Los cultivadores de café en Colombia viven una crisis por los bajos precios del grano, que registró un valor de  USD 0,98 por libra.

Los cultivadores de café en Colombia viven una crisis por los bajos precios del grano, que registró un valor de USD 0,98 por libra. Foto: AFP

El café, un comercio poco justo

11 de octubre de 2018 08:53

De Starbucks a Nespresso, los consumidores pagan cada vez más caro su café, mientras que los productores reciben cada vez menos dinero, todo esto en un contexto de caída de los precios internacionales.

Una crisis se cierne sobre los países productores de café, como Colombia, Brasil o Perú, debido a la caída del precio del café, que se ha derrumbado a su nivel más bajo en los últimos 12 años, pese al éxito de las cápsulas individuales en los países occidentales, señala un estudio publicado por el Día Internacional del Café, celebrado la semana pasada.

El precio del quintal de café pasó por debajo de los USD 100 a mediados de septiembre, “un nivel extremadamente bajo con el cual los productores no pueden vivir”, señala Christophe Eberhart, fundador de la cooperativa francesa Ethicable, un organismo especialista en la importación de café de comercio justo.

Las asociaciones de comercio piden a la Organización Internacional del Café que se instaure una regulación para ayudar a los países productores, apunta Blaise Desbordes, director general de Max Havelaar France, principal organismo certificador de comercio justo.

Con los nuevos modos de consumo, sobre todo la aparición de las cápsulas individuales, “la gente no se da cuenta que paga mucho más por su café”, explica Chris­tophe Alliot, cofundador de Basic y autor del estudio.

Mientras que un café arábica molido de 250 gramos cuesta en promedio 3 euros en Francia (12 euros el kilo), en cápsulas individuales el kilo cuesta entre 50 y 60 euros, según este mismo estudio.

Aunque se añadan de 10 a 15 euros por el embalaje, “alrededor de la mitad del precio de las cápsulas no tiene explicación”, estima Alliot. Una diferencia “que no llega para nada a los productores”, denuncia este investigador.

Para este estudio, hay tres problemas: la concentración entre los torrefactores; tres de ellos -Nestlé, JDE y Lavazza- controlan el 81% del mercado mundial de café; el peso de los grandes negociadores, como Neumann, Ecom, Olam, Louis Dreyfus o Volcafé; y la precariedad de los productores.

En Perú o en Etiopía, los productores de café cobraron en 2017 “20% menos que en el 2005”, de acuerdo con el estudio.

En Perú, en donde entre 25% a 30% del mercado está compuesto de cooperativas de comercio justo que garantizan un precio mínimo a los productores para que puedan vivir correctamente, el otro “70% del mercado funciona a través de grandes negociantes que tienen un poder desproporcionado”, señala Alliot.

“Cuando los precios son demasiado bajos, los agricultores ya no pueden seguir manteniendo sus sistemas agroforestales, y si abandonan sus prácticas, las plantaciones colapsan”, advierte Eberhard.

“En Perú, uno de los mayores productores de coca del mundo, existe una verdadera dualidad entre el café y la coca (...): la caída del precio del café alimenta la atracción por la coca”, advierte Eberhard, recordando que la producción de coca aumentó cuando el café colapsó en 1989.

Para Merling Préza, directora de la Cooperativa Prodecoop en Nicaragua y vicepresidenta de la Red Latinoamericana de Comercio Justo, “es absolutamente esencial redistribuir el valor” entre los productores.

“Necesitamos el compromiso de la industria, pero también de los consumidores”, dijo durante una visita a París, por invitación de la red Max Havelaar.

Una posible solución

Los cafés especiales y el compromiso de la industria internacional para que acepte pagar precios que cubran el costo de producción son dos de las alternativas que proponen los caficultores de Colombia para enfrentar los bajos precios del producto en el mundo.

Así lo aseguró el 3 de octubre el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) de Colombia,Roberto Vélez, en la inau­guración de una nueva edición
de Cafés de Colombia Expo 2018, la feria de cafés especiales más importante de América Latina y el Caribe. “Lo interesante es que la industria internacional se comprometa con un precio que cubra el costo de producción más una utilidad”, dijo el directivo gremial.

El Consejo Internacional del Café, máxima autoridad de la Organización Internacional del Café, anunció hace tres semanas en Londres el lanzamiento de una campaña masiva para crear conciencia en los consumidores sobre la crisis de bajos precios que aqueja a los productores del grano del mundo. Los cultivadores de café en Colombia viven una crisis por los bajos precios del grano, que registró un valor de USD 0,98 centavos de dólares por libra, el más bajo en los últimos 12 años.