Trigidia Giménez, considerada la mayor productora de cañahua en Bolivia, explica a expertos los beneficios de este cultivo, en la ciudad de El Alto. Foto: Martín Alipaz /EFE

Trigidia Giménez, considerada la mayor productora de cañahua en Bolivia, explica a expertos los beneficios de este cultivo, en la ciudad de El Alto. Foto: Martín Alipaz /EFE

Cañahua, el grano que Bolivia busca exportar

25 de septiembre de 2017 14:49

La cañahua, un grano andino tanto o más potente que la quinua como alimento pero escasamente conocido, es la nueva oferta de Bolivia para el mercado internacional. Esto debido a sus propiedades nutritivas y también su resistencia al cambio climático.

Se trata de un grano cultivado de Bolivia de forma orgánica con la tradición de los pueblos indígenas, que ha sido requerido este año por la propia Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) y aspira a ser considerado en el mercado gourmet mundial.

Agricultores, cocineros y representantes de la Organización No Gubernamental Innovare e Hivos promovieron la semana pasada las delicias de este alimento. No obstante, de sus propiedades no es muy demandado ni en el mercado local ni muy usado en la cocinas del país.

Además de Bolivia, el grano se cultiva en Chile, Ecuador y Perú y ha demostrado ser resistente a sequías e inundaciones, lo que demuestra su valor para garantizar la seguridad alimentaria.

El valor culinario del grano fue discutido por expertos en la escuela gastronómica Manqa de la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, impulsada por el empresario y chef danés Claus Meyer.

“Es importante la articulación de actores y la revalorización del patrimonio alimentario regional para que se genere un diálogo y encontrar alternativas para incorporar en la dieta de los bolivianos este alimento”, dijo Ángel Ramos, director del Movimiento de Integración Gastronómico Boliviano.

Para Mario Vargas, especialista en tecnología e innovación del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la cañahua es el nuevo supergrano por sus virtudes nutritivas y su capacidad de resiliencia para afrontar el cambio climático.

“La cañahua es un grano de oro en términos nutritivos, me parece un poco más exquisita que la quinua en ese sentido y también en términos de producción ya que este grano puede soportar el cambio climático”, subrayó Vargas.

En el mismo evento participó la quechua Trigidia Giménez, considerada la mayor productora de cañahua de Bolivia y quizás del mundo puesto cultiva al menos 80 hectáreas de cañahua al año en el municipio andino de Toledo, del departamento de Oruro (oeste).

Según Giménez, el grano tiene un alto porcentaje de proteína y fósforo y es un energizante natural y ayuda a la agilidad mental. “Estamos muy orgullosos de producir uno de los mejores alimentos como es la cañahua, un grano que ha sobrevivido a la conquista española, a la migración y al olvido”, dijo Giménez.

Con los saberes antiguos que le transmitieron, la indígena quechua cultiva tres variedades del producto que luego se convierten en harina y en hojuelas, si bien aconseja usar también el grano para hacer ensaladas y purés, acompañando a las comidas.

Giménez está orgullosa de que el valor nutricional de este grano tan “poderoso” haya llegado desde sus cultivos hasta la NASA, donde disfrutaron este alimento en barras energéticas y galletas.

“La cañahua se va a la NASA a través de una empresa de Cochabamba, yo me sorprendí porque es un gran logro para un productor”, dijo sobre esa experiencia.

Para este año prevé exportar al mundo entre cuatro a cinco toneladas por medio de una empresa privada, La Coronilla, pero también quiere enfocar su trabajo en la promoción para alentar el consumo interno. El 2018 se elaborarán desayunos a base de cañahua y sopas instantáneas para dar opciones a los consumidores.

De acuerdo con Gabriela Silva, gerenta de Innovare, con reuniones como la realizada entre productores y expertos gastronómicos se ayuda a que este producto olvidado vuelva a llamar la atención de los bolivianos y en especial de los jóvenes con nuevas propuestas donde esté la cañahua.

Es así que los estudiantes de Manqa presentaron una diversidad de opciones para degustar alimentos realizados a base de la cañahua, como una infusión aromatizada con limón, empanadas preparadas con el grano, harina de amaranto, hamburguesas hechas con cañahua y quinua, además de un pastel de chocolate.

Quinua a China y Rusia

El Gobierno de Bolivia trabaja con China y Rusia para venderles alimentos de calidad producidos orgánicamente como el café y la quinua, además de cortes especiales de carne de res, productos en los que el país asegura tener una ventaja comparativa.

El viceministro de Comercio Exterior e Integración, Clarems Endara, informó que Bolivia está enfocado en ese objetivo buscando llegar a sectores pudientes de clase media en esos países con productos como el café y la quinua, destacando que son producidos sin modificaciones genéticas.

Endara destacó que el café boliviano ha ganado prestigio y ahora “está entre los mejores del mundo” y China ha solicitado información sobre la producción para ver si responde a sus exigentes protocolos sanitarios.

Señaló que para el grano andino, que tiene un alto poder nutritivo y un mercado internacional gourmet, existe el problema de las partidas arancelarias en China, que pueden considerarse altas.

En el 2016, Bolivia exportó mercancías a China por USD 480 millones e importó 1 696 millones, lo que causó un déficit comercial que bordea los USD 1 216 millones. Endara espera que antes de fin de año se puedan aprobar las certificaciones sanitarias para la quinua y en el primer trimestre del 2018 con el café y la carne.

A Rusia también se han ofrecido los productos. La relación comercial de Bolivia y ese país es poco significativa ya que la nación andina exportó en 2016 mercancías por un valor USD 3,3 millones e importó por USD 14,6 millones.