El Secap es uno de los centros más grandes del país. En el 2019 más de 36 000 personas fueron capacitadas. El Servicio posee 457 cursos. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

El Secap es uno de los centros más grandes del país. En el 2019 más de 36 000 personas fueron capacitadas. El Servicio posee 457 cursos. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

La capacitación mejora los ánimos

7 de febrero de 2020 12:46

En un mundo laboral cada vez más competitivo, las empresas apuestan por optimizar los procesos, reducir o evitar pérdidas, y obtener los mejores resultados. La capacitación y formación es clave para lograr esos objetivos. Y la meta es potenciar las habilidades del equipo para adelantarse a la competencia.

Las organizaciones que invierten en esta materia obtienen múltiples beneficios. Producen actitudes más positivas entre sus colaboradores, aumentan su rentabilidad, crean una mejor imagen institucional, facilitan que el personal se identifique con la firma, mejora la relación jefe-subordinados, describe Paúl Murillo, líder nacional de Permanent Placement y Consultoría de Adecco Ecuador.

Además, agrega Murillo, apostar por la preparación del talento humano proporciona información sobre necesidades futuras de personal a todo nivel y facilita la promoción de los empleados. Todo ello abona favorablemente en la operatividad de los negocios.

Los efectos en los trabajadores van desde subir la moral, mejorar el conocimiento de los diferentes puestos y, por tanto, el desempeño. Así mismo incrementa la productividad y calidad del trabajo, y ayuda a solucionar problemas, anota el experto.

“Sin recursos humanos con habilidades actualizadas y sin capacidades institucionales sólidas y efectivas para actualizar esas habilidades, el tránsito hacia una economía de alta productividad con empleo productivo y trabajo decente para todos es imposible”, recoge un informe sobre formación profesional en América Latina, publicado en el 2017 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En el país existen 466 empresas calificadas como operadores de capacitación y, además, hay 546 personas profesionales autorizadas como capacitadores independientes, según registros de la Secretaría Técnica del Sistema Nacional de Cualificaciones Profesionales (Setec).

Hasta noviembre del 2019 más de 87 000 personas fueron capacitadas. La mayoría pertenecen a Pichincha, Guayas, Cotopaxi y Chimborazo.

Los cursos de capacitación con mayor demanda son: prevención de riesgos laborales, trabajo en altura, fundamentos de seguridad y salud en el trabajo, cajeros, gastronomía, entre otros.

“Los beneficios de la formación continua son contar con personal altamente cualificado, mejorar la productividad, actualiza conocimientos, permite adaptarse a la transformación digital y fortalece al talento humano”, destaca la Setec.

Dos de las organizaciones de formación más activas, según la Secretaría, son el Instituto Técnico del Petróleo (ITP) y Solari Centro de Capacitación. Las áreas temáticas más demandadas en estos establecimientos son la prevención de riesgos y la de cajeros bancarios.

“El objetivo de nuestras capacitaciones es la prevención de riesgos del personal que trabaja en las empresas de las áreas industriales, así como también el cuidado de los ríos, lagos, árboles, lagos, montañas, entre otros”, refiere Golda Rodríguez, directora del Instituto del Petróleo.

Mauricio Vásquez, gerente de Solari, agrega que la malla curricular de la formación continua debe responder a las necesidades operativas que demandan de las empresas y que no son plenamente satisfechas por la instrucción académica de las universidades.

Desde el sector público, el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (Secap) cuenta con 457 cursos, los más solicitados tienen que ver con servicios socioculturales, administración y legislación, alimentación, gastronomía y turismo, y electricidad.

El 2019, 36 715 personas fueron preparadas por el Secap. “Las capacitaciones son diseñadas bajo el enfoque de competencias laborales. Es decir, el participante adquiere conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para llevar a cabo exitosamente una determinada actividad productiva. Dichas habilidades pueden ser administrativas o técnicas”, explica la entidad.

La legislación ecuatoriana en materia tributaria contempla incentivos para las empresas que brindan capacitaciones, para las firmas que invierten en la preparación de su personal y para las personas que reciben estipendios para su educación.

Por ejemplo, las instituciones capacitadoras sin fines de lucro, y los ciudadanos que gozan de estupendios están exentos del pago del impuesto a la renta, anota el experto tributario John Arias, gerente de Census Consultores.

Así mismo, son deducibles para los empleadores las contribuciones a favor de los trabajadores para fines de capacitación, entrenamiento profesional y de mano de obra. Las micro, pequeñas y medianas empresas,tienen derecho a deducirse el 100% adicional en los gastos por capacitación.