticas de Estado de crecimiento económico. 3% o 4% va a ser un efecto rebote luego del decrecimiento.

Se advierten sectores que seguirán deprimidos en el 2021, como la construcción.
Esta actividad, que encadena a más de 25 sectores, debe reactivarse. Para ello es necesario que la seguridad social y otros entes financieros estatales faciliten la concesión de créditos.

¿Qué se debe hacer para impulsar la economía el 2021?
Se debe buscar un crecimiento sostenible. Eso solo se obtiene a través de una reingeniería del Estado. Debe cambiar su modelo.

¿Cuál es?
Un modelo de gestión caduco y paternalista. Se debe reducir el gasto público y optimizar los recursos. Esperemos que la cifra de crecimiento ojalá se cumpla. Para eso debe haber confianza en los agentes económicos. Por eso insistimos en la seguridad jurídica.

El año que viene asumirá una nueva administración en el país. ¿Qué se espera del Gobierno que llegará?
Desde la CIP abogamos por la institucionalidad, por la democracia. Es fundamental que los candidatos, antes de ser electos, actúen con responsabilidad. Deben ser consecuentes con la realidad del país y ser serios con sus propuestas. Nos preocupa el manejo político y populista en temas como dolarización, economía, recursos naturales y públicos, entre otros. Los problemas que tenemos este momento son inmensos y por eso hay que ser responsables.

Ese nuevo Gobierno tendrá que cumplir con obligaciones financieras contraídas y compromisos normativos. ¿Qué tan importante es el manejo de ambos aspectos?
Es esencial que cumplamos con los organismos multilaterales y hacer una serie de cambios. El Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que se debe aprobar una Ley Anticorrupción. Nosotros enviamos una carta a la Presidencia de la Asamblea solicitando eso y que este documento tenga estándares internacionales, como la ISO 37001 antisoborno.

¿Qué les preocupa de los ajustes tributarios que puedan venir más adelante? ¿Propondrían ustedes algún tipo de modificación?
Nosotros lo que abogamos siempre es a una simplificación tributaria, que haya mecanismos para que sea más fácil pagar los impuestos. Pedimos, además, que haya una ampliación de la base tributaria. Siempre somos los mismos, el sector formal de la economía, el que paga impuestos.

Hoja de vida
Formación. Abogado y doctor en Jurisprudencia por la Universidad Católica del Ecuador; maestría en Derecho por la Universidad Andina Simón Bolívar. Candidato a PhD en Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Posee cursos de especialización en Administración de Organizaciones Empresariales por el Centro Mundial de Entrenamiento de la Organización Internacional del Trabajo y formación en Gerencia de Organizaciones Empresariales por el Incae Business School.

Experiencia. Desde julio del 2018 es Presidente Ejecutivo de la CIP. Se ha desempeñado como catedrático en distintas universidades.