En la actualidad es Responsable del área de Desarrollo Económico Inclusivo y Riesgos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en la oficina de Ecuador. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

En la actualidad Ruiz es responsable del área de Desarrollo Económico Inclusivo y Riesgos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en la oficina de Ecuador. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

Carlo Ruiz: ‘Toda asociación puede dar el salto’

6 de marzo de 2018 06:51

Carlo Ruiz, responsable del área de Desarrollo Económico Inclusivo y Riesgos del PNUD, da a conocer el trabajo de apoyo que se realiza en favor de pequeños productores y asociaciones. Comparte el trabajo realizado tras el terremoto del  16 de abril del 2016 y cómo se “exportaron” experiencias.

¿Qué diagnóstico tiene el PNUD sobre las asociaciones y pequeños productores ecuatorianos que tratan de salir adelante?

Uno de los valores agregados que tenemos es el aprendizaje a escala local e internacional. Dentro de eso hemos visto factores comunes que determinan el éxito o el fracaso de proyectos. Uno de eso factores es trabajar en el enfoque de la demanda. Muchas veces surgen proyectos para generar oferta, mejorar su producto, incrementar el volumen. Pero una vez que ha terminado el apoyo, se suponía que quedaban listos, pero se caía el proyecto porque no se pensaba en la demanda. Entonces una de las lecciones aprendidas es pensar en la oferta; puede ser difícil y por eso la clave es empatar oferta con la demanda.

¿Cómo se puede lograr eso?


En el PNUD una de las prioridades, a escala global, es la erradicación de la pobreza. Dentro de eso la clave es la resiliencia, la capacidad de las personas de adaptarse a una situación cambiante. Con estos elementos tratamos de enganchar la demanda para que las asociaciones productivas del país puedan entrar a circuitos económicos de manera más justa y equitativa y sostenible.

¿Cómo se logra esto?

Con una serie de herramientas, a nivel global que las traemos al país, o desarrollando metodologías propias en Ecuador según las necesidades.

¿En el caso de las herramientas que llegan desde afuera, qué ejemplos hay?

El el desarrollo inclusivo trabajamos con tres metodologías: el Programa de Desarrollo de Proveedores (PDP); el programa En marcha y Creciendo con su negocio. El primero surgió en México con el objetivo de trabajar con empresas anclas grandes para mejorar de lado y lado: a la empresa y a sus proveedores. La idea es que estos últimos pueden desarrollar productos y diversificar clientes. Los programas que operan en períodos cortos no siempre dejan listas a las personas o asociaciones. Muchas veces no están listas para quedarse solas y por eso queremos dar acompañamiento más largo para fortalecer a las instituciones públicas que son parte de estos procesos. Estos nos ha dado resultados.

Sabemos que a raíz del terremoto de abril de 2016 se aplicaron estos programas. ¿Qué resultados se lograron?

Tras el terremoto necesitábamos soluciones rápidas para ayudar a las asociaciones productivas afectadas en Manabí. Adaptamos el PDP, con una versión más ligera. Había asociaciones afectadas, con cosechas perdidas. Los mercados también estaban destruidos y allí nació la metodología Creciendo con su negocio. Empezamos un proceso de ocho meses en el que participó un consultor del PNUD que identificó problemas; se levantó un plan de mejoras y se empezó a trabajar en temas como finanzas, logística, insumos... Con los resultados el consultor buscaba demanda o mercado para una asociación determinada.

Entonces el terremoto ‘permitió’ que surja este programa. Ahora, ¿qué tan complicado es cumplir este ciclo?

Al comienzo fue complicado. Partimos de la adaptación de un programa y aprendimos con la implementación. Hubo que aplicar. Ahora todo esto ya está sistematizado y automatizado en programas informáticos. Y esto permite llevar herramientas a otros países.

¿Se ha llevado al extranjero programas hechos en el país?

Sí. El programa En Marcha salió de Ecuador. Este empezó en Quito asesorando a comerciantes locales. Esta metodología se aplicó en El Caribe tras los huracanes del año pasado. En Haití también se utiliza en zonas afectadas, así como en México, tras el último terremoto. Esto es gracias al trabajo en red del PNUD; esto permite un intercambio.

¿Que tipo de retroalimentación se ha dado en el país luego de aplicar estas metodologías en los sitios del terremoto y en otras experiencias?

Los aprendizajes son en tiempos de paz y en tiempos de crisis. Hemos visto con agrado que los cambios que se dan tras un proceso de ayuda más largo es muy notorio y genera más apropiación de parte de las asociaciones. Nuestra asesoría no es en lo agronómico, sino en lo empresarial y por eso queremos que las asociaciones trabajen más como un emprendimiento o como una empresa, que cambien el chip y den un salto.

¿Cuántas asociaciones se han beneficiado?

Tenemos 25 en Esmeraldas, 26 en Manabí y 8 en Carchi. Lo que también nos importa es lograr equilibrio en género dentro de estas unidades productivas. El empoderamiento económico de las mujeres genera cambios estructurales muy importantes y contribuye a reducir violencia contra la mujer. Esto permite conseguir otros resultados que no están ligados al desarrollo empresarial, pero que son efectos positivos.

¿A todo este apoyo se da seguimiento?

Hacemos mediciones de monitoreo, esto mide indicadores específicos que nos permiten ver cambios en el tiempo. Cuando termina el proyecto hacemos unas dos o tres visitas para ver si se mantiene el apoyo. Hemos encontrado que en un tipo de negocios funciona mejor que en otros. Uno de los factores de éxito es que se identifica cómo el comprador necesita que le llegue el producto, en qué cantidad, frecuencia, etc. Esto se informa a la asociación y se da una relación directa, justa y sostenible en el tiempo.

¿Hay sectores que tengan más potencial que otros? ¿Agrícola, ganadería...?

Hemos trabajado con pescadores artesanales, asociaciones de cacao, arroz, café. En lo lácteo hemos trabajado más en el Programa de Desarrollo de Proveedores con una empresa privada. También tuvimos un proyecto con una empresa textilera. El trabajo siempre se cumple en coordinación con instituciones públicas, con gobiernos provinciales o con el Ministerio de Industrias. Esto permite saber con certeza la potencialidad de un determinado producto en el mercado.

Hoja de vida

Estudios. Abogado ecuatoriano. Estudió Administración y Políticas Públicas en la Universidad de Massachussets. También estudió en la Flacso una maestría en Gobernanza Energética.

Experiencia. Ha trabajado en temas de gestión y derecho ambiental en un proyecto del Banco Mundial. También estuvo en la Asociación de Municipalidades Ecuatorianas, la Vicepresidencia de la República, la Cooperación Alemana.

Cargo. En la actualidad es responsable del área de Desarrollo Económico Inclusivo y Riesgos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en la oficina de Ecuador. Trabaja en temas de desarrollo productivo y sector privado.